(CNN)– Un alto el fuego entró en vigor en Yemen mientras las partes beligerantes se preparan para iniciar conversaciones de paz.
Después de meses de lucha, que ha causado la muerte de miles de civiles en la empobrecida nación, la ONU anunció la semana pasada que las negociaciones para un posible fin permanente a las hostilidades se llevarían a cabo en Suiza.
El conflicto en Yemen enfrenta a los rebeldes hutíes, que tomaron el control de la capital en el inicio del año, contra las fuerzas leales al presidente Abdu Rabu Mansour Hadi y la coalición liderada por Arabia Saudita.
Los sauditas y sus aliados predominantemente sunitas consideran a los hutíes, que provienen del norte de Yemen, intermediarios del gobierno chiita de Irán.
Los hutíes, que siguen una rama diferente del Islam chiita de la sostenida por el régimen de Teherán, niegan que Irán les proporcione ningún apoyo material directo.
Los altos el fuego previos en Yemen se derrumbaron o solo se observaron en parte, con las facciones rivales acusándose mutuamente de no respetar los términos.
El terror y el hambre se extendió en medio del conflicto
El cruel y prolongado conflicto en Yemen permitió a los grupos terroristas rivales de al Qaeda en la Península Arábiga y a ISIS ampliar su alcance en medio del vacío de seguridad.
Agencias de la ONU advirtieron repetidamente de una crisis humanitaria, ya que la escalada de los combates privó a millones de personas del suministros de alimentos.
Las conversaciones de paz son “la única manera de poner fin al sufrimiento del pueblo yemení”, dijo el Enviado Especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, la semana pasada.
Hakim Almasmari, Jack Maddox y Yousuf Basil contribuyeron con este reporte.