(CNN) – Una gigantesca estatua dorada de Mao Zedong, el padre de la China moderna, fue demolida porque carecía de la aprobación de las autoridades, dijeron medios estatales.
Imágenes publicadas en Weibo, el servicio chino más importante de redes sociales, mostraron a la estatua de 36,6 metros parcialmente destruida, con un sudario negro en la cabeza. Las imágenes también circularon por Twitter.
Empresarios y algunas comunidades rurales contribuyeron con casi 3 millones de yuanes (459.000 dólares) para construir el llamativo tributo, según los medios estatales de China.
Según informes, fue construida con acero y hormigón y pintada de dorado. Fue completada en diciembre.
Antes de su destrucción, la estatua, ubicada entre la maleza que cubría las tierras de cultivo, había recibido una buena cantidad de elogios —y críticas— en las redes sociales chinas.
Usuarios de Weibo, el popular servicio de microblogging de China, parecieron estar divididos respecto a la estatua; el usuario shenqilei dijo “¡Esto es tan vergonzoso!”, mientras beijiyisuoqianban asumió un enfoque más patriótico al decir “¡Que viva el presidente Mao!”
El usuario MCULM agregó lo siguiente: “Ellos pueden hacer lo que quieran con su propio dinero. Merecen ser elogiados si construyeron una estatua de sus antepasados. Pero si el dinero provenía del bolsillo público, es necesario hacer una investigación a fondo”.
¿Ubicación desconsiderada?
La ubicación de la estatua en sí misma no está exenta de controversia.
Según el autor Yang Jisheng, la provincia de Henan fue una de las zonas más afectadas por la hambruna de las décadas de 1950 y 1960, la cual fue provocada por las desastrosas reformas económicas y sociales del “Gran salto hacia adelante” de Mao. Millones de personas murieron como resultado de las políticas.
Los usuarios de Weibo también comentaron sobre lo desconsiderado de la ubicación, mientras Dapancj preguntaba, “¿han olvidado la gran hambruna al construir esto?”.
Independientemente de los resultados de sus reformas, Mao, quien gobernó China hasta su muerte en 1976, es extensamente venerado, y el maoísmo incluso ha experimentado algo parecido a un renacimiento en algunos sectores en los últimos años.
Su pueblo natal de Shaoshan ha visto un repunte en el número de peregrinos que lo visitan y en 2013, el actual líder, Xi Jinping, elogió a su predecesor durante la celebración del aniversario no. 120 del nacimiento de Mao.
Las estatuas de Mao salpican el país, y su retrato contempla la plaza Tiananmen de Beijing.
Durante las celebraciones de aniversario en 2013, una imagen de oro sólido valorada en 200 millones de yuanes (30,6 millones de dólares) fue instalada en una sala conmemorativa en Shaoshan.
La figura demolida no es la primera estatua gigante del Gran Timonel.
La anterior estatua más grande —con 7,1 metros— fue erigida en el condado de Gonggar, en la región autónoma de Tibet en 2006.