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(CNNMoney) – Muchas sanciones occidentales contra Irán ya no están vigentes. La mayor parte del mundo se enfoca en cómo esto podría impulsar los precios del petróleo aún más a la baja, pero los iraníes se preguntan: ¿habrá ahora papas fritas de McDonald’s en Teherán?

Las redes sociales iraníes están llenas tanto de amor como de odio hacia los Arcos Dorados. Algunos ven a las famosas patatas fritas como el máximo símbolo de que Irán se ha unido al mundo moderno. Otros critican a la cadena como lo peor de la codicia estadounidense.

McDonald’s ha respondido al publicar una “solicitud de franquicia para Irán” en su sitio web, a fin de que los iraníes puedan aplicar para abrir un restaurante ahí. Sin embargo, la empresa tiene claro que no está sucediendo nada todavía.

La realidad es que las icónicas empresas estadounidenses como McDonald’s no pueden apresurarse a Irán.

Estados Unidos mantiene vigentes la mayoría de sus sanciones contra Irán. Eso significa que los ciudadanos estadounidenses y las empresas todavía no pueden hacer negocios en Irán.

Las sanciones que fueron eliminadas en el transcurso del fin de semana en su mayoría eran para permitir que ciudadanos y negocios estadounidenses tuvieran la capacidad de dirigirse a Irán sin el temor de las multas estadounidenses.

Por el contrario, Europa ha abierto las compuertas. El fin de las sanciones sobre Irán es un auge enorme para los negocios europeos. Empresas como Daimler y Siemens ya están trabajando en ofertas en Irán.

“Esto hará que las empresas estadounidenses sean el mayor perdedor del acuerdo nuclear”, dice Majid Rafizadeh, un erudito de Oriente Medio en la Universidad de Harvard.

Lo que EE.UU. obtiene del acuerdo

Entonces, ¿qué es lo que Estados Unidos obtiene de este acuerdo en términos económicos, si es que recibe algo?

El gran objetivo es eliminar la amenaza de un Irán nuclear. Eso afecta a empresas de todo el mundo.

El acuerdo también permite que EE.UU. importe alfombras, caviar y pistachos de Irán.

Por otro lado, Estados Unidos ahora puede exportar aviones comerciales a Irán, lo cual debería ser un impulso para Boeing. También se permite la exportación de medicinas y algunos productos de tecnología de consumo, aunque la mayoría de los negocios necesitan una exención por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU. antes de que envíen cualquier cosa a Irán.

“El embargo principal que Estados Unidos tiene sobre Irán que prohíbe prácticamente todo el comercio entre compañías estadounidenses e Irán aún está en vigor. Eso nunca estuvo en la mesa para el acuerdo”, dice John Hughes, un director senior en el Albright Stonebridge Group y exfuncionario del Departamento de Estado que trabajó en las sanciones.

Cómo McDonald’s llega a Teherán

Titanes estadounidenses como McDonald o Apple quedan en un lugar muy incómodo gracias al acuerdo.

Existe una evidente demanda de sus productos (al menos por parte de algunos iraníes), y es un mercado “nuevo” de 80 millones de personas, y más o menos 60% de ellos tienen menos de 30 años.

El problema es que las compañías estadounidenses aún no pueden abrir una tienda o restaurante en Irán. Sin embargo, una filial europea podría hacerlo.

“Si una empresa como Apple o HP quiere involucrarse con Irán, tendría que hacerlo con sus filiales en el extranjero”, explica Patrick Clawson, director de investigación en el Instituto Washington para la Política de Cercano Oriente. Pero incluso entonces, “ellos tienen que establecer una línea muy clara para que sus filiales extranjeras no le reporten a ningún ciudadano estadounidense”.

En pocas palabras, los estadounidenses no pueden estar involucrados en la toma de decisiones o acuerdos de negocios.

“Todo este asunto va a ser un gran dolor de cabeza en cuanto al cumplimiento”, dice Farhad Alavi del Akrivis Law Group.

McDonald’s no respondió a la solicitud de comentarios por parte de CNNMoney.

¿Qué sigue para las relaciones entre Estados Unidos e Irán?

La firma de Alavi ayuda a muchas empresas a aplicar al Departamento del Tesoro de Estados Unidos para recibir autorizaciones a fin de hacer negocios con Irán. El interés ha aumentado desde que el acuerdo con Irán se firmó en julio, pero él dice que las empresas estadounidenses tienen razón en ser cautelosos.

Estados Unidos ya ha puesto nuevas sanciones contra Irán desde el sábado a causa de una prueba de misiles. Los negocios ahora tienen que lidiar con ellas. Y la elección presidencial de 2016 podría dar lugar a más sacudidas en las relaciones entre Estados Unidos e Irán.

“Si yo fuera una compañía, estaría preocupado por el hecho de que las reglas podrían cambiar de nuevo en enero de 2017”, dice Clawson.