(CNN) – Los Ángeles acogerá el regreso del fútbol de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés) con la construcción de un nuevo complejo con estadio con 80.000 asientos y un ‘NFL Disney World’, el que se espera que se convierta en la arena deportiva más costosa del mundo.
El desarrollo de un poco más de 121 hectáreas en Inglewood, a unos kilómetros desde el centro de Los Ángeles, le proporcionará una nueva sede a la franquicia de los Rams de la NFL, cuyo regreso a su antiguo hogar fue aprobado por los oficiales de la liga el martes pasado. El desarrollo tiene un costo estimado de 2.600 millones de dólares… más de 1.000 millones de dólares más que el MetLife Stadium de New Jersey, la que actualmente es la sede más costosa de la liga.
Los desarrolladores dicen que la capacidad del nuevo estadio podría superar las 100.000 personas para eventos especiales. El alcalde de Inglewood, James Butts, ya ha anunciado sus ambiciones de ser los anfitriones del Super Bowl, lo que los desarrolladores dicen que será la “piedra angular” de un distrito para eventos deportivos, musicales y de entretenimiento durante todo el año.
Los Angeles Times informó que un “propietario” no identificado compara sus ambiciones para el desarrollo del parque con el parque temático de Disney World de la Florida. La presencia del desarrollo es aproximadamente del doble del tamaño del Disneyland Resort original, en Anaheim, California, y también será la sede de una sala de espectáculos de 6.000 asientos, más de 139.354,56 metros cuadrados de espacio comercial y de oficinas, 2.500 viviendas, un hotel de 300 habitaciones y un poco más de 10 hectáreas de parques.
Los Rams, quienes jugaron en el área de Los Ángeles durante casi 50 años, le darán a la ciudad su primer equipo de la NFL desde 1995… año en que los Rams se fueron a St. Louis y que los Raiders se fueron a Oakland.
Al propietario de los Rams y promotor inmobiliario, Stan Kroenke, quien tiene una fortuna personal estimada en 7.400 millones de dólares, se le atribuye haber encabezado el regreso del fútbol americano a la segunda ciudad más grande del país.
Se espera que el nuevo estadio se termine a tiempo para la temporada 2019 de la NFL, y que, hasta entonces, el equipo juegue en su antiguo hogar, Los Angeles Memorial Coliseum. Los propietarios del equipo han comenzado a cortejar a los Chargers de San Diego y a los Oakland Raiders para que se unan a ellos en la nueva sede, en el sitio del antiguo hipódromo Hollywood Park.
El estadio
El espacio multipropósito de casi 288.000 metros cuadrados será el más grande de la liga (en pies cuadrados).
Se ha contratado a gigantes de la arquitectura internacional, HKS, para diseñar el lugar y han anunciado que este se centrará en un dosel transparente de casi 7,69 hectáreas, el cual cubrirá todo el estadio y partes del desarrollo que lo rodean.
El dosel será fabricado del mismo plástico transparente ETFE que recubre el estadio del Bayern Múnich, el Allianz Arena y el Centro Acuático Nacional de Beijing.
El Estadio de Múnich cambia de color, de rojo a blanco a azul, según el equipo –Bayern, segunda división del 1860 Múnich o el lado nacional alemán– que esté jugando en el estadio ese día. Los arquitectos aún no han dicho si contará con indicaciones de colores similares si dos o más equipos fueran los anfitriones de los partidos en el nuevo estadio en Inglewood.
Los Rams están instando a los Chargers, actualmente con sede a 200 kilómetros al sur de Los Ángeles, en San Diego, para que compartan el estadio y que financien una porción de los enormes costos, y a los Oakland Raiders como último recurso.
Kroenke ha estimado públicamente el costo en 1.860 millones de dólares, pero Los Angeles Times cita a “funcionarios y propietarios (de la NFL)” anónimos que dicen que el costo real podría alcanzar los 2.660 millones de dólares. El New York Times y otros han calculado un valor cercano a los 3.000 millones de dólares.
La NFL ya afirma que es el estadio más costoso del mundo. Ese título pertenece al MetLife Stadium en East Rutherford, Nueva Jersey, el hogar de los equipos de Nueva York –los Giants y los Jets– que abrió sus puertas en 2010 con un costo de 1.600 millones de dólares. Los Dallas Cowboys y los San Francisco 49ers también se encuentran entre un grupo de equipos a nivel mundial que juegan en estadios que cuestan más de 1.000 millones de dólares.
Fuera de Estados Unidos, los estadios con presupuestos superiores a 1.000 millones de dólares son raros. La casa del fútbol de Londres, Wembley Stadium, cruzó la marca en 2007. Tokio abandonó los planes para un estadio de 2.000 millones de dólares que diseñó Zaha Hadid en julio pasado, en medio de los crecientes costos, por un diseño más económico en progreso.