Stan Grant , en el discurso sobre por qué "El racismo está destruyendo el sueño australiano".

(CNN)– El poderoso discurso de un prominente periodista australiano sobre el historial de su país en cuanto a los derechos de los indígenas fue visto más de un millón de veces en tres días.

El discurso, de Stan Grant en el debate de Ethics Center el año pasado, fue publicado en línea apenas unos días antes del día festivo nacional, el Día de Australia.

Tradicionalmente es un día de hacer barbacoas y de ver banderas que ondean al viento mientras los nuevos ciudadanos hacen cola para recibir sus certificados, y los lugareños discuten la lista más reciente de honores del Día de Australia.

Sin embargo, para una pequeña parte del país, ese día es visto como una celebración de las injusticias perpetradas en contra de los pueblos indígenas del país, desde la matanza llevada a cabo por colonos blancos, hasta la incautación forzosa de sus tierras y el secuestro de sus hijos.

Los tres son crímenes cometidos contra los pueblos indígenas de Australia, después de la llegada de los primeros colonos británicos a Port Jackson, Nueva Gales del Sur, en la primera flota en 1788. Y los tres fueron mencionados en el discurso de Grant, en el marco del debate sobre por qué “El racismo está destruyendo el sueño australiano”.

“El sueño australiano. Cantamos al respecto, lo recitamos en versos”, dijo Grant, citando una parte del himno australiano: “Australianos, regocijémonos porque somos jóvenes y libres”.

“Mi pueblo muere joven en este país. Morimos 10 años antes que los australianos promedio y estamos lejos de ser libres”, dijo Grant, quien proviene del pueblo wiradjuri de la región central de Nueva Gales del Sur.

Las estadísticas lo respaldan.

Brecha que no se ha cerrado

En 2014, la edad media más baja de muerte para los indígenas e isleños del estrecho de Torres era de 49,9 años, registrada en el estado de Australia Occidental. Para la población no indígena, la edad media era de de 78,5 años para los hombres y 84,8 para las mujeres.

Para la población indígena, las tasas de mortalidad infantil son más altas, al igual que las tasas de suicidios. Y durante sus vidas, las personas indígenas tienen entre dos y cinco veces más probabilidades de estar expuestas a la violencia —como víctimas o como delincuentes— que las personas no indígenas, según el Social Justice and Native Title Report de 2015.

Grant presentó las estadísticas en un atrevido blanco y negro, y le dio a las injusticias los rostros de su familia, su comunidad, su pueblo.

“Mi pueblo era apresado y era puesto en misiones de las que, si escapabas, te perseguían, te ataban y te arrastraban de vuelta y todo sucedía ahí. Sucedía en la misión de la que provenía mi abuela y mi bisabuela, de Warrengesda en Darling Point del río Murrumbidgee. Lee al respecto. Sucedió”.

El autor y comentarista Mike Carlton tuiteó lo siguiente: “Honestamente, creo que este discurso de Stan Grant un día será considerado como un momento al estilo de Martin Luther King”.

Retomar la conversación

El comisionado australiano de Justicia Social, Mick Gooda, dijo a CNN que el discurso de Grant reavivó una conversación que comenzó en 2014 con lo que llamó “racismo informal” dirigido al jugador Adam Goodes de la AFL. Las multitudes lo abucheaban en el terreno de juego porque él era un indígena de alto perfil quien se refería al racismo cuando veía un incidente de ese tipo, dijo Gooda.

“Si bien tenemos una población base en Australia que no han avanzado tanto como quisiéramos, existe otro grupo de personas que sí lo han hecho. Y es con ellos con quienes nos tenemos que involucrar”, dijo Gooda.

La ministra de Asuntos Indígenas de Nueva Gales del Sur, Leslie Williams dijo lo siguiente: “La sanidad es un tema complejo y sensible que requiere de un debate reflexivo y considerado. El discurso de Stan Grant ha impulsado esta conversación tan necesaria a la corriente dominante”.

Algunos usuarios de Facebook comentaron que ya había habido demasiada conversación, al sugerir que era hora de superarlo y seguir adelante. Otros dijeron que debería ser obligatorio ver el discurso para un país que aún está arraigado en el racismo.

“Creo que este es uno de esos grandes temas no resueltos en la sociedad australiana. No estoy seguro de que alguien tenga necesariamente una respuesta perfecta al problema, pero muchas personas se preocupan por ello”, dijo Ed St John, gerente general ejecutivo del Ethics Centre que publicó el video en línea.

Reconocimiento en la constitución

En una columna para el diario The Guardian, donde es editor de asuntos indígenas, Grant dijo que estaba “estupefacto, honrado y perplejo” por la respuesta.

“Los australianos están llegando a esto con los oídos recién abiertos y con la vista clara; sin embargo, hemos estado contando esta historia durante mucho tiempo”, escribió. Grant dijo que él no quería que lo compararan con Martin Luther King, un sentimiento que dijo, era “halagador pero embarazoso”.

El principal impulso del discurso de Grant fue un mensaje a los australianos en relación a que son mejores que el racismo, el cual argumentó, estaba “matando el sueño australiano”.

“Un día, quiero pararme aquí y poder decir con tanto orgullo y tan fuerte como cualquier otra persona en esta sala, australianos, regocijémonos”.

El próximo año, él podría tener su oportunidad. El país llevará a cabo un referéndum respecto a si se debe incluir o no a los indígenas y a los isleños del estrecho de Torres en la constitución australiana, y eliminar las cláusulas que permiten la discriminación racial.

“Australia como nación fue formada en 1901. Mi pueblo ha estado en Australia durante 20.000 años”, dijo Gooda. “Así que para nosotros, una vez estemos incluidos en la constitución, tendremos una razón para celebrar, pero no en este momento”.