(CNN) – Carreteras con hielo, pistas de aterrizaje todavía cubiertas de nieve y vías de tren bloqueadas. Es el panorama al que se enfrentan miles de residentes de la costa este de Estados Unidos este lunes tras la masiva tormenta que azotó la región en los últimos días.
La conclusión es que el hecho de que haya dejado de nevar no quiere decir que haya vuelto la normalidad para la gente.
“En todos los estados donde nevó algo, verán que por la noche se vuelve a congelar”, dijo el meteorólogo de CNN Tom Sater.
Esta situación llevó a las autoridades a advertir el domingo de los peligros a los que se enfrentaban las ciudades a pesar de los avances con la limpieza de calles tras la tormenta.
“Seguiremos teniendo carreteras resbaladizas y peligrosas, así que sigan evitando manejar”, dijo a la prensa la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.
Por su parte, la alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, declaró que su ciudad había experimentado una nevada “histórica”.
“Pido a la gente que siga teniendo paciencia… hay que quitar una cantidad récord de nieve”, agregó
El sistema ferroviario de Long Island, que según las autoridades sufrió daños de importancia durante el temporal, planeaba reabrir siete de sus 12 tramos este lunes. Los otros cinco, que representan aproximadamente el 20% del tráfico del sistema, seguía cerrado por reparaciones.
Mientras, en Washington se iba a reanudar un número limitado de vuelos, mientras las cuadrillas de limpieza seguían retirando nieve de las pistas.
Las oficinas del gobierno en la capital permanecerán cerradas este lunes, así como las dependencias estatales en Maryland y Virginia.
Las escuelas públicas de Washington y Filadelfia, y algunas en Nueva Jersey y la ciudad de Nueva York también cerrarán el lunes.
Los tres principales aeropuertos que conectan a la ciudad de Nueva York están abiertos, pero cientos de vuelos fueron cancelados.
La tormenta ha causado al menos 27 muertos: 9 en Nueva York, 6 en Carolina del Norte, 6 en Virginia; Kentucky, Maryland, Ohio, Pennsylvania, Delaware y Washington reportaron una muerte cada uno.