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(CNN)– Aviones propulsados ​​por hidrógeno, aviones que se reparan solos, aviones que vuelan a Mach 10 o que funcionan con el calor corporal… El mundo de los aviones que no existe, pero que podría hacerlo (y tienen representaciones sofisticadas para probarlo), de hecho, es rico.

Ahora, el inventor ucraniano Vladimir Tatarenko ha añadido un nuevo concepto de avión al montón: este tiene una cabina que se desprende de la cabina de mando cuando el avión se va a pique.

La idea es que en el caso de una emergencia, los pilotos puedan presionar un botón que permita que la cabina —completa con pasajeros y carga— se desprenda del resto del avión y flote para estar a salvo con la ayuda de paracaídas adjuntos.

Los pilotos en sí, al parecer, no tienen mucha suerte.

Quizás te preguntes, ¿qué pasa si la cabina aterriza sobre el agua? Contaría con tubos inflables para mantenerla a flote.

De acuerdo con un vídeo de YouTube, que Tatarenko publicó el mes pasado, él está buscando inversionistas para este nuevo proyecto.

Antes de sacar todo el dinero de tu billetera, algunos miembros de la comunidad de aviación consideran que el concepto es un tanto descabellado.

Para empezar, el costo de fabricar y probar este nuevo avión sería, sin duda, exagerado.

Las aerolíneas ya gastan entre 100 millones y 350 millones de dólares por avión… y eso sin tomar en cuenta los costos de mantenimiento anuales.

Estas no se sentirían muy motivadas a sustituir una flota confiable con un concepto no probado, sobre todo porque las muertes por accidentes aéreos son extremadamente poco comunes.

Según la asociación de aerolíneas IATA, en el 2014 (un año trágico para los vuelos aéreos), de los 3,3 millones de pasajeros que viajaron, hubo un total de 641 víctimas mortales.

Esta en realidad es una tasa de seguridad sorprendentemente alta. Quizás el dinero sería mejor gastado tratando enfermedades cardíacas, las cuales son responsables de más de 610.000 muertes al año solo en Estados Unidos.

¿Dónde aterrizará?

Dejando lo económico a un lado, la mecánica parece… bueno, un poco dudosa. Como señala un comentarista de la página de YouTube de Tatarenko:

“Todo este concepto debilita drásticamente la estructura del avión, porque ahora tienes que contar con juntas y accesorios para conectar un fuselaje con un cuerpo, donde alguna vez tenías un fuselaje completo para reforzar la estructura del avión”.

Además, ¿qué pasa si la cabina expulsada no aterriza —como se muestra en el video— en un pedazo de terreno convenientemente plano? ¿Qué sucede si impacta contra montañas o edificios?

Sin pilotos (o, de hecho, alas) para dirigirlo, ¿quién le podría decir dónde debería aterrizar?