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(CNN)– ¿Te has sentido desanimado en las últimas dos semanas? ¿Con qué frecuencia te sientes cansado o como si no pudieras concentrarte?

Estas son algunas de las preguntas que tu médico podría hacerte para determinar si estás en riesgo de depresión. Si se siguen las nuevas recomendaciones de la Preventive Services Task Force de Estados Unidos, los médicos de atención primaria harán este tipo de evaluación de depresión a todos los pacientes adultos al menos una vez.

Según las recomendaciones de este panel de expertos todas las personas mayores de 18 años deben ser examinadas, y no solo en las clínicas donde se han implementado sistemas para conectar a las personas en riesgo con los centros de asistencia de salud mental. Por otro lado, los médicos de atención primaria deben examinar a las mujeres que están embarazadas o que hayan dado a luz recientemente, dos grupos no incluidos en recomendaciones anteriores.

Con estas nuevas recomendaciones, los doctores de atención médica primaria incluyen no solo a médicos de cabecera, sino a ginecólogos que le proveen a las mujeres atención primaria y a los obstetras cuando las mujeres están embarazadas y en los meses posteriores al parto, dijo el Dr. Michael P. Pignone, profesor de medicina de la Facultad de Medicina en la Universidad de Carolina del Norte y uno de los autores de las recomendaciones, publicadas el jueves en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense.

Alrededor del 7 omendaciones del grupo de trabajo, la depresión es la principal causa de discapacidad entre los adultos de los países de ingresos altos, aumenta el riesgo de muerte y disminuye la calidad de vida de los pacientes y sus familiares.

¿Cómo funciona la evaluación?

Muchos médicos de atención primaria probablemente ya están examinando a las personas para detectar la depresión. “Aún no sé si es universal, pero se está desplazando en esa dirección”, dijo el Dr. Michael E. Thase. Agregó que las recomendaciones actuales probablemente llevarían las evaluaciones más allá. De hecho, algunos sistemas médicos electrónicos requieren que los médicos digan que han examinado a un paciente antes de que puedan completar la cita. Thase no participó en la creación de las recomendaciones, pero escribió un editorial sobre las mismas en la misma edición de la revista.

Un escenario común para la evaluación es que un paciente complete una prueba en papel o por vía electrónica mientras que esperan que el doctor los atienda. Si la prueba revela que un paciente está en riesgo de depresión, un médico o enfermera hace una evaluación más completa y habla con el paciente sobre si se debe iniciar el uso de antidepresivos o terapia.

La investigación encontró que una prueba de nueve preguntas llamada “Cuestionario sobre la salud del paciente” funciona muy bien para identificar a las personas que están en riesgo de padecer depresión. Además de preguntar sobre el estado de ánimo, fatiga y concentración, se le pregunta a la gente sobre su apetito, si han tenido interés por algunas actividades y si han pensado en hacerse daño a sí mismos en las últimas dos semanas.

El grupo de trabajo recomienda también una prueba de siete preguntas como una alternativa para la evaluación de la población general. Los adultos y mujeres de mayor edad durante el período perinatal deben ser examinados con variaciones de estas pruebas.

Existe suficiente evidencia sobre la efectividad de estas pruebas, pero tienen defectos.

“Puedes saber exactamente sobre qué tratan las pruebas, así que es posible que respondas ‘no’ a todas las preguntas si no quieres que descubran que estás deprimido y obtienes una puntuación de cero, pero esperamos que eso no suceda a menudo”, dijo Thase.

Otra cuestión es que las pruebas a menudo identifican a las personas que tienen otros trastornos, como alcoholismo o trastorno obsesivo compulsivo. En el caso de la prueba de nueve preguntas, alrededor de la mitad de las personas que son seleccionadas inicialmente en realidad tienen algo distinto a la depresión.

“Allí la evaluación aún sigue siendo valiosa porque efectivamente muestra una señal de socorro… y al aclarar cómo están sufriendo pueden obtener ayuda”, dijo Thase.

En cuanto a la frecuencia en que la gente debe ser examinada, el grupo de trabajo fue cauteloso en no hacer ninguna recomendación. “Esta es una de las cuestiones que consideramos que necesitan más investigación”, dijo Pignone.

Aunque todos los pacientes adultos deben ser examinados al menos una vez, los grupos con mayor riesgo de depresión, tales como aquellos con un historial de depresión o una enfermedad crónica como la diabetes, posiblemente deben ser examinados con más frecuencia, escribió Thase en su editorial.

Otro punto importante es que “las personas identificadas con depresión necesitarán seguimiento para asegurar que son tratadas efectivamente y que se resuelva su depresión”, dijo Pignone.

¿Acaso la evaluación realmente ayuda?

Parte de la razón por la que la medida recomienda la evaluación en la población general es porque, como dice el grupo de trabajo, “el servicio de atención médica para la depresión ahora es mucho más accesible y aceptado como parte de la asistencia de salud mental”.

“Creemos que todas las prácticas deben tener sistemas adecuados para detectar, tratar y dar seguimiento a la depresión”, dijo Pignone. Aunque no hay un seguimiento para saber si realmente lo hacen, “creo que comparado a hace 15 años, más prácticas de atención médica primaria están equipadas para hacer este trabajo”, agregó.

Lo más importante es que los médicos de atención primaria reciban capacitación sobre cómo identificar a las personas con depresión y luego se les debe tratar, como por ejemplo con antidepresivos o bien referirlos a un proveedor de atención de salud mental, dijo Pignone.

Existe suficiente evidencia de que la evaluación conduce a mejoras sólidas en los síntomas depresivos cuando se cuenta con los sistemas de asistencia médica adecuados y que incluso hay mejoras cuando se carece de sistemas de asistencia, dijo.

La situación ideal sería que estos profesionales de salud mental, como terapeutas, formen parte de la práctica de atención primaria “para que puedan trabajar conjuntamente con el proveedor de atención de salud física, para así atender las necesidades de salud mental del paciente”, dijo Ellen L. Poleshuck, profesora asociada de psiquiatría y obstetricia y ginecología en el Centro Médico de la Universidad de Rochester.

“Las recomendaciones proveen apoyo en relación a por qué tenemos que implementar recursos adicionales” en las zonas que no cuentan con los recursos adecuados, dijo Poleshuck, quien también es directora de Collaborative Care Services y de Women’s Behavioral Health Service en el centro médico.

Sin embargo, ella no cree que se deba postergar la evaluación de estas áreas en el ínterin. “La gente se sentirá deprimida ya sea que la evaluamos o no”, dijo Poleshuck.

Evaluando a las mujeres embarazadas y a las nuevas mamás

Poleshuck añadió: “Una de las cosas que creo que es interesante sobre estas nuevas recomendaciones es la decisión de especificar que estas incluyen a las mujeres embarazadas y puérperas, porque sabemos que la depresión no tratada en estas mujeres puede afectar al bebé, así como a la madre”.

Las investigaciones han relacionado la depresión durante el embarazo y después del parto con parto prematuro y bajo peso al nacer, problemas de estado de ánimo y retrasos en el desarrollo del niño, entre otras complicaciones.

El grupo de trabajo ofrece consejos sobre el tratamiento de estas mujeres. Debido a que aún existen interrogantes en relación a la seguridad de los antidepresivos para los fetos y bebés lactantes, ellos recomiendan que los médicos primero intenten tratar a las mujeres con terapia, como por ejemplo terapia cognitivo-conductual.

“En gran medida estoy de acuerdo con eso”, dijo Poleshuck. “Creo que en el caso de las mujeres con depresión severa o historial de responder bien a los antidepresivos en el pasado, es posible que deseemos considerar el tratamiento con antidepresivos de forma anticipada. Creo que tiene que ser una decisión específica del paciente”.

El informe actual del grupo de trabajo coincide con el de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia al recomendar la evaluación de depresión para todos los adultos. El Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos y la Academia Americana de Pediatría recomiendan examinar a las mujeres durante el período perinatal.