El catecismo católico expone que aparte de la "planificación familiar natural", todo lo demás que funcione para "hacer que la procreación sea imposible, es intrínsecamente maligno".

(CNN) – Los mosquitos infectados con el zika no solo están causando problemas médicos, sino también han creado problemas teológicos para la Iglesia Católica Romana, según sacerdotes y otros expertos.

La iglesia desde hace mucho tiempo ha prohibido cualquier forma de control de la natalidad, pero los funcionarios de salud en algunos países de América Latina han aconsejado a las mujeres que no queden embarazadas, porque el virus ha sido vinculado a una malformación congénita neurológica que es incurable y a menudo devastadora.

“Nunca he visto este consejo antes, y cuando lo escuchas, piensas ‘¿Qué van a hacer los obispos?’”, dijo el reverendo John Paris, un bioético y sacerdote católico en Boston College.

“Va a presentar muchos problemas para que los obispos los solucionen”, expresó Daniel Ramírez, profesor adjunto de historia y cultura estadounidense en la Universidad de Michigan, y experto en cultura religiosa de América Latina.

“Van a tener que encontrar un delicado equilibrio teológico aquí”, añadió.

Diferentes puntos de vista sobre el Catolicismo y el control de natalidad

No está del todo claro qué tantas probabilidades hay de que una mujer embarazada tenga un bebé con microcefalia. Los bebés que tienen el defecto tienen cabezas pequeñas y un crecimiento anormal de la misma, y a menudo presentan retrasos en el desarrollo, ataques, problemas con el movimiento y el habla, entre otros.

Según el Ministerio de Salud de Brasil, desde el 8 de noviembre hasta el 30 de enero, 404 bebés nacieron con microcefalia, un número inusualmente alto. Diecisiete de estos casos han sido vinculados al zika. Las autoridades están investigando otros 3.670 casos sospechosos de microcefalia.

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Los funcionarios colombianos han dicho que calculan que en el transcurso de la actual epidemia del zika, 500 bebés nacerán con microcefalia, y 500 bebés tendrán un trastorno neurológico llamado el síndrome de Guillain-Barre.

En diciembre, las autoridades en Brasil instaron a las mujeres a no quedar embarazadas. Luego, el mes pasado se produjo la advertencia en Colombia de retrasar los embarazos hasta julio. Luego en una entrevista, un funcionario de salud de El Salvador recomendó que las mujeres “intenten evitar el embarazo este año y el próximo”.

¿Significa esto que las parejas, en estos países con mayoría católica deberían abstenerse de tener sexo durante dos años? ¿O deberían usar la llamada “planificación familiar natural”? El método, que implica que una mujer controle la temperatura basal de su cuerpo y las secreciones vaginales para evitar tener sexo en los días fértiles del mes, tiene un 25% de probabilidades de fracasar, de acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.

O, debido al zika, ¿deberían las parejas deberían usar métodos más efectivos de control de natalidad?

Hasta ahora, la jerarquía eclesiástica no se ha pronunciado sobre estas preguntas.

El catecismo católico expone que aparte de la “planificación familiar natural”, todo lo demás que funcione para “hacer que la procreación sea imposible, es intrínsecamente maligno”.

El reverendo Frank Pavone, el director nacional de Priests for Life, dijo que eso significa que el control de la natalidad está mal sin importar las circunstancias. “Esa prohibición no cambia con base en las circunstancias”, dijo. “Así que las parejas tienen una responsabilidad de vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia en cualquier circunstancia en la que se encuentren”.

Sin embargo, otros sacerdotes no lo ven de ese modo.

“El enfoque polémico, respecto a que la contracepción es tortuosa o demoníaca en su origen, que viene de Satanás, a la larga podría no ser el mejor enfoque pastoral”, dijo el reverendo James Bretzke, profesor de teología en Boston College.

Él dijo que dadas las circunstancias —en este caso, un bebé podría sufrir mucho— él piensa que la iglesia podría no ser tan radical, especialmente bajo el liderazgo del papa Francisco, quien ha asumido una postura más compasiva en cuanto a muchos temas sociales, desde el aborto hasta la homosexualidad. Además, él mismo es de América del Sur, donde el virus del zika ha tenido un impacto tan grande.

“En las en las enseñanzas de la Iglesia Católica, algunos dirían que sería aceptable tratar de evitar la concepción en casos como este”, dijo Bretzke.

Paris, el bioeticista, estuvo de acuerdo en que las circunstancias atenuantes requieren de enfoques más matizados. “En el mundo antiguo, no podías comer carne el viernes, pero si te estabas muriendo de hambre, y la carne era la única comida disponible, por supuesto que podías comer carne”, dijo.

O considera a las familias alemanas que en las secuelas de la Segunda Guerra Mundial robaron carbón, dijo. “La Biblia dice ‘no robarás’, pero ¿está mal que un padre tomar un balde de carbón para evitar que su familia se congele hasta morir? La respuesta es no, por supuesto, que no”, dijo Paris.

Los próximos pasos de la Iglesia

Los representantes del Consejo de Obispos de Latinoamérica no respondieron a las indagaciones de CNN. Pavone dijo que espera que los obispos en algún punto brinden una declaración que instruya a los católicos a no usar métodos de control de la natalidad “artificiales”.

Pero Bretzke y Paris, quienes como el papa Francisco son jesuitas, dijeron que piensan que la iglesia seguramente permanecerá en silencio sobre el tema. “Será interesante ver si intervendrán y cómo lo harán los líderes católicos en estos países”, dijo Bretzke.

Ramírez, el historiador de la Universidad de Michigan, señaló que en términos prácticos, no tendría importancia. Así como en Estados Unidos, muchos católicos en Latinoamérica de todas formas no siguen las recomendaciones de la iglesia sobre el control de la natalidad. De acuerdo con una encuesta realizada por Univisión, una cadena de televisión en español, el 88% de los mexicanos, el 91% de los colombianos y el 93% de los brasileños apoyan el uso de anticonceptivos.

Ramirez dijo que piensa que la Iglesia Católica podría opinar sobre el zika y el control de la natalidad, quizás en su nivel más alto. Para finales del próximo mes, se espera que el papa Francisco brinde una exhortación apostólica sobre la vida familiar. Su informe tomará en consideración las recomendaciones de obispos de alrededor del mundo, quienes discutieron estos temas en un sínodo, o reunión, en Roma el pasado otoño.

“Pienso que la situación con el zika podría hacer que el Vaticano agregue un par de advertencias a cualquier documento que salga del sínodo”, expresó Ramírez. “Y habrá algún margen en la era de Francisco para tener un enfoque más matizado al tema de la anticoncepción”.

Expresó que piensa que el enfoque considerará la situación sin precedentes que el zika presenta.

“Pienso que el mensaje será que independientemente de lo que ustedes como católicos casados decidan, los acompañaremos”, expresó. “Te animaremos a seguir los preceptos de la Iglesia, pero cuando no lo hagas, aun así te amaremos y aceptaremos”.