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Nota del editor: Roxanne Jones, editora fundadora de ESPN Magazine y ex vicepresidenta en ESPN, ha trabajado como productora y reportera para el New York Daily News y el Philadelphia Inquirer. Fue nombrada mujer del año 2010 por Women in Sports and Events. Jones es coautora de “Say It Out Loud: An Illustrated History of the Black Athlete” y directora ejecutiva del Push Marketing Group. Las opiniones expresadas en este comentario son exclusivamente las de la autora.

(CNN) – Gente de raza negra sin remordimientos, esa es la actitud que Beyoncé, y en gran medida el mariscal de campo de los Carolina Panthers, Cam Newton, llevaron al Super Bowl 50. Y como una aficionada de toda la vida a la NFL que ha asistido a más de 15 Super Bowls, Bey y su audaz tributo de medio tiempo cronometrado a la perfección e inspirado en los Black Panters fue un espectáculo hermoso. Lo fue todo.

Roxanne Jones.

Sin pedir permiso, Beyoncé redefinió lo que significa que una celebridad domine el escenario mientras todo el mundo está observando. Al ir más allá del juego y del brillo, la ícono del pop de 34 años usó su poder de estrella para arrojar luz sobre el problema de la raza en Estados Unidos. Cantó una versión adaptada de su nuevo sencillo, “Formation”, y Beyoncé se atrevió a usar el evento más visto de la nación como una plataforma para gritar #blacklivesmatter (Las vidas de los negros importan).

Hubo referencias a Michael Jackson, a las presentaciones de Black Greek, a Malcom X y un saludo al aniversario no. 50 de la fundación de las Black Panters. Por un minuto, al ver cómo Beyoncé y esas fuertes mujeres negras con boinas y grandes afros marchaban al campo, me olvidé que estaba viendo una presentación en el Super Bowl. Por primera vez, sentí que no era una espectadora del juego, sino que el juego se había vuelto parte de mi experiencia como persona negra en Estados Unidos. Con solo un poco de la letra, Beyonce se conectó con las mujeres negras en todas partes. Su presentación se volvió personal.

I like my baby hair, with baby hair and afros
I like my negro nose with Jackson Five nostrils
Earned all this money but they neva take the country out me

I got a hot sauce in my bag, swag.

Añádele a eso el mensaje a favor de la comunidad LGBT de la presentación de Coldplay y la conmovedora interpretación de Lady Gaga de nuestro himno nacional, y tienes una visión del país en el que aspiro a vivir algún día. Una nación donde la igualdad y la justicia no solo estén reflejadas en las palabras que recitamos, sino en nuestras interacciones diarias unos con otros. Esta es una visión de los Estados Unidos por los que hombres como Malcom X, el reverendo Martin Luther King Jr., Huey Newton y demasiados de mis antepasados y sus defensores lucharon y murieron.

Tristemente, esta es una visión de Estados Unidos que aún asusta a algunas personas.

Así que, como era de esperarse, los críticos de Beyonce arremetieron con toda su fuerza, y dijeron que el espectáculo de medio tiempo tenía un fuerte contenido político, era una agresión contra los oficiales de policía y era escandaloso. “Aquí hablamos de fútbol, no de Hollywood”, se quejó el exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani más adelante, demostrando cuán alejado está de la cultura de los deportes. La verdad es que la NFL, una industria multimillonaria y repleta de estrellas, se unió a Hollywood hace mucho tiempo.

El problema es que Giuliani y esos críticos están alejados de mucho más que el deporte. Ellos están fuera de contacto con Estados Unidos Se comportan como si la devastación del huracán Katrina, el cual afectó desproporcionalmente a los negros pobres, no ocurrió en suelo estadounidense. Se comportan como si demasiados hombres y jóvenes negros que no portaban armas no han recibido disparos y han sido asesinados por oficiales de la policía en suelo estadounidense. Se comportan como si el racismo sistemático no existe en los Estados Unidos. Y como si no tuviéramos el derecho a protestar ante esta brutalidad y exigir reformas a la aplicación de la ley al proclamar #blacklivesmatter. Te guste o no, Giuliani, el mensaje de Beyonce llegó justo a tiempo.

Su video “Formation” presenta escenas de jóvenes negros que bailan frente a la policía antidisturbios, quienes señalaron su rendición poniendo sus manos en alto, en referencia al himno “Hands up, don’t shoot” (“Manos arriba, no disparen”) del movimiento Black Lives Matter, inspirado por el el asesinato en 2014 de Michael Brown en Ferguson, Missouri. Tidal, el servicio de streaming de su esposo, Jay Z, supuestamente planifica donar 1,5 millones de dólares al movimiento Black Lives Matter.

Nosotros tendemos a criticar a las celebridades por hablar sobre política, por tomar una posición sobre asuntos graves. Resentimos cuando estrellas como Cam Newton le hacen frente a la raza directamente como lo hizo antes del gran juego, al afirmar que él no les agrada a muchos aficionados porque es un mariscal de campo negro y desenvuelto. Pero en nuestro mundo enloquecido por la cultura pop e impulsado por mensajes, no hay duda en que las voces de las celebridades pueden influenciar las vidas de muchos. Celebridades como Beyonce, Lady Gaga y Bruno Mars son parte de una generación refrescante de voces famosos que demuestran que la fama puede y debería ser usada para abogar por la justicia social.

Así que digo gracias, Queen Bey, por tener el valor creativo para unirte a la lucha por la justicia. Te luciste.