Según nuevas recomendaciones, todos los adolescentes deben de ser tratados por doctores de cuidados primarios para identificar signos de depresión.

(CNN) – Todos los doctores que brindan atención primaria, entre ellos los pediatras y los médicos de cabecera, deberían examinar a los adolescentes rutinariamente para detectar la depresión, indicaron las nuevas recomendaciones de la Fuerza de Trabajo de Servicios de Prevención de Estados Unidos, y esos doctores deberían implementar un sistema para brindarlo a los jóvenes tratamiento para la depresión si lo necesitan.

El grupo decidió que había suficiente evidencia para apoyar a los jóvenes comprendidos entre los 12 a los 18 años de edad. Para los niños menores de 12 años, no hay suficiente prueba de qué exámenes funcionan y qué tratamientos son efectivos para recomendarlos a fin de que los doctores analicen a todos los individuos en este grupo de edades.

Las nuevas recomendaciones para examinar a los adolescentes “en gran medida son paralelas a las recomendaciones para los adultos (18 años y más)”, dijo el Dr. Alex H. Krist, profesor adjunto de medicina familiar en Virginia Commonwealth University y miembro de la fuerza de trabajo que escribió las recomendaciones, las cuales fueron publicadas el lunes en la revista Annals of Internal Medicine.

La última versión de las recomendaciones tanto para adolescentes como para adultos, en 2009, establecía que los doctores solo deberían examinar a los pacientes para detectar la depresión si había sistemas en vigor para ayudar a que los individuos que se encuentran en riesgo obtengan el tratamiento y seguimiento adecuado. Eso ya no es suficiente Los doctores deberían implementar esos sistemas, si es que no lo han hecho ya, y examinarlos a todos.

“Creemos que el cuidado de la salud ha avanzado mucho, y ahora la norma es tener estos sistemas en vigor”, dijo Kirst.

La Fuerza de Trabajo no describió los tipos de sistemas que los médicos que brindan atención primaria podrían crear, pero existe un amplio rango de posibilidades, como el hecho de que haya especialistas en la salud mental en las clínicas de atención primaria, o referir a los pacientes que se encuentran en riesgo a terapeutas en otras clínicas en la comunidad, dijo Kirst. Algunos expertos creen que la mejor situación para los pacientes es que haya especialistas en salud mental en la clínica para que puedan ir directamente a ellos a fin de recibir un diagnóstico y discutir opciones de tratamiento.

“La línea de frente de la salud mental en adolescentes se encuentra en la atención pediátrica y en la atención por parte de médicos de cabecera”, dijo el Dr. Gary Maslow, profesor adjunto de pediatría, psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad de Duke, quien fue coautor de un editorial acerca de las nuevas recomendaciones. Los principios reiteran cuán importante es que los médicos que brindan atención primaria examinen a los adolescentes, dijo.

Examinar a los adolescentes no es difícil, dijo Maslow. “No creo que sea mucho más complejo que las cosas que los doctores ya están haciendo”.

Sin embargo, la recompensa es grande. “El mayor desafío es identificar a los adolescentes”. “Ellos podrían verse bien, pero “sin que sean examinados, pueden pasar desapercibidos y no llegan a recibir atención sino hasta que los síntomas empeoran”, dijo Maslow. “Creo que tenemos medicamentos y terapias que son efectivas”.

Los antidepresivos son recomendables para los adolescentes

Las recomendaciones especificaron dos tipos de cuestionarios para que los doctores usen al momento de examinar a los adolescentes. Uno de ellos, el PHQ-A, es una versión de la prueba de nueve preguntas para adultos llamada “Patient Health Questionnaire”, modificada para adolescentes. El otro se basa en una encuesta de 21 preguntas que indagan acerca de los síntomas de la depresión.

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La Fuerza de Trabajo no proporcionó orientación en cuanto a con qué tanta frecuencia los doctores deberían examinar a los adolescentes, porque “no existen tantos datos sobre cuál es el mejor intervalo”, dijo Krist. “En mi clínica, nuestro objetivo es examinar a los adolescentes y adultos cada año, comúnmente durante un examen de bienestar”.

Otro cambio en las recomendaciones actuales es apoyar el uso de medicamentos antidepresivos para tratar a los adolescentes que padecen de depresión. “En 2009, la evidencia de los beneficios giraba en torno a la terapia… así que defendíamos la terapia. Ahora decimos que puede ser medicamentos, terapia o una combinación de ambos, dijo Krist. Una terapia común para este grupo de edades es la terapia cognitiva del comportamiento, la cual se enfoca en modificar pensamientos y comportamientos.

Una investigación reciente ha encontrado que el escitalopram, conocido como Lexapro, estaba relacionado a una mejor recuperación de los síntomas depresivos entre los adolescentes de 12 a 17 años de edad, en comparación con un control de placebo, y no estaba relacionado con mayores efectos adversos. Los dos antidepresivos aprobados para su uso en adolescentes son el fluoexetine, conocido como Prozac, y Lexapro, para los individuos a partir de los 8 y 12 años, respectivamente.

Al recomendar ciertos medicamentos y terapias, la Fuerza de Trabajo consideró estudios que compararon estos tratamientos con varios estándares: por ejemplo, si mejoraban la calidad de vida del adolescente, su salud física y social y también si disminuían los índices respecto a que los jóvenes se quitaran la vida.

“Los intentos de suicidio y los suicidios que se llevan a cabo tienen que ver con la depresión en los adolescentes, y fueron considerados en las recomendaciones”, dijo Krist. Según datos recientes, el 17% de los estudiantes de secundaria en Estados Unidos han considerado seriamente quitarse la vida el año pasado, y el 8% ha intentado el suicidio.

Depresión en niños pequeños

Aunque los principios actuales no recomendaron examinar a los niños menores de 12 años, tampoco recomendaron no hacerlo, dijo Krist. “Nuestras recomendaciones realmente son un llamado a obtener más evidencia para cada aspecto de la depresión en este grupo de edad, desde los exámenes y el diagnóstico hasta el tratamiento y el seguimiento”, dijo.

“La depresión en la niñez es importante. Si las familias están preocupadas porque su hijo pueda estar deprimido, queremos que hablen con su médico, o si el médico está preocupado, queremos que realicen una mayor evaluación y tratamiento según sea necesario”, dijo Krist.

Una de las preguntas que permanece es qué tan común es la depresión entre los niños menores de 12 años. Alrededor del 8% de los adolescentes han sufrido depresión en el último año, según una encuesta estadounidense, la cual es una tasa similar a la obtenida entre los adultos en Estados Unidos.

El mes pasado, la Fuerza de Trabajo de Servicios de Prevención de Estados Unidos publicó nuevas recomendaciones en cuanto a los exámenes para detectar la depresión en adultos y enfatizó la importancia de examinar a las mujeres embarazadas o a las que hace poco hayan dado a luz.