(CNN) – John Feit, un antiguo sacerdote católico, ha sido arrestado por un caso de asesinato de hace 56 años.
Irene Garza fue vista con vida por última vez la noche antes de la Pascua de 1960, cuando Feit escuchó su confesión en la iglesia católica del Sagrado Corazón de McAllen, Texas. Cinco días más tarde, los investigadores encontraron el cuerpo sin vida de Garza, de 25 años, boca abajo en un canal.
Feit, de 83 años, fue durante mucho tiempo el principal sospechoso del caso, pero no fue detenido sino hasta el martes en Scottsdale, Arizona.
En 2004, un gran jurado decidió no acusar a Feit.
En una declaración jurada a las autoridades y durante una entrevista con CNN en 2013, Feit negó haber matado a Garza.
Feit le dijo a la policía que Garza dejó la rectoría después de que el escuchó su confesión y que la última vez que la vio, ella estaba de pie afuera de la iglesia.
Un caso que sacudió a una ciudad
Una autopsia determinó que Garza había sido violada mientras que estaba en coma y que luego había muerto por asfixia. Junto al cuerpo de Garza los investigadores encontraron objetos que pertenecían a la iglesia, incluyendo un candelabro.
Un artículo, un visor metálico de diapositivas de fotos Kodak, pertenecía a un sacerdote de 27 años de edad que fue asignado a la iglesia: el reverendo John Feit.
Cuando fue interrogado por la policía, Feit falló en las pruebas del detector de mentiras.
Lo que también fue sospechoso fue que solo 24 días antes del asesinato, Feit había sido arrestado por atacar a otra mujer joven en una iglesia en un pueblo a unos 16 kilómetros de McAllen.
Feit no refutó un cargo menor de asalto agravado. Un juez le encontró culpable y le multó con 500 dólares sin detención.
Sacrílego
Decir que el escándalo sacudió a McAllen es un eufemismo.
Para las personas que crecieron en McAllen en ese tiempo, era inconcebible que un sacerdote católico pudiera cometer un crimen así. Esta es la forma en que los primos de Garza lo recuerdan.
“Nosotros estábamos acusando a un sacerdote que… en aquellos días los sacerdotes eran infalibles”, dijo Lynda De La Vina, quien en ese momento tenía 9 años.
Otra prima, Noemi Sigler, tenía solo 10 años cuando Garza fue asesinada. “Era imposible que un sacerdote hiciera algo así. Es decir, tan solo pensar en ello era sacrílego”.
Pero Feit fue el sospechoso probable, dijo el antiguo guardia de Texas, el teniente Rudy Jaramillo, quien comenzó a investigar el asesinato en 2002, cuando trabajó para la unidad de casos sin resolver de los Rangers. La evidencia, dijo, “sugiere e indica que señala hacia él”.
Prima de Garza: Fue un ‘encubrimiento’
Las autoridades en ese momento protegieron a Feit, dijo Sigler. “No sé si fue por respeto hacia la iglesia, ira o miedo, no tengo idea”, dijo. Poco después del asesinato, la iglesia transfirió a Feit lejos a un monasterio. Él sería trasladado a otras posiciones a lo largo del tiempo, y aproximadamente tres años después del asesinato, la iglesia transfirió a Feit al monasterio Our Lady of Assumption en Ava, Missouri.
El resguardar a Feit “se trataba de proteger a la iglesia y de alguna manera creer que la iglesia cuida de los suyos”, dijo De La Vina. “Fue lo mejor que pudo haber pasado en ese punto. Porque nada más se estaba haciendo”.
Sigler describe su perspectiva en términos más concisos: Fue “un encubrimiento”.
Durante las próximas cuatro décadas, el caso se enfrió más y, finalmente, desapareció de los titulares. Pero las primas continuaron presionando hasta 2002, cuando los Rangers y Jaramillo revigorizaron la investigación.
Las esperanzas de resolver el caso nunca fueron mayores que cuando dos testigos sorpresa independientemente se presentaron… cada uno por separado afirmaron que habían escuchado a Feit confesar.
Pero el entonces fiscal de distrito, René Guerra, retrasó la presentación del caso ante un gran jurado durante años, al decir que su testimonio no era creíble.
Finalmente, en 2004, un gran jurado escuchó el caso, pero votó para no acusar a Feit.
Otros 12 años pasaron antes de que Feit fuera detenido el martes.
Se espera que Ricardo Rodriguez, el fiscal de distrito del condado de Hidalgo proporcione más detalles mientras que Feist espera la extradición desde Arizona hacia Texas.