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(CNNMoney) – Los inversionistas perciben que la OPEP y otros productores de petróleo podrían estar tramando un acuerdo para recortar la producción en un intento por aumentar los precios.

Los futuros del crudo subieron un 12% en Nueva York el viernes, siendo el mayor aumento en un día desde el 2009 y recuperándose rápidamente de un mínimo en 12 años alcanzado previamente en la semana.

Aun así, lograr que el quisquilloso cartel acepte un acuerdo para reducir el suministro de petróleo, por no hablar uno que incluye a los rivales que no pertenecen a la OPEP, aún podría estar más lejos de lo que el mercado del petróleo cree.

Los comentarios de los principales productores siguen sembrando confusión.

Venezuela, miembro de la OPEP y el cual está desesperado por un acuerdo debido al derrumbamiento de su economía, parece optimista.

“Nos dirigimos por un muy buen camino”, dijo Eulogio Del Pino, ministro de petróleo y director de la compañía estatal petrolera. Recientemente viajó por Oriente Medio y Rusia en un intento por lograr que formaran parte de un acuerdo.

El alboroto en el mercado del viernes fue provocado por los comentarios del ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Suhail Mohammed Al Mazrouei. Durante una visita a la India, Mazrouei le dijo a una emisora árabe que la OPEP estaba dispuesta a cooperar con los productores que no pertenecen a a esta organización en relación a una reducción de suministro. Eso hizo que los mercados se vieran envueltos en un frenesí de compras.

Sin embargo, el viernes por la noche, el ministro había respondido a una solicitud de CNNMoney para aclarar su posición.

“Los Emiratos Árabes Unidos siempre están abiertos y apoyan cualquier tipo de cooperación de los miembros y no miembros de la OPEP que pueda estabilizar el mercado”, dijo Mazrouei. Sin embargo, agregó: “Creemos que las condiciones actuales del mercado obligarán a todos los productores a mantener su producción y no aumentarla”.

En otras palabras: la política de la OPEP está funcionando en cuanto a obligar a los productores de petróleo de esquistos en Estados Unidos a salir del mercado y eso, combinado con la creciente demanda, hará que los precios aumenten.

Es posible que los inversionistas se hayan entusiasmado demasiado porque interpretaron las observaciones de los EAU como un cambio por parte de los poderosos productores del Golfo, los cuales han respaldado la estrategia de Arabia Saudita en cuanto a asegurar una cuota del mercado en lugar de proteger los precios.

Eso parece prematuro. Las negociaciones aún están en curso. Una fuente importante del Golfo dijo que no podía comentar en esta etapa porque se están llevando a cabo numerosas discusiones.

Las últimas declaraciones públicas de Arabia Saudita, el peso pesado de la OPEP, se produjeron durante una mesa redonda de CNN en el Foro Económico Mundial en enero.

“No aceptaremos retirar nuestra producción para hacer espacio para los demás”, dijo Khalid al-Falih, presidente de la gigante petrolera estatal Saudi Aramco.

Sin embargo, al igual que los EAU, también dejó la puerta abierta a los recortes de producción si existe un compromiso por parte de todos los actores principales.

“Si se necesitan hacer ajustes a corto plazo y si otros productores están dispuestos a colaborar, Arabia Saudita también estará dispuesta a colaborar”, concluyó al-Falih.

Lograr que todos los actores estén alineados, sin duda no es una tarea sencilla. Por ejemplo, Rusia. El ministro de Energía Alexander Novak dijo hace dos semanas que había una propuesta “para reducir la producción por cada país hasta en un 5 por ciento”, pero agregó que era “demasiado pronto para hablar de ello”.

Igor Sechin, el director ejecutivo de la petrolera más grande de Rusia, Rosneft, optó por una línea más dura. Él señaló que la sobreproducción de la OPEP fue la causa de la caída de casi el 50% de los precios desde junio de 2015.

Hay muchas cosas a las que se pueden culpar. Según la Agencia Internacional de la Energía, el grupo de 13 miembros produjo un récord de 32,6 millones de barriles por día en enero, mientras que Rusia está manteniendo su producción en niveles récord apenas por debajo de los 11 millones de barriles por día.

Para complicar las cosas, Iraq está presionando para acelerar la producción y el archirrival regional de Arabia Saudita, Irán, quiere añadir otros 700.000 barriles por día de producción el próximo año alrededor de estas fechas.

Esa es la razón por la que la AIE dijo recientemente que el suministro podría superar la producción en la primera mitad de este año en 1,75 millones de barriles por día. Y eso es lo que al final podría obligar a los productores más grandes del mundo a buscar algún tipo de solución.

Aun así, algunos analistas creen que Arabia Saudita se mantendrá al margen hasta que exista un firme compromiso por parte de otros para hacer un recorte.

“Los sauditas son como un policía en un atasco de tráfico, cuando nadie los escucha, se van y el tráfico se complica”, dijo Fereidun Fesharaki, presidente de la consultoría FACTS Global Energy.

“Así que cuando todo el mundo está dispuesto a escucharlos, regresan”, añadió y dijo que eso podría no suceder sino hasta el 2017.