El radiotelescopio esférico de apertura FAST de China en la provincia de Guizhou, suroeste de China.

(CNN) – La ambiciosa búsqueda de China de vida extraterrestre viene con un costo humano.

Las autoridades tienen planificado desplazar a 9.110 residentes para dar paso al radiotelescopio más grande del mundo, el Telescopio de Apertura Esférica de quinientos metros, o FAST, informa la agencia estatal de noticias Xinhua de China

El enorme proyecto científico y de ingeniería le permitirá a los investigadores detectar señales de radio a una distancia tan lejana como decenas de miles de millones de años luz, lo que posiblemente nos llevaría un paso más cerca en nuestra búsqueda por descubrir si verdaderamente estamos solos en el universo.

Xinhua dijo que trasladaría a los residentes a un sitio que se encuentra a un rango de cinco kilómetros del proyecto de 185 millones de dólares, el cual se espera que sea completado en septiembre y estará ubicado en una hendidura natural en las espectaculares montañas de terreno carso en la provincia de Guizhou.

Cada residente recibirá 12.000 yuanes (1.838 dólares) en compensación.

Unos 10.000 yuanes adicionales se pondrán a disposición de los hogares de las muchas minorías étnicas de la provincia que experimentan dificultades en términos de vivienda.

Li Yuecheng, un alto funcionario provincial del Partido Comunista, dijo que el reasentamiento “crearía un buen ambiente de olas electromagnéticas”.

En China no es poco común hacer grandes traslados por proyectos públicos. Aproximadamente 1,2 millones de personas fueron trasladadas para dar paso a la presa de las Tres Gargantas.

¿Punto de inflexión?

El telescopio —cuando se complete, el plato en sí será del tamaño de 30 campos de fútbol— tiene el potencial de ser un punto de inflexión para nuestro entendimiento del universo, y para nuestra búsqueda de vida en otros planetas.

Cuando esté terminado, posiblemente detectará señales de radio —y posiblemente, señales de vida— de planetas que orbitan alrededor de un millón de estrellas y sistemas solares.

Lo alejado de su ubicación —lo que significa que habrá una interferencia mínima de otras señales de radio— y la topografía de la región lo convierten en un sitio ideal para un telescopio de este tipo.

Cuando esté en funcionamiento, superará al actual radiotelescopio más grande, el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, el cual tiene un diámetro de 305 metros.

Nan Rendong, científico principal del proyecto FAST, le dijo a Xinhua el año pasado que el enorme disco permitirá una detección mucho más precisa.

“Un radiotelescopio es como un oído sensible, que escucha para distinguir los mensajes de radio significativos de lo que es sonido blanco en el universo. Es como detectar el sonido de las cigarras en una tormenta”, dijo.

Una comparación paralela de Kepler 452-b y de la Tierra (representación de un artista).

Astronomía que avanza

Su precisión sin precedentes permitirá que los astrónomos examinen la Vía Láctea y otras galaxias, y que detecten pulsares apenas visibles; asimismo, el conjunto podría funcionar como una poderosa estación terrestre para las misiones espaciales futuras.

Y, por supuesto, avanzará en la búsqueda de señales de vida extraterrestre.

En julio de 2015, cuando la NASA descubrió un planeta similar a la Tierra llamado Kepler-452b, hubo un entusiasmo comprensible.

Este se encontraba en la llamada ‘zona Ricitos de Oro’: la distancia correcta de su sol para albergar una atmósfera y agua líquida.

Sin embargo, detectar señales de radio —señales de vida— provenientes del planeta va mucho más allá de nuestros instrumentos actuales. Pero no para FAST.

Wu Xiangping, director general de la Sociedad Astronómica China, se mostró optimista respecto a sus capacidades. “Nos ayudará a buscar vida inteligente afuera de la galaxia y a explorar los orígenes del universo”, le dijo a los medios estatales.

El actual radiotelescopio más grande de un solo plato, el Observatorio de Arecibo, en Arecibo, Puerto Rico.

Un enorme paso hacia adelante

El programa espacial de China se ha desarrollado rápidamente.

En 2003, se convirtió en la tercera nación en poner a un humano en órbita, y desde entonces, los astronautas chinos han caminado en el espacio, han lanzado un laboratorio espacial orbital y han enviado una sonda lunar.

China también está construyendo un cohete de levantamiento pesado, está planificando una misión robótica a Marte y está construyendo una estación espacial de 60 toneladas.