Airbus podría tener una solución: reemplazar asientos individuales con sillas de bancos.
El fabricante de aeronaves —que en 2013 encabezó una campaña para establecer un ancho de 18 pulgadas (45 centímetros) en las sillas como estándar en la industria— presentó una patente para un “asiento reconfigurable” que podría servir no solo para pasajeros grandes, sino también para niños pequeños.
Cinturones ajustables y desmontables garantizarían la seguridad de todos los pasajeros, sin importar su tamaño.
La patente, que fue publicada el mes pasado, llega en un momento en que el debate sobre cómo atender a los viajeros obesos se ha vuelto particularmente tenso.
En los últimos años, a los pasajeros obesos se les ha negado el abordaje, han sido humillados en foros en internet y en un caso, una persona demandó a Etihad por ser forzada a sentarse al lado de un pasajero “mórbidamente obeso”.
En 2013, Samoa Air empezó a cobrarles a los viajeros por peso, y creó un clase XL para pasajeros de tamaño grande. El año pasado, Uzbekistan Airways decidió pesar a los pasajeros “por seguridad”.