(CNN) – SeaWorld dijo el jueves que algunos de sus empleados se hicieron pasar por defensores de los animales con la intención de espiar a los manifestantes y críticos que protestan por el trato que el parque acuático les da a los animales.
Esta es la primera vez que SeaWorld ha reconocido públicamente el espionaje después de haber sido acusado de espionaje por Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) el año pasado.
En una conferencia telefónica de presentación de resultados el jueves, el director ejecutivo Joel Manby dijo que los empleados encubiertos pretendían “mantener la seguridad de la empresa, los clientes y los animales ante amenazas creíbles”.
También anunció que la Junta Directiva de SeaWorld le ordenó a la administración de la empresa que le pusiera fin a la práctica que estaban llevando a cabo los empleados que se hacían pasar por defensores de los animales.
Acusaciones de espionaje
El año pasado PETA señaló a Paul McComb, luego a un empleado del departamento de recursos humanos de SeaWorld, quien se hizo pasar como un activista llamado “Thomas Jones” y publicó “mensajes inflamatorios en las redes sociales” para “incitar a acciones ilegales”.
“SeaWorld sabe que el público rechaza sus crueles prisiones de orcas y está tan desesperado que creó una campaña de espionaje corporativo”, dijo la vicepresidenta senior de PETA, Lisa Lange, en ese entonces.
Manby respondió: “Estas acusaciones, si son ciertas, no son consistentes con los valores de la organización de SeaWorld y no serán toleradas”.
Al empleado en cuestión, McComb, inicialmente se le impuso una licencia administrativa y actualmente sigue trabajando para SeaWorld, dijo la compañía el jueves, y desde entonces ha sido transferido a otro departamento.
“La campaña de espionaje corporativo de SeaWorld incluyó tratar de forzar a la gente para que le prendiera fuego a SeaWorld o vaciaran sus tanques… en un intento por desviar la atención hacia su crueldad y evitar que PETA expusiera las miserables vidas de los animales que encarcelan”, dijo PETA en un comunicado de prensa.
Un mar de problemas
La reputación de SeaWorld se vio perjudicada en parte por “Blackfish”, un documental del 2013 que fue coproducido por CNNFilms.
“Blackfish” inicia por mostrar la práctica de la captura de los bebés orca en la década de 1970 y pone de relieve la dura realidad sobre las condiciones en que SeaWorld cría a las ballenas.
La película culpa a SeaWorld por hacer que una ballena, Tilikum, se convirtiera en una asesina. Tilikum, la cual ha engendrado a 21 crías, ha matado a tres personas, entre ellas al entrenador de SeaWorld, Dawn Brancheau.
La película generó críticas por parte de legisladores y grupos de defensa como PETA.
Antes de que la película saliera al aire, SeaWorld publicó una declaración a CNN refiriéndose al documental como algo sesgado y dijo que no abordaba “el compromiso que la compañía tiene con la seguridad de los miembros del equipo y clientes, así como con el cuidado y bienestar de los animales, como lo ha demostrado la empresa al perfeccionar y mejorar continuamente las instalaciones de sus orcas, equipo y procedimientos, tanto antes como después de la muerte de Dawn Brancheau”.