Mumbai (CNN) – Abajo, en el modesto sótano de uno de los almacenes de ropa más exclusivos de Bombay, hay un alboroto.
Sobre una gran mesa cuadrada se encuentran extendidos los más recientes saris de la nueva línea ‘Regal Threads’ de Manish Malhotra que han llegado desde su fábrica. Su equipo revisa y plancha las telas delicadas, antes de llevarlas al taller.
“Todo es cuestión de romper las reglas”, dice el venerado diseñador indio.
Conocido por vestir a las principales mujeres de Bollywood, como Priyanka Chopra y Sonam Kapoor, Malhotra ha hecho su carrera en modernizar el tradicional vestido indio: combinar los saris con blusas inteligentes y modificar la silueta de la prenda para que sea más ajustada.
Para ‘Regal Threads’, Malhotra ha actualizado los tradicionales tejidos banarasi, los cuales provienen de Varanasi en Uttar Pradesh.
Estas prendas son consideradas como algunos de los mejores saris en la India, conocidos por sus brocados intricados; Malhorta ha recubierto florales y estampados audaces y dorados sobre cuadros y rayas distintivamente occidentales en tonos grises y negros que no son característicos de la India.
El resultado es que oriente se encuentra con occidente, y la tradición se encuentra con la modernidad.
“Me alegra mucho que el sari haya vuelto al uso que se le daba antes”, dice Malhotra, respecto a su decisión de crear estas piezas utilizando telares manuales en lugar de telares mecánicos… lo que regresa a la destreza original del sari.
Malhotra es parte de una ola de diseñadores de moda entusiasmados por la campaña “Make in India” del primer ministro Narendra Modi. Lanzada en 2014, su objetivo es animar a los negocios nacionales e internacionales a que fabriquen sus productos en la India.
Otros diseñadores que están comprometidos con revivir las artes antiguas son Anita Dongre, Ritu Kumar, JJ Valaya, quienes promueven tejidos banarasi, saris bandhini, caracterizados por colores vibrantes y puntos blancos; la práctica de zardosi, o coser con hilos dorados y plateados; y chikankari, bordados del norte de la India.
Otra vez de moda
Gaurav Bhatia, un consultor de lujo y alguien que detecta tendencias dice lo siguiente: “A finales de la década de 1990, el sari perdió popularidad a causa de la ropa ‘indo-occidental’, una tendencia que permitía cierta cantidad de sencillez y modernidad percibida, con kurtis (túnicas cortas y a la moda) y churidars (pantalones ajustados)”.
Más o menos en este momento, marcas como Mango, Marks & Spencer y Zara empezaron a llegar a las calles principales de la India; así, la ropa occidental se volvió accesible y asequible.
Sin embargo, “Make in India” ha fomentado un patriotismo que ha sido de importancia fundamental en hacer que los consumidores indios usen de nuevo el sari, dice Bhatia.
“Ahora existe una gran cantidad de orgullo en vestir prendas indias. Aunque el sari se perdió durante algún tiempo —debido a que las mujeres en el área urbana de la India eligieron la conveniencia de la ropa occidental— ahora está de vuelta”.
“Lo más importante es aceptar la cultura de la persona de forma orgánica, y es bueno hacerlo”.
La decisión por parte de Malhotra, y otros diseñadores, de regresar a las raíces del sari ha sido bien recibida.
“Siento que valgo un millón de dólares cuando me pongo saris hechos en telares manuales”, dice Gayatri Rangachari Shah, vicepresidente de Tina Brown Live Media India.
“Sé que estoy apoyando a los tejedores que necesitan ayuda para tener acceso a nuevos mercados y clientes. Muchas de nuestras artes están desapareciendo y habría una gran diferencia si todos hicieran su parte por respaldar nuestro talento de siglos de antigüedad”.
Shah no está solo: mientras los gastos en los artículos de lujo en la India aumentaron en un 25% en 2014, según la firma de investigaciones Euromonitor, las marcas internacionales aún representan únicamente una pequeña porción del mercado.
Los consumidores indios favorecen las marcas extranjeras cuando se trata de zapatos, bolsas y relojes, pero prefieren prendas tradicionales cuando se trata de ropa.
Campaña social del sari
En la ciudad de Bengaluru al sur de la India, los emprendedores Ally Matthan y Anju Maudgal Kadam iniciaron una campaña viral el año pasado.
La iniciativa #100sareepact le pide a las mujeres que hagan la promesa de ponerse un sari dos veces a la semana —o 100 veces al año— y que compartan sus imágenes en redes sociales.
Con más de 800 seguidores en Twitter y con más de 7.500 publicaciones bajo la etiqueta en Instagram, la campaña ha visto que las mujeres no solo han publicado fotos de sus saris, sino también ha generado un debate sobre telas y tejidos, y ha inspirado a las mujeres a que compartan sus historias detrás de los saris.
Sangeeta Mhatre, quien trabaja para un banco internacional en Bombay, va a la mitad de su compromiso de un año de #100sareepact, y dice que ha sido una agradable sorpresa ver cómo su sari ha sido recibido en la oficina.
“Creo que los saris provocan mucho más respeto que cualquier otra forma de ropa para la oficina, y en realidad hacen una declaración de poder al estilo de la India”, dice.
Malhotra, por supuesto, es un hombre que entiende el poder de las redes sociales en la moda.
El diseñador de 50 años de edad tiene 714.000 seguidores en Instagram, y cree que la plataforma está ayudando a alimentar el renacimiento de la destreza tradicional en el mercado del sari.
“Respeto a las redes sociales por eso… hay mucha conciencia que celebra el arte, las artesanías y la cultura”, dice.
Una foto que publicó este mes de la súper estrella de Bollywood, Shilpa Shetty, con un sari de su colección Regal Threads, con las etiquetas #handloom #banaras heritage #culture tiene más de 17.000 “me gusta”.
“Varios diseñadores están haciendo cosas interesantes con los telares manuales y los textiles y creo, para mí en Manish Malhotra como marca, como diseñador, como persona, es muy emocionante hacer muchos textiles y lo más importante es que el sari vuelva a estar de moda”.
Con Regal Threads, Malhotra está haciendo precisamente eso.