(CNN) – Muchos expertos de salud te dirán que ser delgado no es necesariamente ser saludable. Apoyándose en ese argumento, un nuevo estudio encontró que las personas más delgadas, al igual que aquellas con mayor porcentaje de grasa corporal, tienen mayores índices de mortalidad.
Los investigadores revisaron la conexión entre el índice de masa corporal y las tasas de mortalidad a lo largo de varios años de casi 50.000 mujeres y 5.000 hombres de 40 años en adelante en la provincia canadiense de Manitoba.
A diferencia de estudios anteriores, los investigadores no se basaron en el IMC –que es una medida de peso que incluye tanto la grasa como el músculo– como representación de la grasa. Ellos también estimaron la grasa corporal total directamente pues específicamente eligieron individuos que habían realizado exámenes de rayos X para determinar si tenían menor densidad ósea y posiblemente osteoporosis.
Los investigadores encontraron que las mujeres más delgadas, con un IMC de menos de 22,5, un grupo que incluye tanto a individuos con bajo peso como aquellos de peso normal, tuvieron un riesgo 44% más alto de morir durante el periodo de seguimiento de aproximadamente 7 años. En el otro extremo del espectro, las mujeres con más de 38,7% de grasa corporal total tuvieron 19% más probabilidad de morir.
Entre los hombres, el grupo más delgado, aquellos con un IMC de menos de 23,8% tuvo 45% más incidencia de muerte durante un periodo de seguimiento de aproximadamente 4,5 años, mientras que los hombres en el grupo de mayor grasa corporal, con más de 36% de grasa corporal total, tuvieron 59% mayor probabilidad de morir que el resto durante el periodo de estudio.
La idea es que ser demasiado delgado está asociado a no estar en forma y no preservar la masa muscular, lo cual es una “situación no saludable”. Sin embargo, los individuos que caen en esta categoría fueron la minoría. Sólo 2% de las mujeres y 1,3% de los hombres tenían bajo peso, y otro 38,3%de mujeres y 28,9% de hombres estaban en su peso normal.
No hubo grandes diferencias en salud entre los individuos de distintos pesos que sugieran por qué aquellos en los extremos tuvieron mayores tasas de muerte. Los índices de condiciones como diabetes, enfermedades cardiacas y pulmonares fueron similares entre los grupos de IMC.
Los investigadores no analizaron las causas de muerte y sólo revisaron si un individuo había muerto o no durante el periodo de seguimiento.
Un pequeño número de los individuos del estudio contaban tanto con exceso de grasa como IMC bajo debido a una cantidad inadecuada de músculo.
Sobre todo, el estudio encontró que la mejor tasa de supervivencia estaba entre aquellos individuos que tenían un IMC que los catalogaba dentro de la categoría de sobrepeso y que están en el promedio en términos de grasa corporal total.
De acuerdo con el estudio, la batalla contra la barriga no es la única guerra que debería ser peleada. Mientras los doctores deberían seguir advirtiendo a sus pacientes con alto IMC que deben perder peso, también deberían enfatizarle a los pacientes con bajo peso la importancia de mantenerse en forma.
Ejercitarse regularmente también podría ser importante para los individuos como los del presente estudio que están en riesgo de padecer osteoporosis.