(CNN) – Los asesinos llegaron conduciendo un sedán Ford, color negro. Hablaban inglés y un idioma extranjero. Estaban bien afeitados. Llevaban pantalones vaqueros oscuros y bonitos zapatos, y no eran de Costa de Marfil.
Jean relata su historia en una mesa desgastada de un hotel en Grand-Bassam, mientras los policías paramilitares armados con AK-47 y lanzadores de cohetes patrullan la playa con indiferencia.
Jean tiene demasiado miedo como para usar su nombre real. El mantiene su cabeza con rastas metida entre sus manos mientras habla.
“Los ayudé a llevar dos bolsas pesadas a mi bar”, dice. “Me preguntaron sobre la música y las mujeres”. Todavía era de mañana, horas antes del ataque, cuando los asesinos llegaron a este popular lugar de fin de semana junto a la playa.
En publicaciones de propaganda, Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) elogió como mártires y “caballeros del desierto” a los hombres que mataron a por lo menos 19 personas en el ataque del domingo en el complejo playero de Grand-Bassam.
Sin embargo, Jean dice que los llamados caballeros discutían sobre qué cerveza beber.
Optaron por las cervezas de la marca “66” y Jean les sirvió cerveza local y comida a los hombres, quienes estaban tranquilos y parecían bastante inocentes. Parecían estar pasando un buen rato.
El clima era perfecto, dijo, y el bar estaba haciendo un buen negocio.
Luego, Jean invitó a uno de los extraños que se había quedado en la entrada para que se sentara. A medida que se acercaba, el hombre sacó una pequeña pistola y le disparó a un cliente en la cabeza.
“La cabeza de esa persona explotó”, dice Jean, “luego los hombres sentados le dieron vuelta a la mesa y gritaron ‘Allahu Akbar’ para luego comenzar a dispararles a todos”.
¿Advertencia previa?
Ahora no hay muchos turistas en los hoteles desteñidos de Grand-Bassam. A los propietarios y trabajadores les sorprendió que los ataques ocurrieran aquí, lejos de los campos de batalla yihadistas del Sahel.
Los tomó totalmente por sorpresa.
Sin embargo, una fuente militar de alto nivel de Costa de Marfil dice que las agencias de seguridad marroquíes le advirtieron al gobierno marfilense hace varias semanas sobre un posible ataque en las zonas costeras en Costa de Marfil.
En los últimos meses, AQMI y sus afiliados, entre ellos Al-Mourabitoun, han atacado hoteles en el vecino Malí y Burkina Faso.
Sin embargo, a pesar de la supuesta advertencia y el resurgimiento de AQMI en la región, las fuerzas de seguridad de Costa de Marfil se tardaron mucho tiempo en llegar a la escena en Grand-Bassam, según varios testigos. Los sobrevivientes deliberadamente dijeron que había una estación de policía a la vuelta de la esquina.
Un error fatal
“Culpo al gobierno, culpo a la policía y culpo al hotel”, dice Celene Gelate. “Nos quedamos en un bonito hotel y ni siquiera tenían seguridad. La policía tuvo que llegar desde Abiyán”.
Gelate sostiene un teléfono celular y desliza su dedo a través de las últimas imágenes de ella y su esposo, Mohammed Tawfeeq. Se detiene en una selfie junto a la playa. Habían estado casados durante nueve años. Ella desliza su dedo hasta encontrar una imagen gráfica de su esposo muerto. Ella la vio inicialmente en las redes sociales.
“Estaba en mi habitación tomando una siesta cuando comenzó el tiroteo, luego… bam, bam, bam. Fui al balcón y veo gente corriendo y disparando. Empiezo a entrar en pánico y pensé ‘¿dónde está mi esposo, dónde está mi esposo?’”
En la filmación de las cámaras de seguridad del bar del hotel Etoile de Sud, los miembros del personal del hotel dan un vistazo rápido en confusión, luego ataca el pánico cuando los disparos se escuchan más cerca. Una mujer en un traje de baño pasa corriendo, tomándole la mano a su hijo. Música alegre del sistema de sonido acompaña a las explosiones violentas de los disparos.
Tawfeeq estaba en la piscina cuando comenzó el tiroteo. Lo ves agachándose detrás de la barra para refugiarse. Fue un error fatal. Momentos más tarde, un atacante entra en escena sosteniendo una AK-47. Sale de la vista de la cámara. Luego, se escuchan tres disparos.
Fueron los disparos que mataron a Tawfeeq.
“Le dispararon en la boca, el corazón, y en la pierna”, dice Gelate, quien tuvo que identificar el cuerpo de su esposo, “estoy perdida ahora. Estábamos juntos todos los días”.
Muchos musulmanes murieron
AQMI dijo que el ataque fue por represalias contra las medidas francesas en la región y “cruzados occidentales”. Pero al igual que Tawfeeq, muchos de los muertos y heridos eran musulmanes.
La mayoría de ellos simplemente eran originarios de Costa de Marfil que estaban pasando un domingo en la playa.
El trabajo de Tanoé Assinie es invitar a los clientes a su restaurante estilo cabaña. Parte vendedor, parte cantinero, él engatusa a los clientes potenciales con promesas de ofrecerles los mejores pescados a la plancha y la cerveza más fría de la playa.
“La primera persona a la que mataron era un vendedor ambulante de agua originario de lugar”, dice Assinie, mientras señala la sangre seca en el suelo arenoso. “Se movieron por aquí y le dispararon a todas las personas que les fuera posible”.
“Todo el mundo estaba corriendo en pánico y tratando de llegar a un lugar seguro. Fue entonces cuando me dispararon, pero ni siquiera me había dado cuenta hasta que más tarde alguien señaló la sangre en mis manos”, dice Assinie.
Los hombres armados luego se desplazaron a la playa, dice, y apuntaron a las personas en el mar.
Los funcionarios de Costa de Marfil y los testigos dicen que la cifra oficial de muertos es demasiado baja. Dicen que muchos más cuerpos se alejaron flotando en las fuertes corrientes marinas.