Jack Daniel McCullough, un militar veterano de 75 años de edad y ex oficial de policía de Seattle, fue condenado en 2012 por el secuestro y asesinato de Maria Ridulph.

(CNN) – Un fiscal de Illinois dice que ha encontrado “evidencia clara y contundente” de que un exoficial de policía fue condenado injustamente por el asesinato de una niña de 7 años en 1957 en el que se cree que ha sido el caso sin resolver más antiguo en ir a juicio.

Jack Daniel McCullough, un militar veterano de 75 años de edad y exoficial de policía de Seattle, fue condenado en 2012 por el secuestro y asesinato de Maria Ridulph en una esquina de la calle en Sycamore, Illinois, una pequeña comunidad de agricultores a un poco más de 104 kilómetros al oeste de Chicago. Un juez que consideró el caso sin un jurado encontró culpable a McCullough después de un juicio de una semana.

Richard Schmack, el fiscal del estado para el condado de Dekalb, dijo que su revisión del caso lo llevó a concluir que McCullough no pudo haber cometido el crimen.

“…las personas se ven éticamente forzadas y obligadas a admitir la existencia de evidencia clara y convincente para mostrar que el acusado ha sido condenado por un delito que él no cometió”, dijo Schmack en los documentos legales.

McCullough siempre ha insistido en que él era inocente.

“Miren en la caja. La verdad está en la caja”, dijo Mccullough cuando lo sentenciaron, al señalar a una caja de cartón en la sala. Esta estaba llena con viejos reportes del FBI y otros documentos que el juez, James Hallock, prohibió que la defensa presentara al decir que eran habladurías inadmisibles.

Schmack buscó en la caja. Él dijo que pasó seis meses revisando aproximadamente 4.500 páginas de antiguos reportes de la policía y del FBI, y reconstruyendo la cronología alrededor de la desaparición de la niña. También presentó nueva evidencia al citar los registros telefónicos de AT&T.; Él llegó a la conclusión de que la coartada de McCullough, quien entonces era conocido como John Tessier, era verdadera.

Es imposible que McCullough haya cometido el crimen, dijo Schmack, porque él estaba a un poco más de 64 kilómetros de Rockford cuando Maria desapareció.

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“Verdaderamente desearía que este crimen hubiera sido resuelto en realidad, y que su verdadero asesino estuviese encarcelado de por vida”, dijo Schmack. “Cuando comencé este largo estudio, esperaba encontrar alguna evidencia confiable de que el hombre correcto había sido condenado. No se pudo descubrir ninguna evidencia de ese tipo. Agravar la tragedia mediante la condena del hombre equivocado y luchar más con la esperanza de mantenerlo encarcelado no es el legado apropiado para nuestra comunidad ni para la memoria de Maria Ridulph”.

Se programó una audiencia para el caso el martes en Sycamore.

Shmack concluyó que la policía del estado de Illinois obtuvo la cronología equivocada. No había ninguna evidencia que apoyara la teoría de que Maria fue secuestrada a las 6:15 p.m., como lo afirmaron los investigadores en una declaración jurada que respaldaba la orden de detención.

Schmack señaló la versión del repartidor de petróleo diesel, Tom Braddy, quien colocó a Maria y a su amiga, Kathy Sigman, en la esquina de la calle más cerca de las 7 p.m., y los registros de AT&T; que apoyan la versión de los acontecimientos de McCullough.

“Miles de páginas de informes policiales indebidamente excluidos de más de 20 años de antigüedad contienen una gran cantidad de información que apunta a la inocencia de McCullough, y absolutamente nada demuestra culpa”, dijo Schmack en un comunicado en el que anuncia su decisión de no luchar contra la petición de McCullough para anular su condena. Si no existe resistencia por parte de los fiscales, McCullough probablemente podría salir en libertad la próxima semana.

Schmack le dijo a CNN que su oficina notificó a las familias Ridulph y Tessier por medio de una carta. Su reacción no fue conocida de inmediato.

El fiscal también presentó un extenso informe ante la corte, en el que decía que era su deber ético revisar nuevamente el caso, el cual fue procesado por su predecesor, Clay Campbell.

“Sé que hay personas que nunca van a creer que (McCullough) no es responsable del crimen”, dijo Schmack. “Muchas de estas personas son mis vecinos en Sycamore. Pero no puedo permitir que eso influencie mi trabajo oficial… y que lleve a cabo fielmente el deber fundamental de mi oficina: ‘Buscar justicia, no tan solo una condena’”.

Campbell se refirió a la decisión como una “parodia”. Dijo que considera que la resolución del asesinato de Maria Ridulph fue el “trabajo de su vida”.

McCullough ha sido retenido en la penitenciaría del estado de Illinois en Pontiac. Él mantuvo su inocencia en una entrevista en la cárcel con CNN en 2013. Insistió en que el FBI lo interrogó y comprobó su inocencia en 1957 porque su coartada era verdadera. Él no podía ser el asesino, insistió, porque él no estaba en Sycamore el día en que Maria fue secuestrada.

Los registros telefónicos de AT&T; citados apoyan la versión de los acontecimientos de McCullough. Dijo que él hizo una llamada por cobrar a su casa para pedirle a su padre que lo recogiera luego de reunirse con los reclutadores de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Rockford. Los registros muestran que, efectivamente, se conectó una llamada desde un teléfono público en Rockford a las 6:57 p.m., aproximadamente al mismo tiempo que Maria desapareció de la esquina de la calle Center Cross Street y Archie Place.

La niña había estado hablando con un joven que se llamaba Johnny y quien le había dado una vuelta a cuestas. Su desaparición conmocionó hasta lo más profundo a la comunidad agrícola estrechamente unida y provocó que Sycamore cambiara para siempre. Casi tres docenas de agentes del FBI cayeron sobre la localidad de 7.000 habitantes y buscaron en los sótanos, alcantarillas, estanques, vagones de ferrocarril y baúles de los autos. Entrevistaron a docenas de personas, entre ellas a los delincuentes sexuales conocidos. El jefe del FBI, J. Edgar Hoover, se interesó personalmente en el caso, al igual que el presidente Dwight Eisenhower.

El cuerpo de Maria se encontró unos cinco meses después, cerca de Galena, una pequeña ciudad a unas cuantas millas de la frontera del estado de Iowa.

El caso quedó sin resolver durante más de medio siglo. La policía del estado de Illinois abrió una investigación después de que la hermana de McCullough, Janet Tessier, llamó a una línea directa y repitió lo que su madre le había dicho en su lecho de muerte hacía 14 años: “Esos dos niñas pequeñas, y la que desapareció, John lo hizo. John lo hizo y tú tienes que decírselo a alguien”.

Como fiscal del estado en ese entonces, Campbell presentó el caso, pero fue derrotado por Schmack en una elección tan solo unas semanas después de que McCullough fue condenado. Aunque Schmack fue un espectador durante el juicio, Campbell, quien para entonces era un cero a la izquierda, fue el espectador cuando McCullough fue condenado a cadena perpetua.

Los casos sin resolver son particularmente difíciles de procesar debido a que a menudo las pruebas se pierden o se destruyen, los recuerdos se desvanecen y los testigos mueren. Así que han surgido dudas en relación a las pruebas contra McCullough… y si eran lo suficientemente fuertes como para condenarlo. No existen pruebas físicas que lo vinculen al crimen.

En cambio, los fiscales se basaron en una cronología revisada, la acusación de la madre de McCullough en su lecho de muerte tal y como la recordaba su hermana y la identificación de un testigo presencial por otra niña –ahora Kathy Sigman Chapman– quien estaba jugando con Maria en la nieve poco antes de su desaparición.

Debido a limitaciones por rumores, a la defensa se le impidió presentar su propia cronología porque McCullough no testificó. Tom McCulloch, el defensor público, había querido ofrecer los informes del FBI de 1957 que probaban la inocencia de su cliente y que apoyaban su cronología. En Illinois, los informes de la policía generalmente son excluidos y no se aceptan como sustitutos de los testimonios en vivo.

Schmack dijo que su análisis sintáctico de una decisión del tribunal de apelaciones mediante la que le negaban a McCullough un nuevo juicio contenía un detalle revelador: La corte encontró que mientras que los informes del FBI eran inadmisibles como “registros de negocios”, estos podrían haber sido incluidos como “documentos antiguos”, ya que tienen más de 20 años de antigüedad.

McCullough casi había agotado sus apelaciones. Él había convencido al tribunal de apelaciones para que desestimara sus condenas por secuestro y rapto de una niña por tecnicismos legales en relación con la antigüedad del caso. Pero su condena por asesinato quedó en pie ya que perdió en cada paso en los tribunales de apelación de Illinois.

A finales del año pasado, McCullough acudió nuevamente a los tribunales en Sycamore y presentó una larga apelación, escrita a mano, en busca de que un juez declarara que él es inocente. Él perdió esa también y el juez se refirió a la apelación como “frívola y sin mérito”.

Pero los antiguos defensores públicos de McCullough –McCulloch y la investigadora Crystal Arrolle– señalaron que valía la pena luchar por los puntos que él “de manera torpe” había indicado. Ellos retomaron su causa… a pesar de que ya no estaban designados como sus representantes. Ellos le pidieron al tribunal que reconsiderara pues habían habían salido a la luz nuevas pruebas.

Eso fue lo que desencadenó la extraordinaria respuesta del fiscal.

Esas “nuevas” pruebas mencionadas por los abogados de la defensa incluían afirmaciones de falsas promesas que habían sido hechas por los fiscales a sujetos presos del condado que declararon contra McCullough. Pero quizás el descubrimiento más convincente fue la declaración en disputa de Jan Edwards, la que era la novia de la secundaria de su cliente en 1957.

Schmack menciona la controversia en su informe a la corte, pero dice que resultó ser uno de los muchos problemas que tuvo con el caso.

Edwards hoy en día es Jan Swafford y vive en Florida. La “nueva” evidencia incluye lo que dijo durante la grabación de un programa del “Dr. Phil” acerca del caso. Ella estaba entre el público e insistió en que ella podía haber visto a McCullough la noche en que Maria desapareció.

En un intercambio de cartas con Schmack, ella dijo que nunca le dijo a los investigadores que ella no vio a McCullough la noche que Maria desapareció. Y ella insistió en que nunca le dijo al investigador que su padre le había prohibido salir de la casa esa noche.

Ella fue llevada a Sycamore pero nunca testificó en el juicio. Ella dijo que estaba ansiosa por contar su historia pero que “nunca tuvo la oportunidad” de hacerlo.

La defensa afirmó que los fiscales deberían haber revelado la discrepancia pero, en cambio, ocultaron a Swafford de ellos durante el juicio.

Su correspondencia con Schmack iba adjunta a un recurso legal presentado el pasado otoño. El fiscal inició la conversación en una carta con fecha del 6 de noviembre de 2014… poco después de que el caso se presentó en el programa del “Dr. Phil”. Schmack inició su carta esforzándose por destacar que él no estuvo involucrado en el proceso inicial pero que tendría la tarea de tomar alguna decisión si la condena fuera revocada.

“Cuando apareció en el programa del ‘Dr. Phil’ hace algunas semanas, usted dio una breve versión del contacto que usted tuvo con el señor McCullough la noche del secuestro de Ridulph”, escribió Schmack. “Esta versión parecía ser más consistente con la teoría de defensa respecto a la cronología que la del juicio. Me sorprendió que le dieran tan poco tiempo para explicar y que no le hicieran ninguna pregunta”.

Él señaló que lo que ella dijo en el programa era “totalmente contradictorio” con las “notas de campo” de un investigador de la policía del estado de Illinois cuando recordó su conversación telefónica. El informe indicó: “Jan declaró que la noche que Maria fue secuestrada, sus padres no le permitieron salir de la casa en absoluto, ni siquiera para ir a una cita, ella no recuerda que John viniera a su casa esa noche”.

Cuatro días más tarde, Swafford respondió y envió su carta por fax. Ella dijo que estaba “enormemente molesta” por lo que Schmack dijo que aparecía en el informe del investigador.

“Es totalmente lo contrario”, escribió. “Nunca dije que él no estaba conmigo esa noche o que papá no me había dejado salir de la casa. Lo que dije es: ‘No puedo confirmar la fecha exacta en que lo recordé, pero él vino a casa alrededor de las 9:30 p.m., tal y como lo habíamos planificado”.

Ella agregó que él no se quedó mucho tiempo porque ella tenía toque de queda. Ellos platicaron afuera, en un auto, añadió. “Él dijo que estaba muy feliz y emocionado porque acababa de pasar su prueba para la Fuerza Aérea y que podría ingresar. Me pidió que conservara el pasaje de tren por él para que él no lo perdiera. “Eso fue todo. Hablamos un rato y él se fue a su casa”.

En el momento de la detención de McCullough, la atención se centró en el pasaje de tren como una “pistola humeante” en el caso. Pero al final, este tuvo poca relevancia, porque nunca fue usado.

Swafford le dijo en su carta a Schmack que ella ha tratado de ignorar los informes falsos, muchos de los cuales se enfocaron en un pasaje de tren. “Se escucha como que solo querían hacer una historia interesante sobre el mismo y obtener una condena”, escribió.

“Todo lo que sé es lo que sé que es verdad”, continuó. “Mi recuerdo de aquella noche nunca ha cambiado y he intentado ignorar todas las versiones de los diarios de lo que dije y simplemente trato de ceñirme a lo que realmente recuerdo”.

Schmack le aseguró que no esperaba que ella recordara todo lo que sucedió en esa noche en 1957, pero agregó: “Mi trabajo es principalmente buscar la justicia”. Él dijo que el “recuerdo de los acontecimientos” de ella, así como su más reciente recuento de sus relaciones con la policía y los antiguos fiscales “pueden ser de gran ayuda en esta tarea”.

Brad Parks de CNN contribuyó con esta historia.