La rabina Lila Kagedan dice que "quería que su título describiera con precisión su formación".

(CNN)– Diez niños pequeños se sientan alrededor de una mesa mientras Lila Kagedan entra al salón del programa después de clase en su sinagoga.

Kagedan se presenta como la nueva rabina de su sinagoga. Ninguno de los niños en edad escolar primaria parece sorprendido.

Sin embargo, su anuncio es sorprendente… incluso histórico: Kagedan, del Mount Freedom Jewish Center, es la primera mujer en obtener el título de rabina que sirve a una congregación ortodoxa.

Es un trabajo con el que ella ha soñado desde que era pequeña, pero la escuela rabínica no estaba disponible para mujeres dentro del movimiento ortodoxo durante la mayor parte de su vida.

“Durante sus años de formación, el único modelo de rabino que existía en el mundo ortodoxo era el de los hombres”, dice Kagedan. “Así que, de alguna manera, realmente esta no era una opción”.

Llamándose a sí misma ‘rabina Kagedan’

Kagedan, de 35 años, se crió en una familia judía ortodoxa en Montreal. Su padre, quien falleció hace dos años, era su “mejor maestro” y estudiaba con ella textos judíos casi todas las noches, instándola a seguir su sueño.

“No diría que me dijo que no existirían obstáculos… diría que no tenía idea de cómo podría terminar esto”, dice Kagedan. “El mensaje que me dio fue que me armara de los textos del rabinato, que los llegara a conocer a profundidad. Pero me advirtió de que no me enojara. Y que si me llegaba a enojar por la exclusión, que tomara ese enojo y lo aprovechara para algo productivo”.

Kagedan pasó años estudiando bioética en todo el mundo, pero siempre siguió estudiando textos judíos con la esperanza de que algún día podría asistir a la escuela rabínica. Y luego, en el 2009, una escuela llamada Yeshivat Maharat abrió con la esperanza de ayudar a las mujeres a alcanzar posiciones de liderazgo en la comunidad judía ortodoxa. Kagedan se graduó en la tercera promoción.

Ha habido mujeres judías ortodoxas antes que ella que han llevado el título de “rabba”, pero Kagedan se mantuvo firme en su deseo de ser llamada rabina Kagedan.

“Sabía que quería que mi título describiera mi formación de forma precisa”, dice Kagedan. “No quería entrar en una habitación o un espacio y que existiera alguna ambigüedad en relación a qué se suponía que haría allí. En relación a cuál era mi formación. En relación a cuáles eran mis habilidades”.

La idea de una mujer rabina no es aceptada por todos en el judaísmo ortodoxo. El Consejo Rabínico de América (RCA, por sus siglas en inglés), una organización formada por los rabinos ortodoxos, aprobó una resolución en octubre de 2015, en respuesta al hecho de que la escuela de Kagedan, Yeshivat Maharat, estaba ordenando a las mujeres como rabinas, calificándolo como “una violación a nuestra mesorah (tradición)” y declarando que la decisión que la escuela había tomado para hacerlo “se desviaba de las normas de nuestra comunidad”.

Cuando se le preguntó acerca de la nueva posición de Kagedan, el rabino Mark Dratch, vicepresidente ejecutivo del RCA, dijo que la organización “promueve una diversidad de oportunidades comunitariamente adecuadas para las mujeres eruditas y comprometidas”, pero no acepta la ordenación o el reconocimiento de las mujeres como rabinas ortodoxas.

Kagedan dice que ella es producto de la educación del RCA y que sus más grandes maestros eran parte de la organización. Sin embargo, espera que el grupo acepte la idea de que la mujer ejerza liderazgo en las congregaciones.

“Las mujeres tienen que ver a otras mujeres en estos puestos de liderazgo para seguir sintiéndose motivadas en su judaísmo, tener líderes con las que se puedan relacionar, con las que se puedan sentir a gusto de diferentes maneras, con las que podrían no sentirse cómodas con su liderazgo masculino”, dice Kagedan. “Te garantizo que solo se obtendrán resultados positivos de tener a hombres y mujeres trabajando en el rabinato y estar disponibles a la comunidad”.

Kagedan dice que ha sido recibida calurosamente por los miembros del Mount Freedom Jewish Center, aproximadamente a una hora de la ciudad de Nueva York, donde su función principal será enseñar. Ella se considera una rabina allí para servir tanto a hombres como mujeres, pero entiende por qué su posición es tan importante para las mujeres de su congregación.

“Espero lograr que las posiciones de liderazgo de las mujeres se vuelvan algo normal”, dice. “Cuando miro hacia fuera en la comunidad y veo… a chicas jóvenes, espero que obtengan una sensación de que todo es posible. Que nada está fuera de su alcance. Que podría ser una lucha difícil y que podría conllevar mucha tristeza y frustración, pero que si realmente quieren algo ellas son responsables de crear las circunstancias para que eso sea posible”.

Más grande que simplemente ella

La vida de Kagedan es un esmerado acto de equilibrio entre la defensa de las tradiciones judías ortodoxas que ella tanto valora e ir más allá de sus propios límites en este nuevo papel.

Ser una mujer rabina conlleva una serie de desafíos en un entorno ortodoxo… incluso dónde pararse.

El rabino Menashe East, quien aparece con aquí con su hija Ayala, contrató a Kagedan en el Mount Freedom Jewish Center.

En las sinagogas ortodoxas, los hombres y las mujeres se sientan separados en el santuario donde rezan, donde los separa un tabique. En Mount Freedom Jewish Center, los hombres se sientan a la derecha del salón y las mujeres se sientan a la izquierda. El rabino se para en la parte derecha.

Kegedan discutió esto con el rabino Menashe East, quien la contrató en la sinagoga. ¿Dónde podría pararse cuando esté dando un sermón a la congregación? Charlaron durante unos minutos sobre cómo respetar las normas y tradiciones de la religión que sus antepasados ​​han conservado durante siglos al mismo tiempo que ejerce su importante nueva función.

El impacto de la designación de Kagedan a principios del 2016 ya se está sintiendo. Aproximadamente un mes después de que East la presentara a la congregación, le preguntó a su hija mayor qué quería ser cuando fuera mayor.

“‘Tal vez seré rabina’”, recuerda East que le respondió. “’Sí, podría ser la rabina Lila’”.