(CNN)– El programa de concurso American Idol terminó su última temporada este jueves en una noche que dejó sorprendidos hasta a los jueces.
El niño granjero de Mississippi Trent Harmon venció a La’Porsha Renae y se convirtió en el último ganador del programa que tuvo 15 temporadas al aire.
Renae era la favorita para ganar pues durante toda la temporada recibió aplausos de los jueces y el público por su poderosa voz. Pero Harmon, el favorito de la audiencia, fue un competidor fuerte.
Después de que el presentador Ryan Seacresta anunció que Harmon de 25 años era el ganador, el juez Harry Connick Jr. fue captado por la cámara diciendo ‘wow’, algo incrédulo de la decisión.
Fue un gran final para una gran noche que reunió a varios de los concursantes pasados como Jennifer Hudson, ganadora de una temporada, y William Hung, a quien los fanáticos recuerdan con cariño después de que fue rechazado.
La audiencia se regocijó con aparición sorpresa de Simon Cowell, Randy Jackson y Paula Abdul, los jueces originales, quienes estuvieron en el escenario para agradecer junto a Ryan Seacrest el apoyo de los fanáticos durante los años.
En el teatro Dolby, el programa de dos horas tuvo un aire de funeral festivo, pues los asistentes estaban muy conscientes de que era el último programa del show.
La ganadora de la primera temporada Kelly Clarkson pregrabó una interpretación de sus grandes éxitos, pues ya está cercana a dar a luz a su segundo hijo. La estrella de country Carrie Underwood se presentó junto a uno de los jueces de esta temporada, Keith Urban, y luego regresó al escenario sola para cantar su sencillo ‘Something In The Water’.
Urban no fue el único juez en mostrar sus habilidades: Jennifer Lopez aprovechó el final de la temporada para debutar con su canción ‘Ain’t Your Mama’ y también dio un vistazo a los fans de su show ‘All I Have’ que presenta en Las Vegas.
El programa empezó con unas palabras de Barack Obama que usó los votos de la audiencia de American Idol para señalar la necesidad que hay de que la gente se registra para votar.
“No todos nosotros podemos cantar como Kelly Clarkson, pero todas nuestras voces cuentan”, dijo el presidente mientras alentaba a la audiencia a registrarse para votar. “Este show llegó a niveles históricos, pero no sólo porque los estadounidenses lo vieron, sino porque ustedes participaron en su éxito”.
La despedida de American Idol este jueves marcó un momento histórico para la televisión estadounidense.
El programa fue más popular que cualquier otro programa estadounidense desde que comenzó el siglo.
Ahorcó a la competencia. Cambió la fortuna de Fox y derrotó uno tras otro a los competidores que imitaban el show alrededor del mundo. Eso en televisión es mágico.
La primera parte del final fue vista por cerca de 10 millones de personas. Una cifra impresionante para 2016, pero un recordatorio de cuánto ha caído. Hace una década, American Idol llamaba a 20, 30 y hasta 40 millones de televidentes.