(CNN) – Justin Maldonado lo aprendió de la forma más trágica posible.
Su tío tuvo un derrame cerebral en el verano del 2014. La familia lo llevó deprisa a un hospital en Coamo. Los doctores de la sala de emergencia recomendaron que su tío fuera llevado inmediatamente al neurólogo.
Entonces, a la familia Maldonado le indicaron que solo había dos neurólogos de servicio para toda una isla de 3,5 millones de personas. Era un fin de semana festivo.
Su tío murió varios días después.
“No te lesiones en Puerto Rico, especialmente en un día festivo o un domingo”, dijo Maldonado. En ocasiones, él conduce por el hospital donde su tío murió. Siempre hay personas esperando. La familia ha dado en llamar a las filas “los muertos vivientes”.
En 2014, 364 doctores dejaron la isla para nunca volver, según la Asociación de Cirujanos y Fisioterapeutas de Puerto Rico. El año pasado, 500 doctores hicieron sus maletas. La mayoría se trasladaron a puestos más lucrativos en los Estados Unidos continentales.
La isla se encuentra en su propia crisis financiera: no tiene suficiente dinero para pagar más de 70.000 millones de dólares en deuda. El miércoles, el Comité de Recursos Naturales de la Cámara llevará a cabo otra audiencia para determinar qué hacer. Ha habido mucha atención sobre si permitir que Puerto Rico se declare en la quiebra (o algo parecido).
Sin embargo, el problema más profundo es que la isla ha estado en una crisis económica durante una década. Esta es la razón por la que los doctores —y otros profesionales— han huido de la isla. Puerto Rico ha perdido más del 10% de su población en la última década. No hay puestos de trabajo y el valor de las casas se está viniendo abajo.
Además de eso, Medicare reembolsa a los médicos mucho menos en Puerto Rico que en otros estados.
“El reclutamiento me ha costado mucho. No podemos competir con las instituciones en Estados Unidos”, dice el Dr. Fernando Luis Joglar. Él es un cirujano vascular y presidente de la división de Puerto Rico de American College of Surgeons.
Él recibe ofertas todo el tiempo de hospitales en los Estados Unidos continentales. Muchas vienen a través de carta o tarjeta postal. Su esposa las coloca sobre la mesa de la cocina para que él las vea cuando llega a casa.
Ni siquiera tiene que decirlo en voz alta, ¿por qué siguen en Puerto Rico?
Para el Dr. Joglar, es porque su familia está allí y le preocupa qué sucederá si se va. Su especialidad es muy similar a la neurología. Solo quedan unos cuantos cirujanos vasculares que operan venas y arterias. Si se va, cree que los cadáveres se acumularán.
“La recesión está empeorando. Está afectando a hospitales privados. Están cerrando”, dice el Dr. Joglar.
El Congreso ha prometido tomar algún tipo de acción para ayudar a la isla en sus tiempos de crisis, probablemente antes de que un enorme pago de la deuda tenga que ser cancelado ante los acreedores en julio. Existe un impulso para darle a Puerto Rico más financiamiento federal de Medicare y Medicaid en el proyecto de ley final. Pero la legislación del “borrador de discusión” inicial no incluye dinero extra adicional para el cuidado de la salud.
El gobernador Alejandro Garcia Padilla ha ido más lejos al declarar una “crisis humanitaria” en la isla. Su oficina señala que Puerto Rico “recibe menos de la mitad del financiamiento federal de salud que cualquiera de los 50 estados”. El brote del virus Zika solo ha hecho más presión sobre el sistema médico de la isla.
“Si no detienen el sangrado ahora, esto se va a poner muy complicado para finales de año”, dice Maldonado. Él está tratando de convencer a su madre de 80 años para que se mude de vuelta a Nueva York con él.