Nota del editor:Roberto Izurieta es analista político y profesor de la Universidad George Washington. Fue director de comunicación del presidente de Ecuador Jamil Mahuad del partido Democracia Popular entre 1998 y 2000; además fue asesor de los presidentes Alejandro Toledo en Perú, Álvaro Colom en Guatemala y Horacio Cartes en Paraguay y participó en la campaña de Enrique Peña Nieto en México. Es amigo personal de Keiko Fujimori y apoya su campaña presidencial. Es colaborador político de CNN en Español. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
La mejor manera de responder a esta pregunta de forma profesional es referirse a las encuestas. Hay gente (entre ellos Mario Vargas Llosa) que dice que Keiko Fujimori ganaría por su padre. Las encuestas dicen que la base del fujimorismo está sólo en alrededor del 20% (dependiendo de la encuesta y cómo se mide esta variable). Pero Keiko Fujimori sacó cerca de 40%. Esto dice que al menos la mitad de su votación responde a mérito propio de Keiko Fujimori y esto es lo que debemos analizar.
Keiko Fujimori ha demostrado, sobre todo en los últimos 15 años, ser su propia persona y tener personalidad. Hace cuatro años creó su propio partido Fuerza Popular (sin la satisfacción de su padre Alberto), no candidatizó al Congreso a muchos de los viejos líderes del gobierno de su padre que tenían suficiente fuerza para ser reelegidos y que además fue pedido públicamente por Alberto Fujimori (Martha Chávez, Luisa María Cuculiza, Alejandro Aguinaga, entre otros). Ahora la gran mayoría de la nueva bancada del partido de Keiko Fujimori es más del 90% gente nueva y más relacionada a ella que a nadie más. Y con respecto a la actual bancada de su partido, Keiko Fujimori “tiene el mérito de liderar una bancada que ha demostrado ser disciplinada y colaboradora con los asuntos del Estado” como dice Patricia Robinson en un editorial de El Montonero.
Keiko demostró desde joven tener carácter e independencia. Se opuso públicamente a la última reelección de su padre y cuando Alberto Fujimori se fugó del Perú, Keiko decidió quedarse y afrontar cualquier denuncia que podría haber en su contra. Sufrió vejámenes, y persecución, a pesar de estar casada con Mark Vito Villanella, un joven profesional norteamericano, Keiko decidió permanecer en el Perú para que no existiera duda que ella siempre actuó correctamente. Eso demostró enorme valor de parte de Keiko y también de su esposo Mark.
Keiko Fujimori se ha capacitado. Al citar al subdirector del diario El Comercio en la noche de la elección, Enrique Pasquel dijo (y coincido): “Es una mujer que todo lo estudia y lo estudia muy bien”; y así es. Cuando la Escuela de Graduados en Gerencia Política de The George Washington University organizó un certificado que requería más de 60 horas de estudio con el Congreso del Perú (similar a muchos que hemos organizado en México, Honduras, etc.), Keiko Fujimori se sentaba en primera fila, era la primera en llegar, tomaba nota de todo y nunca se retiró antes del final de ninguna clase. La verdad, nunca había visto un miembro del congreso tan dedicado a su capacitación. Así es ella, “todo lo estudia” y toma decisiones con mucha cautela y prudencia.
Keiko Fujimori logra este triunfo gracias a su trabajo político de los últimos años. Fernando Tuesta, un prestigioso politólogo independiente dice que Keiko “fue también la única candidata que labró su triunfo, apenas había perdido la elección del 2011, construyendo una maquinaria partidaria, que su padre nunca quiso formar”. Por eso, su popularidad se ha mantenido estable en los últimos cuatro años (y no como el resto de candidatos que subían y bajaban cual carrusel).
Por último, las elecciones generalmente son sobre el futuro, no sobre el pasado. Aún en casos donde hay un candidato que compite para la reelección, si hace su campaña centrada en sus logros, tiene más posibilidades de perder que de ganar. En razón a que las elecciones son sobre el futuro, un candidato a la reelección debe hacer su campaña sobre sus planes para el próximo período. Keiko Fujimori ha elaborado el plan de gobierno más completo que ningún otro candidato a la presidencia.
La elección en el Perú no es una excepción a este principio general: es sobre el futuro, más no sobre el pasado. Eso explica el triunfo del 40% de Keiko Fujimori. Sin duda la fuerza política del viejo fujimorismo le ha dado una base al inicio de su carrera política, pero con esa base no creo que habría pasado a esta segunda vuelta. Keiko Fujimori claramente se ha ganado su propio espacio, reconocimiento y sobre todo este triunfo.
Ahora, especulemos: ¿quién ganará la segunda vuelta? Mucha gente dice que Keiko Fujimori no puede ganar porque sus negativos son muy altos. Dependiendo de la encuesta y el momento, estos rondan alrededor del 40%. Pero la realidad es que en el Perú todos están alrededor de ese porcentaje (y algunos llegaron hasta 80% de negativos).
Si en el Perú votar fuera optativo como lo es en Estados Unidos de Norteamérica, Guatemala, México, y muchos otros países, Keiko Fujimori habría ganado en primera vuelta. Pero porque la elección es obligatoria, en segunda vuelta mucha gente votará nulo o blanco (es parte de un proceso electoral donde la votación es obligatoria).Por eso, el “techo” de los que muchos hablan, es en realidad lo suficientemente alto para que Keiko Fujimori pueda ganar en segunda vuelta también.