(CNNMoney) – ¿Quieren que la economía crezca? ¿Quieren aumentar la rentabilidad de su empresa? Contraten más mujeres y hagan que sea más fácil para ellas (y ellos) equilibrar la vida laboral y familiar. Esta es una de las conclusiones clave de un informe del McKinsey Global Institute publicado la semana pasada.
El documento, llamado The Power of Parity: Advancing Women’s Equality in the United States (‘El poder de la equidad: hacia la igualdad de las mujeres en Estados Unidos’), estima que el PIB del país podría crecer 2,1 billones de dólares adicionales en la próxima década si el sector privado, los políticos y las sociedades sin ánimo de lucro realizaran un esfuerzo concertado para reducir la brecha de género en el trabajo.
“Hacer eso es lo más inteligente para la economía”, dijo Kweilin Ellingrud, el autor principal del informe.
Aun cuando las mujeres constituyen aproximadamente el 51% de la población adulta de Estados Unidos, representan sólo 46% de la fuerza laboral y sólo 40% de la productividad del país, según el informe.
Esto se explica en parte porque hay más mujeres que hombres laborando a tiempo parcial. Pero también se debe a que la productividad medida por el PIB excluye cerca de 1,5 billones de dólares de “trabajo de cuidado no remunerado”, como son las tareas del hogar y el cuidado de los niños y los ancianos, que las mujeres realizan dos veces más que los hombres.
Mientras más se comparta equitativamente ese trabajo de cuidado no remunerado, más probabilidades habrá de que las mujeres puedan trabajar en la economía de mercado y tengan la oportunidad de elevarse a cargos de liderazgo en las empresas.
También señala que la brecha entre hombres y mujeres en el trabajo remunerado se ve agravada por dos situaciones que se pueden cambiar: la relativa falta de permiso parental remunerada para ambos sexos, especialmente los hombres; así como la falta de guarderías en el lugar en el trabajo y un mayor apoyo a la hora de cuidar a familiares mayores o discapacitados.
Cada estado del país tiene el potencial de crecer su economía en al menos 5% si puede reducir la brecha de género en la próxima década, afirma el informe McKinsey. Eso significa impulsar la participación de las mujeres en la fuerza laboral, así como sus horas (remuneradas) de trabajo. También significa concentrar esfuerzos para crear puestos de trabajo en las industrias que tradicionalmente contratan a un menor número de mujeres que de hombres, como el sector manufactura y los servicios empresariales.
McKinsey estima que se necesitarán 6,4 millones de empleos para aumentar el PIB en 2,1 billones de dólares extra para 2025.
La creación de esos empleos requerirá una inversión adicional de al menos 475.000 millones de dólares, que tendrá que provenir en gran parte del sector privado, sugiere el informe. Ese dinero podría ser invertido en todos los rubros, desde infraestructura e innovación a desarrollo del talento y capacitación profesional.
Las empresas, por su parte, podrían trabajar para promover una mayor diversidad de género al reclutar mujeres, mientras que los gobiernos pueden trabajar para que el permiso parental remunerado y un mejor cuidado infantil sean opciones reales para hombres y mujeres.