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SAN FRANCISCO (CNNMoney) - El corazón se detiene tan solo de imaginarlo. Un camión comercial de 50 toneladas rueda por una autopista a 100 kilómetros por hora y te rebasa por el carril izquierdo. Volteas desde tu pequeño auto y te das cuenta de que al volante… no hay nadie.

Es probable que el último vehículo que te gustaría que se condujera solo es un camión, pero el sector del transporte de carga está listo para algo nuevo. Otto, una empresa emergente creada por veteranos del sector de los autos sin conductor de Google, Tesla y Apple, tiene un plan para hacer que los camioneros pasen al asiento trasero.

En tan solo cuatro meses, los ingenieros de Otto diseñaron un kit que transforma un camión de carga común en un vehículo autónomo. Este fin de semana, un camión modificado completó una ruta sin conductor por primera vez.

Google ha estado trabajando en los autos sin conductor desde 2009. Desde que se fundó en enero de este año, Otto ya transformó tres camiones Volvo VNL 780 en vehículos capaces de transitar las autopistas por su cuenta.

Parte de la rapidez se debe al enfoque de Otto. No construye los autos desde cero, sino que la tecnología de la empresa se usa para modificar los que ya existen. Usan una combinación de sensores y cámaras montadas en la parte superior de la cabina, hardware para guiar al camión y software específico.

Los conductores humanos tienen sus limitaciones. Solo pueden conducir entre nueve y once horas al día y son propensos a cansarse. Un camión automático puede circular día y noche, con lo que los tiempos de entrega se reducirían a la mitad. En teoría, también disminuirían la cantidad de accidentes al eliminar el error humano y se ahorraría dinero con una conducción más eficiente.

Poner la mira en el mercado del autotransporte de carga tiene sentido. Lo que haría increíblemente costosos a los autos comunes puede ayudar a que las empresas transportistas ahorren dinero. Otto no ha designado un precio a su hardware, pero sería una fracción del costo de un camión nuevo, que puede costar entre 100.000 y 300.000 dólares. Una pequeña empresa de transporte de carga podría duplicar su operación sin tener que comprar el doble de vehículos.

La empresa cuenta con recursos propios y tiene 40 empleados, de los cuales 15 trabajaban en Google. La fundaron Anthony Levandowski, exingeniero en jefe de la iniciativa de autos sin conductor de Google, y Lior Ron, exjefe de producto de Google Maps. Entre los fundadores también están Don Burnette, del equipo de autos sin conductor de Google, y Claire Delaunay, especialista en robótica.

El equipo acaba de dejar una casa de Silicon Valley y se mudó a una oficina de San Francisco; está probando sus camiones en estados como California, Nevada y Arizona.

Otto no es la primera empresa de vehículos sin conductor que piensa en camiones. En abril, una flota de camiones completó con éxito el European Truck Platooning Challenge. Los camiones circularon en caravana y la velocidad y la distancia se coordinó por wifi para lograr la mayor eficiencia en el consumo de combustible.

Además, Freightliner está probando camiones automáticos en Nevada, Estados Unidos.

Aunque la tecnología despegue, los 1,7 millones de camioneros de Estados Unidos no se quedarán sin trabajo… al menos no de inmediato. Ron imagina que la tecnología se vendería directamente a los dueños de camiones, quienes en principio la usarán para ayudar a los camioneros con cierto grado de automatización, misma que aumentará gradualmente a largo plazo. A final de cuentas, el conductor simplemente podría estar al pendiente de las cosas.

“Los ascenderían de conductor a navegante, de navegante a supervisor, lo meterían y lo sacarían de la autopista, se encargarían de la carga de combustible y de la supervisión”, dijo Ron.