(CNN) – Muchos nuevos padres que hacen todo para tener una noche completa de glorioso sueño sin interrupciones, aún tiemblan con la idea de dejar que el bebé llore hasta que se quede dormido. Pero un nuevo estudio indica que el método es eficaz y no causa estrés o problemas emocionales duraderos para los bebés.
Investigadores en Australia trabajaron con 43 parejas de padres que tenían bebés de entre seis y 16 meses de edad y que tenían una queja en común: sus hijos tenían problemas para dormir. Los investigadores les enseñaron a un tercio de ellos sobre la extinción gradual, el término técnico para dejar que lloren hasta que se queden dormidos. A los padres se les pidió que dejaran la habitación luego de un minuto de dejar al niño listo para dormir, y si el niño lloraba, es les pidió que se tardaran más en regresar a consolarlos.
A otro tercio de los padres se les pidió intentar un nuevo tipo de entrenamiento de sueño llamado desvanecimiento tras acostarse. En este enfoque, los padres ponen al niño en la cama casi a la hora en que el niño suele dormirse, y se les permitió estar en el cuarto hasta que el niño cerró los ojos.
El resto de los padres, el grupo de control, no intentó ninguna técnica.
Tres meses después de comenzar el estudio, los investigadores encontraron que a los bebés que se les dejó llorar hasta dormirse, conciliaron el sueño casi 15 minutos más rápido que los bebés en el grupo de control. Los bebés en el grupo de “desvanecimiento” se quedaron dormidos unos 12 minutos más rápido que el grupo de control.
Esas mejoras quizá probablemente sean mas importantes para los padres en más de un sentido, dice Michael Gradisar, profesor asociado de psicología en la Universidad Flinders de Adelaide, Australia.
“Lo que que nuestros datos probablemente no capturan es la paz en la mente durante las hora de sueño que vemos cuando trabajamos con familias”, dice Gradisar, el autor del estudio y que fue publicado el martes en la revista Pediatrics.
Los investigadores encontraron que el grupo que dejó llorar a los niños también lograron mejoras en otros aspectos durante el estudio de tres meses, incluyendo el número de veces que los bebés despertaron durante la noche y su tiempo total de sueño.
Marsha Weinraub, profesora de psicología en la Universidad de Temple, concuerda en que el sueño ganado puede ayudar tanto a los bebés como a los padres. “Cuando estás esperando a que tu bebé se duerma, cada minuto cuenta”, dice Weinraub, que no estuvo involucrada en el nuevo estudio.
Aunque la técnica de dejar a los niños en la cama casi a la hora de dormir parece también efectiva, es menos efectiva que la técnica de extinción gradual, y los familiares deben de intentar el último enfoque si se sienten confortables con ello, dijo Weinraub.