Representando más del 31% de la población total de China, se han convertido en un ejército de 400 millones de consumidores.

HONG KONG (CNN) – Tal como sus semejantes en el Occidente, los millennials en China están empoderados,  hablan sin pelos en la lengua y están dispuestos a desafiar a quien se encuentre a cargo.

“La gente nacida en la década de 1980 tiende a preguntar: ¿por qué eres mi jefe?”, dice Jane Sun, copresidenta y directora de operaciones de Ctrip, una compañía de viajes con sede en Shanghái que emplea a unos 30.000 empleados jóvenes.

“Y a la gente joven nacida en la década de 1990 no le importa quién es el jefe. Solo quieren ser ellos mismos”.

Aunque sus padres lucharon debido a las dificultades económicas y el aislamiento político, los millennials de China, la generación nacida entre 1984 y 1996, han disfrutado de un estándar de vida más alto y un vínculo fuerte con el mundo gracias a que crecieron con el Internet y tienen más oportunidades de estudiar en Occidente y viajar al exterior.

Y como una generación que ha sentido el impacto total de la política de un solo hijo, muchos millennials chinos han sido, si, mimados por sus padres.

Asuntos familiares

“Muchos padres han pasado por la pobreza y el sufrimiento, por lo que quiere que su único hijo tenga lo mejor de todo”, dice la millennial emprendedora Nini Suet, de Shang Learning.

“Y lo obtienen. Tienen mas opciones y pueden tomar decisiones por sí mismos”.

Un vasto número de millennials chinos están ejerciendo su poder de decisión en el mercado laboral.

Representando más del 31% de la población total de China, se han convertido en un ejército de 400 millones de consumidores, logrando que Goldman Sachs los llamara “el grupo demográfico más importante del planeta”.

“La generación más joven está menos inhibida con respecto a gastar su dinero”, dice Eric Fish, autor de “China’s Millennials: The Want Generation”.

“Por mucho tiempo, China ha tenido una absurda tasa de ahorro muy alta. Pero si ves que eso está cayendo más entre los jóvenes que no recuerdan dificultades y que están más dispuestos a gastar dinero”.

La cruda realidad

Pero mientras confrontan una economía con menos crecimiento, los jóvenes que están acostumbrados a abrirse paso ahora están obteniendo una dosis de realidad fría y dura.

“Han crecido mientras les decían que si estudiaban, se establecerían porque eso fue lo que pasó con sus padres, los que pasaron el gaokao (el duro examen de admisión chino), entraron a la universidad y lo hicieron bien”, dice Fish.

“Pero esos trabajos no son los suficientes que los que los jóvenes esperan. Muchos se están graduando y cuando van a las ciudades, no hay nada allí”.

Infinidad de graduados universitarios chinos están terminando viviendo en condiciones raquíticas, con trabajos sin futuro, esperando algún día obtener el buen trabajo que les prometieron en la juventud. Podrían terminar en las llamadas “tribus rata”, en los cinturones de miseria en las ciudades o en el subsuelo, mientras esperan una oportunidad.

“Es resaltable lo optimistas que son muchas de esas personas jóvenes, a pesar de la situación triste”, agrega Fish.

Mientras menos trabajos están disponibles para los jóvenes chinos tras graduarse, la inequidad entre las generaciones continúa creciendo. Los absurdamente caros precios de inmuebles también están sacando de su sueño a los potenciales compradores jóvenes.

Y agregando a ello, una sociedad que envejece y que no tiene la ayuda social adecuada está poniendo más presión en la generación joven que busca cuidar a los más ancianos.

La supuesta vida

Para lidiar con la presión los jóvenes cada vez más están recurriendo a grupos de apoyo y a la espiritualidad. Un grupo de estudio encontró que el 62% de los religiosos chinos tienen entre 19 y 39 años.

“Los millennials están abiertos a compartir sus ansiedades emocionales, compartir su estrés y buscar ayuda y guía”, dice Suet.

Pero otros están volcándose en el activismo y empujando contra un sistema que está contra ellos.

Fish cita el comienzo de protestas medioambientales a gran escala en 2007 y las protestas en 2013 contra la censura en los medios, como eventos en los que los jóvenes chinos están dispuestos a tomar parte y a hablar.

También apunta a que recientemente cinco feministas chinas que fueron detenidas porque planeaba una protesta contra el acoso sexual, eran millennials.

“Mientras las cosas se ponen más duras económicamente en los próximos años, será un gran desafío para el país”, dice Fish.

“Los jóvenes están demandando mucho más y forzando a los dueños de la compañía, al gobierno y a sus familiares a lograr esto”.

Casa llena

Reconociendo la dificultad de asegurar una casa en una de las principales ciudades chinas, Ctrip planea ofrecer hospedaje razonable además de ofrecer incentivos financieros a jóvenes empleados para comenzar una familia.

“Vivir en la ciudad es muy caro por lo que necesitamos construir suficiente vivienda asequible para esa excelente gente joven”, dice Sun.

“Como una empresa, le debemos a la sociedad y a nuestros empleados la responsabilidad de hacer lo que sea para apoyarlos”.

En vez de meditar sobre cómo los millennials son u obsesionarse con lo que este “importante segmento demográfico” quiere comprar, ¿por qué no darles algo justo de movilidad social y oportunidad económica?