(CNN) – Una nueva investigación muestra que una de las dagas de hierro enterrada junto al rey Tutankamón procede de un meteorito.
La investigación incluso sugiere que los egipcios sabían lo que estaban trabajando.
Los arqueólogos y los historiadores llevan fascinados por los restos momificados del rey Tutankamón y los misteriosos objetos encontrados en su tumba desde su descubrimiento, en la década de 1920.
Ya en el pasado, los científicos habían afirmado que la daga de hierro en la tumba de Tutankamón podía provenir de meteoritos.
Se sospecha que otros artefactos de hierro del antiguo Egipto también pueden ser meteoríticos, ya que rara vez se usaba el hierro fundido.
Pero ahora, investigadores de Italia y el Museo Egipcio utilizaron espectrometría de fluorescencia de rayos X para descubrir de qué estaba hecha la pequeña espada del rey Tutankamón, según se detalla en un artículo publicado en la revista Meteoritics and Planetary Science.
Encontraron en su composición hierro, níquel y cobalto, similar a la de otros meteoritos de una base de datos, lo que “sugiere fuertemente su origen meteorítico”.
Los autores dijeron que los egipcios sabían lo que estaban utilizando.
“Sugerimos que los antiguos egipcios atribuyen un gran valor al hierro meteorítico para la producción de finos objetos decorativos o ceremoniales”, dice el artículo.
De hecho, los autores afirman que sus hallazgos podrían explicar por qué los egipcios en el siglo XIII antes de Cristo se refieren un nuevo jeroglífico que literalmente se traduce como “hierro del cielo”.
Esto, dicen los investigadores, “sugiere que los antiguos egipcios, en la estela de otros pueblos antiguos de la zona mediterránea, eran conscientes de que estos pedazos raros de hierro cayeron del cielo ya en el 13 a.C., anticipándose a la cultura occidental por más de dos milenios”.