Que realmente queremos dejar de fumar y no lo conseguimos es un hecho. Y que el tabaco es perjudicial para la salud, pero que es muy difícil eliminarlo de nuestra vida no es algo nuevo.
Por eso, los especialistas del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra ofrecen una serie de consejos clave para conseguir eliminar el tabaco de nuestra vida.
- Buscar un motivo: pensar detenidamente las razones por las que se fuma. Necesitamos motivos reales, no debemos seguir un impulso porque se puede ir rápidamente. Además los especialistas recomiendan escribirlas en un papel.
- Ser positivos: hay que eliminar los pensamientos negativos, como por ejemplo, lo difícil que será conseguirlo.
- Comenzar a realizar algún ejercicio físico suave: le relajará, le ayudará a controlar el peso y observará beneficios que se obtienen al dejar de fumar.
- Poner una fecha: elegir un día concreto para dejar de fumar. Sin embargo, en ocasiones, es difícil dejar de fumar totalmente, por eso se puede probar a ir disminuyendo la cantidad de cigarrillos poco a poco.
- Llevar un registro: durante unos días apuntar todos los cigarrillos, las circunstancias en las que se fuma y el grado de necesidad que se tiene. Esto ayuda a conocer las situaciones asociadas al hecho de fumar y prever la manera de afrontarlas.
- Calcular el dinero que se gasta en fumar y planear en qué usarlo (algo que apetezca desde hace tiempo).
- Masticar chicle sin azúcar y tener algo entre las manos: esto le ayudará a calmar el componente oral y/o manual.
- Quitar de casa todo lo relacionado con el tabaco: ceniceros, cigarrillos, mecheros etc…
- Pequeños objetivos: pensar solo en el día concreto; hoy no va a fumar.
- Es bueno buscar apoyo de amigos o de la familia, puede facilitar mucho el trabajo.
- Evitar beber alcohol y bebidas a las que se asocia el cigarro: café, cerveza…
- Practicar ejercicios de relajación sencillos, por ejemplo respirar profundamente varias veces.
- Tomar grandes cantidades de agua o de zumo de fruta, ricos en vitamina C, le ayudará a eliminar la nicotina.
El tabaco, además de causar daño para la salud, crea adicción. Prueba de ello es que la mayoría de los fumadores quieren dejar de fumar y solo uno de cada diez que lo intentan sin ayuda lo logra. Algunos fumadores experimentan una gran dificultad para conseguirlo e incluso parece que determinados genes pueden predisponer a la adicción a la nicotina.
Estas personas necesitarán ayuda de fármacos y un seguimiento y, con frecuencia, varios intentos. En la Clínica existe un Programa de Deshabituación Tabáquica, con diez años de experiencia, que busca facilitar a los fumadores el abandono del tabaco, mediante el seguimiento médico y el apoyo profesional continuado.