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(CNN) – Los estadounidenses murieron a un ritmo más elevado en 2015, algo sorpresivo para los expertos que están acostumbrados a ver un declive en el número de muerte.

La tasa de fallecimientos ajustada por edad fue de 729,5 muertes por cada 100.000 habitantes en 2015, comparado con 723,2 en 2014.

Eso quizá no suene mucho, pero un incremento en una tasa general es increíblemente raro. La última vez que se observó un crecimiento significativo fue en 2005, cuando hubo una fuerte temporada de influenza. También hubo un incremento en 1993, pero fue la era previa a los inhibidores de la proteasa, cuando más personas estaban falleciendo de VIH. Hubo un pequeño incremento en 1999 también.

Es muy pronto para saber qué está causando la tendencia actual, la cual está basada en investigación preliminar reunida de  Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los registros de las muertes del año pasado. Las tasas de mortalidad han bajado durante los últimos años debido al avance de la medicina, las mejoras en la seguridad pública como con el uso de cinturones de seguridad, y un declive en el número de personas que fuman. El mejor manejo de las enfermedades también ha ayudado.

Aunque las muertes por cáncer se han mantenido alrededor del mismo nivel, el año pasado hubo un aumento de muertes al parecer concentrada en unas cuantas enfermedades. Hubo más muertes por Alzheimer, Parkinson, septicemia e hipertensión. Las muertes por causas previsibles, como por disparo de arma de fuego y homicidio, al parecer subieron.. También hubo más suicidios, sobredosis de drogas, caídas y accidentes.

El número mayor de suicidios y sobredosis de drogas se reportaron de manera especial en mujeres de raza blanca, hombres de clase trabajadora y gente con menos educación, de acuerdo con la investigación.

Los actuales datos no incluyen información demográfica de las muertes, y un incremento de un año en la tasa de mortalidad no es suficiente para saber si es una anomalía o algo más que está ocurriendo con la salud de Estados Unidos. Pero es un hecho lo suficientemente raro como para que los científicos estén pendientes para ver tendencias adicionales.