Mientras se dirigía a  graduados en el histórico Harlem el viernes, la primera dama Michelle Obama hizo otras advertencias que eran una obvia alusión a Donald Trump.

NUEVA YORK (CNN) – Michelle Obama utilizó su último discurso de graduación como primera dama para criticar de forma velada al hombre que quiere suceder a su esposo: Donald Trump.

“No cedemos a nuestros miedos. No construimos muros para dejar a gente fuera porque sabemos que nuestra grandeza siempre ha dependido de contribuciones de personas que nacieron en muchos lados”, dijo Obama a los graduados del City College de Nueva York.

Fue sin duda una referencia a la principal propuesta política de Trump -el construir un muro en la frontera entre Estado Unidos y México- así como a su eslogan de campaña “Hacer grande a EE.UU. otra vez”.

El discurso de graduación coronó lo que ha sido un esfuerzo de equipo entre los Obama y Hillary Clinton, muy probablemente un adelanto de lo que los demócratas han planeado para su campaña general contra Trump.

En dos discursos por separado el miércoles y el jueves, el presidente Obama hizo críticas claramente dirigidas a las plataformas económica y de política exterior de Trump, aunque Obama nunca mencionó al virtual candidato presidencial republicano.

Al hablar en San Diego el jueves, Clinton criticó duramente a Trump al calificarlo “sin preparación” y “temperamentalmente no apto para liderar una oficina que requiere conocimiento, estabilidad y una inmensa responsabilidad”.

Mientras se dirigía a los graduados en el histórico Harlem el viernes, la primera dama hizo otras advertencias que eran una obvia alusión a Trump.

“A pesar de las lecciones de nuestra historia y la verdad de su experiencia aquí en las universidades de la ciudad, algunos allá afuera en la actualidad al parecer tienen una perspectiva muy diferente”, dijo.

“Ellos parecen ver nuestra diversidad como una amenaza que debe ser contenida, en vez de verla como un recurso que debe ser aprovechado. Ellos nos dirán que tengamos miedo al que es diferente. Que sospechemos de aquellos con los que no estemos de acuerdo. Actúan como si los insultos fueran un sustituto aceptable a un debate reflexivo”.