El papa Francisco y el Catholicós de todos los Armenios, Karekin II, durante un encuentro ecuménico, en la Plaza de la República de Ereván, Armenia.

(CNN Español) - El papa está en Armenia. Francisco realiza el viaje apostólico número 14 de su pontificado y este sábado cumplió su segunda día en el país del occidente asiático.

Fue esta la jornada central de la visita papal.

El pontífice fue hasta el Monumento de Tzitzernakaberd en Ereván, el que recuerda el genocidio cometido por los “Jóvenes Turcos”, del imperio otomano, entre 1915 y 1923, el Metz Yeghern, el “Gran Mal”, el capítulo más sangriento de la historia de Armenia.

Fue una ceremonia solemne, de gran recogimiento en memoria de las víctimas y después el obispo de Roma firmó Libro de Oro, en el Museo del Monumento.

“Aquí rezo, con dolor en el corazón, para que nunca más haya tragedias como ésta, para que la humanidad no olvide y sepa vencer con bien el mal; Dios conceda al amado pueblo armenio y al mundo entero paz y consuelo”, escribió el papa.

“Que Dios custodie la memoria del pueblo armenio. La memoria no debe ser diluida ni olvidada; la memoria es fuente de paz y de futuro”, agregó el pontífice.

Encuentro ecuménico y oración por la paz

El obispo de Roma y el Patriarca supremo y Catholicós de todos los armenios, Karekin II, participaron en un encuentro ecuménico y oración por la paz en la Plaza de la República de Ereván.

“He venido como peregrino desde Roma para encontrarme con ustedes y para manifestarles un sentimiento que brota desde la profundidad del corazón: es el afecto de su hermano, es el abrazo fraterno de toda la Iglesia Católica, que les quiere y que está cerca de ustedes”, dijo el papa según la versión difundida por Radio Vaticano.

En el encuentro ecuménico participaron más de 50.000 personas, aseguró el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.

Francisco lamentó las guerras y que las familias tengan que abandonar su tierra por la violencia y la persecución. Además fustigó el comercio de armas.

“¡Qué grandes son hoy los obstáculos en el camino de la paz y qué trágicas las consecuencias de las guerras! Pienso en las poblaciones forzadas a abandonar todo, de modo particular en Oriente Medio, donde muchos de nuestros hermanos y hermanas sufren violencia y persecución a causa del odio y de conflictos, fomentados siempre por la plaga de la proliferación y del comercio de armas, por la tentación de recurrir a la fuerza y por la falta de respeto a la persona humana, especialmente a los débiles, a los pobres y a los que piden sólo una vida digna”, sostuvo el papa.