Nota del Editor: CNN en Marcha cubrirá las convenciones demócrata y republicana entre el 18 y el 21 de julio así como del 25 al 28 de julio, respectivamente. No te pierdas esta cobertura única, enfocada principalmente en la batalla electoral que se libra en las redes sociales y el papel de los votantes latinos. Allá vamos.
(CNN) – Un candidato republicano atípico y la primera mujer en ganar una nominación por el partido demócrata son de por sí ingredientes suficientes para saber que las convenciones políticas serán el gran abrebocas de la recta final rumbo a la presidencia de Estados Unidos. Pero hay más.
Una de las últimas encuestas sobre preferencia electoral refleja que los virtuales candidatos a la Casa Blanca del Partido Demócrata, Hillary Clinton, y el Republicano, Donald Trump, están casi empatados. Según el sondeo, elaborado por la Universidad Quinnipiac, de Connecticut, realizada entre el 21 al 27 de junio entre 1610 votantes registrados, Clinton logra un apoyo del 42%, frente al 40% de Trump, diferencia dentro del margen de error.
Cada convención dura cuatro días: la republicana será del 18 al 21 de julio en el Quicken Loans Arena, el tercer estadio más grande de la NBA ubicado en Cleveland, Ohio. La gran cita demócrata tendrá lugar la semana siguiente del 25 al 28 de julio en el Wells Fargo Center de Filadelfia.
La etapa decisiva de la campaña viene precedida de una larga y movida temporada de primarias. El Partido Republicano llegó a tener 16 candidatos en competencia que fueron barridos por Donald Trump y los demócratas vivieron una inesperada lucha entre el ala centrista de Hillary Clinton y la izquierda socialista de Bernie Sanders. Los ganadores ahora tendrán que arreglárselas para mantener la atención de los votantes.
Por los republicanos, el magnate inmobiliario pretende dar un buen espectáculo, un descanso a los “aburridos” ritos políticos del pasado.
Del lado demócrata, la siempre favorita del partido Hillary Clinton ya casi puede respirar tranquila, porque a pesar de que su rival Bernie Sanders no ha bajado su candidatura, todo parece apuntar a que la respaldará en busca de un “bien común”: derrotar a Trump.
La sorpresa podría venir del respaldo que entregue el ala de la izquierda radical, que sigue al senador por Vermont. Para ir despejando dudas, esta semana en Carolina del Norte, la ex secretaria de Estado hará campaña por primera vez con el Presidente Barack Obama; quien antes de ser su jefe, fue su rival en 2008.
Citas partidistas
La Convención Nacional es la reunión final del partido, donde los delegados elegidos en las primarias votan para nominar al candidato a la Casa Blanca. Son días en los que, además de oficializar a la fórmula presidencial, los referentes del partido trazan las líneas de la campaña.
Este año, las convenciones serán más temprano en el calendario -suelen ser en agosto o septiembre-, entre otras razones para no competir con la atención que se llevan los JJ.OO.
Al encuentro, Clinton llega con 2.220 delegados y 591 superdelegados; para obtener la nominación necesita 2.383. Del lado republicano, Trump tiene 1.447 delegados, 210 más de los que necesitaba para ganar.
Compañeros de fórmula
El anuncio del candidato a vicepresidente siempre es uno de los momentos esperados en esta etapa. Pero esta vez podría ser aún más, porque tanto Clinton como Trump tienen un alto rechazo del electorado y tendrán que elegir con cuidado a quien los ayude a conquistar votos.
Trump, famoso por despedir a las personas en TV, tiene por delante una de sus más importantes contrataciones. Su decisión podría ser crucial para aliviar las inquietudes por su falta de experiencia política y su temperamento para ser comandante en jefe.
El multimillonario estaría evaluando al ex presidente de la Cámara Baja Newt Gingrich, al gobernador de Nueva Jersey y ex aspirante a la nominación, Chris Christie, y el gobernador de Indiana, Mike Pence.
Hillary, por su parte, tiene otras preocupaciones. Sus cercanos aseguran que ella evalúa el potencial impacto que su decisión podría tener en los esfuerzos demócratas para recuperar el control del Senado, en 2018.
La campaña analiza al menos tres nombres: el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, el senador Tim Kaine, de Virginia, y, de forma más reciente, la senadora Elizabeth Warren de Massachusetts, una estrella del ala izquierdista que podría conseguirle los votos de Sanders.
Festival político
Los comités de ambas convenciones vienen haciendo un intenso trabajo desde hace más de un año. La campaña demócrata tiene preparado un festival interactivo en siete localidades diferentes al estadio de Filadelfia, precisamente para el público general que no puede asistir a la convención.
Según el sitio oficial del festival llamado Political Fest, los boletos cuestan entre $5 y $15 y permitirán acceso a diferentes “atracciones”, que van desde presentaciones musicales en vivo hasta paneles de discusión política.
Los republicanos no tienen listados eventos diferentes al principal y no han revelado muchos detalles. Sin embargo, en su página mencionan los negocios que han hecho alianzas con el partido para prestar servicios en Cleveland y aseguran que han acreditado a 15.000 periodistas “una prensa internacional solo superada en tamaño por la de los Juegos Olímpicos en Río 2016”.