(CNN Español) – Fueron las dos caras de una moneda: la afición portuguesa, exultante tras ganar su primera Eurocopa de la historia; los franceses, lamentándose por dejar ir un título que jugaban en casa.
La felicidad de unos contrastaba con la tristeza de otros.
Y en medio, esta lección de deportividad de un pequeño aficionado con una camiseta de la selección portuguesa:
El niño abraza a un desconsolado aficionado francés, que agradece el gesto.
La noche del domingo, Portugal se alzó con su primera Eurocopa en la final disputada en París ante Francia. Pese a que no eran los favoritos, los lusos se impusieron con un único tanto que llegó en la segunda parte de la prórroga.