Nota del editor: Sam Roberts es un director creativo que ha desarrollado historias y eventos experienciales, incluyendo el juego para móviles FREEQ y el Festival Internacional de Juegos Independientes IndieCade. Es director adjunto de la División de Medios y Juegos Interactivos en la Universidad del Sur de California y gestiona las iniciativas editoriales de la facultad, que publica juegos en diversas plataformas, incluida Nintendo. Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor.
(CNN) – Una mujer camina por la calle, se detiene un momento y da marcha atrás erráticamente. Agarra su teléfono y, mirándolo, golpea con furia en la pantalla. De repente, a su derecha, aparece otra persona, haciendo los mismos gestos extraños combinando movimientos de piernas, ojos y su teléfono.
Al otro lado de la calle, tres individuos convergen, cada uno con sus teléfonos frente de ellos. La mujer escucha decir: “Charmander”. Se detiene inmediatamente y prepara su Poke Bola para el ataque. Así es la vida de un jugador de Pokemon Go, una nueva experiencia de realidad alternativa de Niantic Inc. y los Pokemon Co., una división de Nintendo. El juego permite a los jugadores ir a la caza de criaturas extrañas ocultas, capturarlas y competir por el territorio en una versión digital del mundo real.
Los juegos de realidad alternativa aumentan y enriquecen el mundo que nos rodea, permitiendo a los jugadores aprovechar los ambientes del mundo real para interactuar con una experiencia digital. Existen desde hace años, en una variedad de formatos. Más recientemente, la expansión de los dispositivos vestibles, como el reloj de Apple, significa que podemos complementar nuestra vida diaria con los datos generados por las computadoras y la retroalimentación de los lugares por donde caminamos, con quienes interactuamos y con lo que miramos.
Pero este nuevo juego de realidad alternativa ha alimentado una nueva ola de reacciones en las redes sociales. Algunos dicen que Pokemon Go es el futuro de las redes sociales, un éxito que va a revolucionar el mundo. Otros lo denuncian como una burda comercialización, y una forma de mercantilizar el amor de la humanidad por Pokémon.
Sin embargo, Pokémon Go no es ni la forma cristalizada y definitiva de un juego de realidad alternativa, ni tampoco un presagio del apocalipsis. Por el contrario, es un paso importante, aunque con sus limitaciones, en un medio emergente que terminará infiltrándose en la forma en que interactuamos y consumimos los medios de comunicación.
Por supuesto, el juego no es perfecto. Tiene varios errores, y su interfaz humana no está bien diseñada del todo, haciendo que jugar sea difícil y frustrante para muchos usuarios potenciales. No es un diseño repetible, ya que aprovecha una gran cantidad de información recopilada por Niantic con su primer producto. Todas las ubicaciones físicas que utiliza el juego existían en una base de datos antes de que construyeran el juego. Y a pesar de la enorme base de datos, esas ubicaciones del mundo real se utilizan mínimamente. La mayoría del tiempo de juego se lleva a cabo en la aplicación, no en una realidad mixta proporcionada por la aplicación para enriquecer la experiencia del mundo a nuestro alrededor
Pero también es un éxito glorioso, una prueba de que un gran porcentaje de los usuarios de teléfonos inteligentes está interesado en una experiencia que les permite jugar en el mundo que les rodea, que se integra con su vida cotidiana y que impulsa las interacciones sociales con otros viajeros de diferentes culturas. Esto demuestra que estos productos pueden ser auto-sostenibles, no meramente una mercadotecnia sino un producto cultural de verdad al que la gente dedicará tiempo y dinero.
Para mantener esta audiencia, para crecerla, para conseguir que los jugadores vuelvan al juego, Pokémon Go tendrá que crear un método para que los diferentes tipos de jugadores interactúen con el juego. Por el momento, está pensando en un tipo de jugador: aquel que le puede dedicar mucho tiempo y atención.
Los jugadores con tiempo y la atención más limitada no tienen una forma de involucrarse en un juego que los impulsa a socializar e interactuar con otros jugadores. Del mismo modo, el jugador más recalcitrante carece de la profundidad de juego para invertir estrategia, tiempo y organización social. Si sirve a estos grupos culturales y a otras personas construirá una audiencia, mantendrá a los jugadores interesados y fortalecerás las conexiones interpersonales.
Esta pirámide de jugadores y redes entre diversos grupos culturales es el futuro de los juegos de realidad alternativa y el futuro del entretenimiento digital. En el campo emergente de la educación en diseño de experiencias, preparamos a los estudiantes para contar historias en un mundo donde la tecnología y medios son herramientas importantes, pero son sólo eso: herramientas que proporcionan una paleta, una plataforma o un giro único para la elaboración de nuevas experiencias para nuevos jugadores
Cuando Pokémon Go termine de madurar, cuando los creadores aprendan cómo servir no sólo a una audiencia con mucho tiempo libre, sino también a los padres de esos jugadores, a una comunidad a a un grupo de pasajeros en un autobús, entonces habrá revolucionado la forma en que consumimos los medios de comunicación. Cuando los desarrolladores aprendan a aprovechar bien nuestro mundo real, el mundo digital y las diferentes motivaciones de los jugador en las distintas sociedades, entonces cambiarán la forma en que experimentamos y contamos historias.
Mientras tanto, atrapar a Rattata de camino al trabajo es una experiencia sorprendentemente divertida y gratificante.