CNNE 306804 - ninos videojuegos

La industria de los videojuegos vive un momento de esplendor.  Sus efectos en los adolescentes y, sobre todo, en los niños han sido muy discutidos. Ahora bien, al igual que la televisión, un correcto uso de los videojuegos tiene efectos beneficiosos sobre el niño o el adolescente.

Para ayudar a los padres, desde el Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, señalan los efectos negativos y positivos:

Efectos perjudiciales debido al uso incontrolado de los videojuegos:

  • Ludopatía: Pueden suponer un desorden grave en la vida. El jugador es obsesivo, ha perdido el control sobre el juego y recurre a mentiras para seguir jugando.
  • Individualismo: se antepone el uso del videojuego a otras actividades como el deporte, la lectura o el contacto con los amigos. Se produce una ruptura con la vida social, llevando a un aislamiento de consecuencias nefastas.
  • Pérdida de la noción de realidad: en los casos más graves, la práctica excesiva de estos juegos lleva al niño a una huida del mundo real encerrándose en otro virtual.
  • Depresión y ansiedad: la atención puesta en el juego desarrolla un agotamiento y un cansancio del sistema nervioso con aparición de síntomas de depresión o ansiedad. Se produce en esos casos un deterioro en el rendimiento académico significativo.
  • Comportamiento violento: Estos niños pierden el control sobre sí mismos lo cual da lugar incluso a la aparición de síntomas de abstinencia cuando no pueden practicarlos o se les priva de su uso, unido a un comportamiento impulsivo y violento.
  • Sobrepeso: el uso excesivo de los videojuegos provoca un mayor riesgo de desarrollar un sedentarismo nocivo para la salud del niño o adolescente. Esto, junto el consumo de alimentos perjudiciales desencadena la aparición de sobrepeso y obesidad.
  • Otros problemas de salud: aparición de molestias en los ojos con síntomas de irritación, dolores de cabeza, dolores musculares y tendinitis.

Problemas derivados del contenido

Especialmente nocivos son los juegos violentos (guerra, destrucción, violencia callejera, atropellos), con contenido racista o sexista (mujer como premio o víctima).

Pueden derivar en problemas de personalidad, al introducir pautas de comportamiento en un momento de formación del niño, conductas agresivas y de menosprecio a los demás (xenofobia, machismo…) y en una limitación de la creatividad e imaginación.

Problemas derivados del costo económico

Los videojuegos suelen ejercer una presión consumista sobre los niños y sobre los padres. La adquisición de aparatos con un alto costo económico puede suponer un regalo o premio desproporcionado para el fin que se pretende.

Habitualmente cuando se ha dominado un juego, el jugador va en busca del siguiente, estableciéndose un ritmo cíclico, que en el fondo deja insatisfecho al niño. Esto puede obligar a un gasto económico importante para un niño o adolescente, que en ciertos casos les puede llevar a cometer incluso pequeños hurtos o robos.

Efectos positivos de los videojuegos:

  • Refuerzo social. El intercambio de los juegos puede favorecer el contacto social y la participación en actividades comunes. En este sentido, los videojuegos en equipo es otra forma de mantener o propiciar el contacto entre amigos.
  • Esfuerzo. Intentar conseguir los objetivos del juego potencia el esfuerzo y en el caso de perder, ayuda a tolerar el fracaso. También potencia la capacidad de tomar de decisiones y la conciencia de la importancia de poner empeño.
  • Memoria y habilidades. Se favorece la coordinación visual y manual, y la adquisición de habilidades manuales. Se estimula la memoria y la capacidad para retener conceptos numéricos e identificación de colores.

Recomendaciones

La clave está en entender que el uso de los videojuegos puede ser beneficioso o perjudicial dependiendo de cómo los empleemos. En este sentido, algunas recomendaciones:

  • Controlar el tiempo dedicado a su uso: Algunos autores sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas a la semana a la práctica de esta actividad.
  • Podemos emplearlo como premio (cuando acaban la tarea, al ayudar en casa, etc…).
  • Vigilar el contenido: Debemos asegurarnos de que sean los adecuados para la edad del niño. Es bueno estrenarlos con ellos para ver que no contengan ningún peligro.
  • Potenciar la vida familiar: Los videojuegos son adoptados por los niños y sobre todo por los adolescentes para llenar un vacío. Jugar con ellos es un aliciente más para fomentar la comunicación y el contacto con los hijos, aunque esto nos lleve un tiempo.
  • Pueden cumplir una misión educativa, pero que se verá completada con otras actividades como el arte, el deporte o la lectura.

Situaciones de alto riesgo

Los padres deberán estar alertas cuando el niño o adolescente presente un comportamiento no adaptado a un uso correcto de los videojuegos:

  • Uso compulsivo de la videoconsola como por ejemplo, encenderla nada más levantarse, o aprovechar cualquier tiempo libre para usarla.
  • Aparición de cambios en el comportamiento (impulsividad, violencia) y en el rendimiento escolar.
  • Desarrollo de un individualismo exagerado.
  • Abandono de otras actividades o aficiones como el deporte, la lectura o los amigos.
  • Realización de pequeños hurtos y la consecuente negación si se les interroga.

Llegados a este punto, y ante la presencia de datos que nos puedan indicar la existencia de un problema serio en relación con los videojuegos, será conveniente recurrir al consejo de especialistas médicos u orientadores para tratar cada caso correctamente.

Los profesionales de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra tratan a diario con este tipo de problemas y valoran cada caso en particular, ofreciendo evaluación, diagnóstico y tratamiento para niños y adolescentes.