(CNN) – Los asientos vacíos en los estadios de Río 2016 están acaparando la atención de la que deberían gozar algunos de los atletas más célebres del mundo.
Se ha vendido el 88% de los más de seis millones de asientos en total que se ofrecieron en Río de Janeiro, de acuerdo con los organizadores. Es una cifra mucho menor que la de los Juegos de Londres 2012 y los de Beijing en 2008, en los que se vendió 96% de los boletos. Sin embargo, es mucho mejor que lo vendido en los Olímpicos de Atenas de 2004, en donde se compró solo 67% de los asientos.
Ha habido una excelente asistencia a eventos clásicos como la gimnasia y las disciplinas en las que se espera que Brasil sobresalga, como el fútbol y el voleibol. No obstante, se pueden ver grandes secciones de gradas vacías en muchas de las sedes, principalmente en el estadio de atletismo.
Además, aún hay alrededor de 400.000 boletos disponibles, según señalaron los organizadores de los Olímpicos el miércoles.
Mario Andrada, director de comunicaciones en Río 2016, reconoció que los organizadores están preocupados por la irregularidad de la asistencia en el Estadio Olímpico Havelange, en donde se llevan a cabo los eventos de atletismo.
“Entendemos que es un estadio grande y entendemos que debería haber más asientos llenos”, dijo. No obstante, aplaudió la energía de los aficionados que llegaron a celebrar al velocista Usain Bolt y a otros atletas.
“Vemos que el ambiente es asombroso en el estadio olímpico”, dijo Andrada.
Ausencias y otras razones
Los organizadores han dado algunas explicaciones respecto a los asientos desocupados. Una de ellas es que las sesiones son largas, lo que implica que algunos aficionados lleguen tarde, se vayan temprano o que se levanten a caminar durante los eventos, por lo que los estadios lucen menos llenos. Algunas personas compran boletos y al final no asisten. En algunas sedes en las que se juegan partidos consecutivos, la gente abandona su asiento para ir a buscar algo de comer.
Los brasileños compraron la porción más grande de boletos para los Olímpicos de Río, mientras que los visitantes extranjeros compraron 25%.
Con todo, los Juegos en general no han sido muy populares entre los brasileños. El país de casi 204 millones de habitantes ha lidiado con la inestabilidad política y la peor recesión de los pasados 25 años.
Los organizadores reconocieron que la recesión y el caos político afectaron la venta de boletos en el país, pero esperaban que hubiera un frenesí de compra de boletos al último minuto.
Muchos turistas internacionales se desanimaron de asistir por la cuestión del virus del Zika y los notorios problemas con la delincuencia en Río.
Un intento por llenar los asientos
Para llenar los asientos, los organizadores de Río 2016 se han visto obligados a ofrecer boletos con descuento para muchos de los eventos que faltan.
“Llego [sic] el momento de ver de cerca el mayor espectáculo deportivo del planeta”, se lee en la página principal del sitio web oficial de boletos de Río 2016.
Los organizadores de Río también planean llenar los estadios donando algunos de los boletos que no se han vendido. Se regalarán miles de boletos a estudiantes de las escuelas de Río de Janeiro, señaló Andrada.
Muchos de los estudiantes de estas escuelas participaron en la ceremonia de apertura y también lo harán en la de clausura, de acuerdo con los organizadores locales.
Los organizadores esperan que los boletos gratuitos ayuden a que los aficionados conozcan y se interesen en los deportes, explicó Andrada.
Con información de Shasta Darlington y Marilia Brocchetto en Río de Janeiro.