(CNN) – Mientras que Donald Trump y sus aliados intentan crear dudas sobre la salud de Hillary Clinton, el candidato republicano ha puesto a nuevo escrutinio su propio historial médico.
Al igual que Clinton, Trump ha ofrecido mínima información, la más notable en forma de una carta de pocos párrafos, escrita por su médico personal, un gastroenterólogo, y fechada en 2015, que describe su presión sanguínea y resultados de laboratorio como “notablemente excelentes”, mientras sugiere que de llegar a ser presidente, Trump sería la “persona más sana que haya sido elegida alguna vez”.
El Dr. Sanjay Gupta, corresponsal médico en jefe de CNN, consideró sorpresivo parte del lenguaje utilizado y, en algunos casos, casi cómico en su ausencia de datos objetivos.
“No sé qué sacar de esta carta”, dijo Gupta a Ashleigh Banfield de CNN el martes. “Seas doctor o no, el grado de hipérbole y la utilización de estas palabras es bastante inusual. La gente no escribe así… “La fuerza y el índice de estamina son extraordinarios”… ¿Qué significa esto exactamente?
Ni la campaña de Trump ni el Dr. Harold Bornstein, su médico, respondieron a las solicitudes de comentarios.
A sus 70 años, Trump sería el hombre más viejo en asumir la presidencia, de ser electo en noviembre, con unos 8 meses más que la edad que tenía Ronald Reagan cuando fue investido por primera vez hace más de 35 años.
Pero tanto Trump como Clinton, de acuerdo con un modelo de expectativa de vida realizado por el gobierno en 2013, estadísticamente podrían vivir cómodamente durante un segundo mandato, y más allá, pasados los 80 años.
Existen pocas señales en el historial médico de Trump o en su forma de vida conocida para sugerir que es propenso a futuro riesgos.
Su estatus de abstemio ha sido bien documentado desde hace décadas. En su carta, el Dr. Bornstein escribió que Trump nunca ha sido consumidor de alcohol o tabaco, una afirmación respaldada por las propias declaraciones del candidato y publicaciones independientes.
Más recientemente, Trump ha profesado y mostrado abiertamente su preferencia por la comida rápida, aunque con moderación.
En un encuentro organizado por CNN en febrero se deshizo en elogios hacia McDonald’s (“estupenda comida”) y KFC (“no es lo peor del mundo”), mientras aseguraba a los espectadores que su dieta de hamburguesas estaba “cuidadosamente” equilibrada. Él ha publicado imágenes en redes sociales en las que aparece disfrutando productos de ambas marcas a bordo de su avión privado.
En un ejercicio de preguntas y respuestas publicado por la revista People, Trump dijo que, a diferencia de la experiencia de otros, él había “perdido 15 libras (6.8 kilos) durante la campaña”.
“Uno de los motivos”, explicó, “es que cuento con grandes públicos” y que entretenerlos “es casi una forma de hacer ejercicio”.
Pero un artículo publicado por The New York Times el lunes sugiere que su suerte parece no haberse extendido a 2016, diciendo que “en opinión de algunos amigos de Trump, él ha subido de peso recientemente”.
En el pasado, Trump ha dicho que el golf es su principal forma de mantenerse en línea.
“Solía participar en todos los deportes. Siempre fui un buen atleta. Siempre fui capitán de mis equipos”, le dijo a Men’s Health en 2013 añadiendo que a medida que iba envejeciendo han aumentado las caminatas y rutinas de golf.
“Cuando juego algunas rondas (de golf) el fin de semana, llego a la mañana del lunes pesando 3 o 4 libras (entre 1 y 2 kilos) menos”, dijo. “Es un ejercicio placentero, y además te mantiene lejos del refrigerador porque estás afuera en el campo”.
“Clinton, quien dice que trata de seguir una rutina de yoga durante la campaña, mostró una postura relajada cuando se le cuestionó sobre Trump y las teorías conspirativas alrededor de su salud.
“Por lo que yo puedo decir”, declaró sin ninguna expresión a Jimmy Kimmel el lunes, “él está tan sano como un caballo”.