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(CNN) – El presidente Barack Obama anunciará un paquete de ayuda por 90 millones de dólares para remover las decenas de millones de bombas estadounidenses sin explotar en Laos, durante su visita al país, confirmó la Casa Blanca.

El paquete incluirá la financiación para ubicar el lugar donde se mantienen las explosivos mortales en todo el país y para eliminar las bombas.

Se estima que unos 80 millones de bombas de racimo se quedaron sin explotar en Laos después de la campaña de bombardeos de Estados Unidos hace más de 40 años, como parte de la guerra de Vietnam.

La “guerra secreta” en Laos

Las 80 millones de bombas sin explotar dispersas en todo el país representan el mortal legado de lo que se conoce como la “guerra secreta” de Estados Unidos en Laos: una misión dirigida por la CIA durante la Guerra de Vietnam.

La operación tenía como objetivo el bloqueo de las líneas de suministro de Vietnam en la ruta Ho Chi Minh en el sur de Laos, y también apoyar a los partidarios del gobierno de Laos en una guerra civil contra las fuerzas comunistas en el norte.

En total, entre 1964 y 1973, EE.UU. arrojó más de dos millones de toneladas de bombas, uno de los mayores bombardeos aéreos de la historia.

La mayor parte de las municiones arrojadas eran bombas de racimo, que se escinden antes del impacto, dispersándose en cientos de bombas más pequeñas, conocidas como “bombitas”.

A día de hoy, menos del 1% de esas bombas se han eliminado, de acuerdo con la ONG Legacies of War, con sede en los Estados Unidos, que lidera una campaña para eliminarlas.

“Fuimos completamente olvidados aquí”, dijo el fundador de la ONG, Channapha Khamvongsa, quien nació en Laos.

Pero el pueblo de Laos no se puede olvidar cuando la “guerra secreta” todavía se está cobrando víctimas.

Más de 20.000 personas han muerto o resultado mutiladas por las armas sin explotar desde que terminó la guerra, y en la actualidad, 50 personas mueren o resultan mutiladas cada año.

Alrededor del 40% son niños.

“(Las bombitas) son armas del tamaño de una pelota de tenis”, dice Khamvongsa. “Los niños a menudo confunden las bombas con juguetes, y las recogen. Esto es a menudo la causa de una explosión”.

Los agricultores también se encuentran entre los más afectados, ya que los más pobres se ven obligados a laborar en los campos minados para alimentar a sus familias.

La visita de Obama es el primer viaje de un presidente en Estados Unidos a Laos.

Cuando ponga un pie en el país, todo lo que diga será seguido de cerca por el pueblo de Laos.

“La gente está ansiosa por escuchar lo que un presidente estadounidense tiene que decir al respecto y reconocer lo que EE.UU. hizo aquí”, dijo Khamvongsa. “Esto dará una mayor visibilidad sobre lo que ha sucedido”.