(CNN) – Quizá quieras correr un poco después de tu próxima cerveza. Hacer el ejercicio recomendado podría contrarrestar el alto riesgo de cancer que trae consumir alcohol, revela un estudio reciente.
De igual forma, la actividad física disminuyó cualquier riesgo de muerte causada por consumo de alcohol.
Debido al lugar que ocupa en la cultura occidental “el alcohol seguirá siendo consumido en exceso a pesar del daño que causa a la salud de los individuos y de la sociedad en general”, dice el doctor Emmanuel Stamatakis, autor principal del estudio que fue publicado este jueves en la Revista Británica de Medicina Deportiva y profesor asociado de la Universidad de Sidney.
Sin embargo, las políticas para regular el consumo nunca han funcionado bien, dice Stamatakis. Como la gente continúa bebiendo, esta investigación realista estudia si los daños que causa podrían ser frenados por los beneficios del ejercicio.
Larga observación
Stamatakis y sus colegas recogieron información de encuestas de salud hechas en Inglaterra y Escocia. Luego los investigadores agruparon a los participantes –36.370 personas de 40 años o más– en tres categorías: los poco activos, los que hacen determinada cantidad de ejercicio, y los que más se ejercitan. Después el equipo observó el consumo de alcohol en los tres grupos.
Calculando un total de 5.735 muertes en un periodo de seguimiento de casi 10 años por persona, y calculando, los investigadores descubrieron que comparados con personas que nunca habían consumido alcohol, beber en exceso estaba vinculado a un riesgo mayor de muerte por muchas causas. El consumo peligroso de alcohol es de 8 a 20 tragos estándar para las mujeres y de 21 a 49 para los hombres, según lo definieron los investigadores.
Entre más unidades de alcohol a la semana, mayor el riesgo de muerte por cáncer, incluso cuando una persona bebe menos del máximo recomendado a la semana: 8 tragos por mujer y 12 por hombre.
Sin embargo, todas las cifras cambiaron cuando Stamatakis y sus colegas incluyeron el ejercicio en sus cálculos.
Esto se vio específicamente cuando observaron el impacto que tenía la cantidad de tiempo de ejercicio recomendado para adultos, que es 150 minutos de actividad aeróbica moderada. Eso incluye caminar rápidamente, nadar o podar el césped, según el Departamento de Salud de EE.UU., que también recomienda ejercitar los mayores músculos al menos dos veces a la semana.
Ejercitarse el tiempo recomendado “aparentemente reducía completamente” el riesgo de muerte por cáncer causado por el alcohol, dice Stamatakis. La actividad física similar también contrarrestaba el riesgo de mortalidad vinculada con consumo de alcohol. Ejercitarse más traía mejores resultados.
Una cosa que no moderaba el ejercicio, sin embargo, era el riesgo de muerte entre las personas que bebían a niveles dañinos: “más de 20 tragos a la semana para las mujeres y 28 para los hombres”, dijo Stamatakis.
Los resultados también mostraron que beber ocasionalmente –beber pero no cada semana– estaba asociado a un riesgo reducido de muerte por enfermedad cardiovascular.
“Habría esperado que los efectos de la actividad física moderada fueran más pronunciados para la enfermedad cardiovascular que para la mortalidad por cáncer”, dijo Stamatakis.
Como es un estudio de observación, los resultados apenas “sugieren una relación” entre el ejercicio, beber y los beneficios de salud, dice Michael Hyek, director del Centro de Salud Cardiaca McConnell. Los investigadores usaron información reportada por los propios pacientes, que puede o no ser confiable, y no estudiaron los hábitos alimenticios o el uso de medicamentos u otros factores que juegan un papel determinante en cómo afecta el ejercicio la salud cuando se consume alcohol, dijo Hyek, quien no estuvo involucrado en el estudio.
Sin embargo, Stamatakis cree que su estudio ofrece “otra razón” para promover la actividad física y hacer que el ambiente induzca más a la actividad física y a que la gente pase menos tiempo sentada.
“¿Cuántas razones necesitamos para que la actividad física sea tomada en serio?”, añadió.
Contra esto, Hyek no tiene argumentos. Los beneficios de la actividad física moderada incluyen reducir el estrés, prevenir, controlar y contrarrestar la diabetes, y un impacto positivo en la presión sanguínea, el peso y la depresión, explicó.
“Conozco muy pocas condiciones médicas que el ejercicio no pueda impactar positivamente”, dice Hyek. “Es algo bueno sin importar las circunstancias”.