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(CNN) – El pueblo asediado de Madaya ha visto un “aumento preocupante” en los intentos de suicidios en niños mientras la guerra continúa, advierten grupos de derechos humanos.

Al menos seis niños y adolescentes –la más joven de 12 años– y siete adultos han intentado suicidarse en los últimos dos meses, dijo en un comunicado la organización Save the Children.

Antes de que el pueblo fuera asediado no había casi casos de suicido, añaden.

“Los niños están psicológicamente acabados. Cuando hacemos actividades como cantarles, no reaccionan para nada, no se ríen como lo harían normalmente”, dice una profesora del pueblo según el reporte.

“Dibujan imágenes de niños mutilados por la guerra, o tanques, o el asedio y la falta de comida”.

Cientos de personas están sufriendo de “problemas psicológicos y mentales, incluyendo depresión severa y paranoia, a menudo exacerbada por las condiciones en las que viven”, dice el comunicado. La crisis se ha empeorado por la falta de recursos de salud mental.

El reporte llega después de un informa de UNICEF que dice que casi 50 millones de niños en el mundo son refugiados o inmigrantes.

Madaya, un pueblo de 40.000 habitantes al noroeste de la capital Damasco, ha estado asediado desde julio del año pasado, alejado de las fuerzas del gobierno de Siria y de Hezbollah, el aliado del Líbano. También está plagado de minas antipersonales, a pesar de los esfuerzos.

Además de los problemas de salud mental, los niños del pueblo ni siquiera tienen acceso a “tratamiento médico básico”. La ONG dice que hay reportes de un brote grave de meningitis.

“El largo asedio de Madaya y otros pueblos está afectando a la gente, tanto sus mentes como sus cuerpos”, dice Sonia Khush, directora de Save the Children para Siria.

“La presión de vivir bajo estas condiciones por años es demasiado, especialmente para los niños. Hay más de 250.000 niños viviendo bajo asedio en Siria y aunque son resistentes, vemos las señales del trauma y el estrés cada día”.

Un pueblo trágico

Madaya se dio a conocer este año cuando decenas de residentes supuestamente murieron de hambre y desnutrición, según activistas locales.

En ese entonces, la ONU dijo que había recibido “reportes creíbles” de que la gente estaba murieron de hambre y que Siria había acordado permitir la entrada de camiones de ayuda a esa y otras ciudades bajo asedio.

Por un tiempo, se permitió la llegada de la ayuda con comida y medicinas. Pero el asedio se ha reforzado en los últimos meses, y no se ha permitido la entrada de ayuda humanitaria desde abril, según la ONG.

Usar la inanición como arma en Siria es un “crimen de guerra”, dijo el secretario general de la ONU Ban Ki-moon en enero después de que camiones con ayuda llegaron a repartir comida entre los residentes desnutridos.

“Los equipos de la ONU han sido testigos de escenas que perseguirán sus almas”, dijo Ban. “Los ancianos, los niños, las mujeres y hombres están en los huesos: demacrados, muy desnutridos, tan débiles que apenas pueden caminar y desesperados por el más mínimo bocado”.

La guerra civil de Siria no sólo ha sido uno de los conflictos más sangrientos en le mundo hoy, sino uno de los más complicados.

Comenzó como un levantamiento contra el presidente Bashar al-Assad en 2011 y luego se desencadenó una guerra civil que ha dejado 400.000 personas muertas, según las Naciones Unidas.