(CNN) – Gracias a una prueba de ADN comercial una mujer descubrió que tiene ocho hermanos desconocidos, por lo que emprendió una exhaustiva investigación para determinar quién era su padre biológico. Al final pudo establecer que su progenitor era el doctor de fertilidad de su madre, según documentos de la corte del condado de Marion en Indiana, Estados Unidos.
El doctor Donald Cline les dijo a sus pacientes que las estaba inseminando con “esperma fresco” de estudiantes de medicina o de médicos residentes.
Cline se declaró no culpable de dos cargos de obstrucción a la justicia.
“Fue inmoral lo que hizo. Les decía a sus pacientes una cosa y hacía otra”, dijo la mujer que espera permanecer en el anonimato, según la afiliada de CNN, WXIN.
“Esta clase de cosas pasan muy rara vez, y la Asociación Estadounidense de Medicina Reproductiva no lleva cifras de estos casos”, dijo Eleanor Nicoll, portavoz de esa organización.
Cerca del 6% de las mujeres casadas en los Estados Unidos no pueden tener hijos luego de un año de sexo sin protección, mientras que el 12% de las mujeres tienen dificultad para quedar embarazadas o procrear según cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés.
Entre 2006 y 2010, los CDC también encontraron que cerca del 12% de las mujeres (7,3 millones) o sus esposos o parejas usaron servicios de fertilidad en algún punto de sus vidas.
Encontrando media hermanas
El caso de Cline empezó con una mujer y rápidamente se extendió a sus otras medio hermanas.
La investigación de Jacoba Ballard sobre su identidad empezó cuando tuvo curiosidad sobre su historia, explican documentos de la corte.
De la misma manera, Kristy Killion se interesó en sus raíces cuando alcanzó la edad adulta. Ella sabía que sus padres habían asistido a una clínica de fertilidad, así que llamó directamente a la oficina de Cline. El doctor le dijo que aunque reconocía el nombre de sus padres, no podía ayudarla pues destruyó los documentos médicos y no podía decirle cómo encontrar al donante de esperma.
Killion aceptó lo que el doctor le dijo y se inscribió en una página web que conecta niños concebidos con donación de esperma.
Luego de que Killion se conectara con Ballard, las dos medio hermanas hablaron y se hicieron una prueba de ADN. Fue entonces cuando encontraron más hermanas —nueve en total— y el caso se volvió sospechoso “porque se supone que el esperma del mismo donante se usa sólo en tres embarazos exitosos”, establecen los documentos de la corte.
Encuentro cara a cara
Eventualmente las hermanas descubrieron un vínculo genético con Doug Cline, el hijo del doctor. Cuando lo contactaron por Facebook Doug dijo que su padre había admitido ser donante de muestras de esperma en diferentes laboratorios durante varios años.
Sorprendida, confundida y con ganas de llegar hasta el fondo del asunto, Ballard lo arregló todo para hablar con el doctor Cline… su padre.
Durante el encuentro cara a cara de Cline con Ballard, Killion y otras de sus cuatro hermanas, el doctor confesó que había donado su esperma —no a través de un banco— unas 50 veces y “admitió haber actuado mal inseminando a las mujeres con su propio semen, pero sentía que estaba ayudando a las mujeres porque ellas realmente querían un bebé”, añaden los documentos de la corte.
El doctor también se sintió presionado a hacer lo que hizo porque no siempre tenía acceso a esperma fresco.
En 2014, Killion y Ballard enviaron quejas a la oficina del fiscal general de Indiana, le dijo a la cadena WXIN el ayudante del fiscal del distrito Tim DeLaney. Durante la posterior investigación legal, Cline habría mentido sobre sus prácticas médicas en una carta dirigida a esa oficina.
La falsificación se volvió obvia cuando “los resultados de los análisis de ADN objetivamente dijeron que el doctor Donald Cline era el padre biológico de Kristy Killion and Jacoba Ballard”, dicen los documentos de la corte.
Cline se retiró de Asociación de Endocrinología Reproductiva en 2009. Ahora enfrenta más de cinco años de prisión si es declarado culpable de dos cargos de obstrucción de la justicia, dijo Peg Macleish, portavoz de la oficina del fiscal del condado de Marion.
Cline aparecerá en la corte el próximo 17 de octubre en una audiencia previa al juicio.
Tracy Betz, la abogada de Cline, no respondió al requerimiento para comentar este caso.
Preocupaciones éticas
“Hay claramente una violación o preocupación ética”, dijo Steve Boreman, un abogado basado en California que enseña ética profesional a los médicos, a sus asistentes, enfermeras y farmaceutas que han “cruzado la línea” y por lo tanto deben tomar su clase por orden de un juez.
A parte del tema ético, las posibles repercusiones legales no son claras. Boreman, que no está involucrado en este caso, no hizo ningún comentario sobre un contrato invisible entre Cline y sus clientes, pero resaltó que cualquier paciente que se someta a un procedimiento médico debería firmar un consentimiento informado, y en este caso, los pacientes claramente no fueron informados completamente.
Cuando se le pregunto a Boreman si los hijos de Cline deberían demandarlo para que les devuelva el dinero o pidiendo apoyo para la manutención de hijos, el abogado dijo que no sabía.
Normalmente, cuando las personas se somete a tratamientos de fertilidad, firman documentos legales para eximir de cualquier responsabilidad tanto al donante como a la clínica, ya sea pidiendo apoyo u otras situaciones. Sin embargo, el contrato puede ser anulado cuando hay un acto de intervención criminal, dijo el abogado.
Considerando que Cline “incumplió su deber general de ser honesto y recto”, podría haber un argumento para determinar que “su acto criminal o cuasicriminal de engaño” podría anular cualquier protección para evitar la manutención de menores, según Boreman.
A pesar de que las demandas de paternidad pueden no ser claras, los asuntos legales podrían algún día tocar a los nuevos hermanos.
“Los hermanos actuales no tienen obligaciones con los otros, excepto si hay una voluntad inobjetable, las cosas podrían generar un conflicto”, añadió Boreman.