Nota del editor: Peter Daboll es el CEO de Ace Metrix, una empresa dedicada al análisis de publicidad. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(CNN) – Todos los ojos en la cerrada contienda presidencial de Estados Unidos están puestos sobre el votante indeciso. ¿Pero cuáles son los rasgos de un elector “indeciso” en 2016?
Hasta hace poco, para responder a esta pregunta, las encuestadoras acostumbraban mirar a los votantes que se registran como “independientes”. Pero los sondeos de seguimiento basados únicamente en la afiliación partidista se han vuelto problemáticos en una contienda entre dos de los candidatos más polarizantes y antipáticos de la historia.
Registrarse como fiel demócrata o republicano ya no implica que vayas a votar por ese candidato a presidente. Además, muchos votantes que son independientes no están necesariamente indecisos.
Al tratar de comprender al votante indeciso y qué elementos pueden influir en sus decisiones de voto, miramos más allá de las encuestas tradicionales. Cada semana sondeamos a más de 1.500 votantes y les pedimos que clasifiquen en orden sus opciones de candidatos para poder medir la seguridad del votante en su actual opción, en lugar de aplicar el enfoque tradicional binario de “el ganador se lleva todo” empleado por la mayoría de las firmas de sondeo.
De esa manera tomamos en cuenta la indecisión de un votante y sus opciones alternativas, y desagregamos el universo de votantes en grupos estadísticamente únicos: los partidarios predecibles de Hillary Clinton y Donald Trump, y los votantes indecisos.
Al desagregar los votantes indecisos, nos encontramos con dos grupos. El primer grupo de “indecisos”, los rejectors (los rechazadores o contrarios), representan el 17% de los votantes. Ambos candidatos les desagradan con tal ardor que preferirían votar por un candidato alternativo (Gary Johnson o Jill Stein) o no votar en absoluto. No están representados y aborrecen el sistema basado en las dos principales opciones de candidatos.
El segundo grupo son los votantes de todas las afiliaciones partidistas que pueden ser influenciados y cambiar de opinión, son estos swayables (los vacilantes pero influenciables) los que determinan en gran medida el resultado de contiendas cerradas como ésta. De acuerdo con nuestro análisis, el 10% de los votantes cae en esta categoría.
Este grupo swayable es 34% republicano, 26% demócrata y 40% independiente, demostrando que los votantes independientes no son los únicos que están indecisos. Estos votantes no pueden ser etiquetados como “independientes” o “propensos” (leaners es el término usado por las encuestas en inglés, aunque no se reconocen como demócratas o republicanos, manifiestan inclinación por uno u otro partido). Es un grupo que honestamente no sabe por quién votar, pero probablemente al final elija a un candidato.
Este grupo se preocupa por la economía, la salud y la educación, pero la economía supera con mucho los otros temas. La inmigración ocupó un distante cuarto lugar entre las prioridades de estos votantes, mientras que las cuestiones ambientales y sociales fueron clasificadas como relativamente poco importantes.
Vale la pena señalar que, hoy por hoy, los dos candidatos parecen estar centrados en temas que resultan irrelevantes para los mismos votantes que bien podría decidir el resultado de la elección.
Los swayables podrían inclinarse por un candidato presidencial si encontraran los siguientes atributos: fuertes habilidades de liderazgo y honestidad… dos cualidades que no parecen presentes en la actual imagen que dan los candidatos.
Es importante destacar que este grupo tiene una impresión positiva de ambos candidatos. Son un grupo optimista y responde de manera diferente a todos los demás grupos a los mensajes de los candidatos.
De hecho, los únicos anuncios publicitarios emitidos desde el 30 de junio que los swayables consideraron como un impacto negativo en su intención de voto fueron emitidos por candidatos de un tercer partido - una indicación de que estos votantes planean votar por uno de los dos candidatos.
Para los equipos creativos y estrategas de medios, esto es lo que muestran los datos:
Haz el amor y no la guerra: Este es un grupo que responde desproporcionadamente mejor a los anuncios positivos de cualquier candidato.
Honestidad: Las campañas parecen confundir “indecisos” con “ingenuos”. Este grupo no es tonto, y supera a la media en ingresos y educación. Ellos valoran la honestidad, la credibilidad y el respeto.
Más política y menos insultos: Este grupo está buscando razones para votar por un candidato. Les impresionará más quien explique sus políticas y creencias, no quien lance más insultos contra el otro candidato. En este momento, ese 10% de votantes swayable es el grupo más importante de votantes en el país. Las campañas que puedan cambiar y entregar los mensajes más relevantes y de mayor impacto a este grupo serán las ganadoras.