(CNN) – El título y la historia pueden ser los mismos, pero ‘Los siete magníficos’ está pensada para una audiencia que le gusta ‘Rápido y Furioso’ y no un wéstern.
Lo que sí es que el título ha demostrado ser duradero. El clásico de 1960 (una adaptación de ‘Los siete samurai’) dio tres secuelas, una serie de televisión e incluso un spin-off espacial con ‘Batalla más allá de la estrellas’. Aún así, esta nueva versión, –dirigida por Antoine Fuqua que reúne al elenco de ‘Días de entrenamiento’, Denzel Washington e Ethan Hawke– toma decisiones que despojan al filme de cualquier sutileza y lo guían a un clímax de matanza de niveles prácticamente absurdos.
El argumento de la película involucra a un pequeño poblado (llamado Rose Creek, cerca de México) que contrata a unos bandidos para acabar con un villano (Peter Sarsgaard) y sus secuaces. El magnate tiene unas minas y está determinado en sacar a la gente del pueblo, sin dejar más opción que correr o luchar.
El guión –escrito por Niz Pizzolatto de True Detective y Richard Wenk– omite la motivación original del grupo para tomar una misión suicida y en realidad termina siendo una venganza del líder de los magníficos, Sam Chisolm (Washington), quien se dedica a buscar a su equipo y prepararse para una batalla en contra de una armada.
Entre los reclutados está Chris Pratt, –cuyo encanto es uno de los mayores aciertos de la película– quien interpreta a un apostador que ama el alcohol bajo el nombre de Josh Faraday, mientras que el resto de los hombres forman una coalición diversa.
La pandilla se conforma de un mexicano (Manuel Garcia-Rulfo), un asiático (Byung-hun Lee), un nativo-americano (Martin Sensmeier), así como Vincent D’Onofrio, un montañez que se asemeja a un Santa Claus asesino.
Esa diversidad sería aún más admirable si la elección de personajes no se sintiera como solo eso, diseñado para vender una película que atañe a diferentes territorios internacionales y demográficos. Esto porque, aunque existen algunos encuentros entre ellos, sus historias personales se obvian durante la trama, con excepción de la de Hawke, quien interpeta una mezcla de los personajes originales interpretados por los actores Robert Vaughn y Brad Dexter.
La película, inevitablemente, pasa mucho tiempo preparándose para el clímax. Pero es tan caótica que pierde mucha fuerza. Además, la cuenta de los cuerpos llega a un nivel en donde uno se pregunta cuántos eran necesarios para que el filme tuviera una clasificación C.
La diversidad
Las películas wéstern son uno de los géneros más amados de Hollywood, pero no uno de los más diversos. Ese no es el caso con el estreno de ‘Los siete magníficos’.
Su estrella Denzel Washington, quien interpreta al cazarecompensas Sam Chisolm, dijo a CNN en el Festival de Cine Internacional de Toronto a principios de este mes que la diversidad del reparto habla sobre la realidad del entorno en el oeste de 1800.
“Esa era la realidad de lo que sucedía en esos días”, dio Washington. “La cuestión es, ¿por qué no fue ese el caso en 100 años de la industria cinematográfica?”
Washington añadió que el tener una película positiva sobre bandidos que intentan hacer las cosas bien también podría tener impacto sobre las audiencias actuales.
“Las personas tienen miedo. Se están encasillando. Están polarizados. Es este lado contra aquél, así que, ¿cómo se sentirán seguros?”, dijo. “Estábamos hablando sobre esto antes, ‘oh las películas se van a desvanecer’. No, las personas van al cine ahora más que nunca porque quieren estar unidas”.
Otra estrella del elenco, Chris Pratt dijo que ser parte de la película lo ayudó a crear una nueva marca en un género viejo.
“Siempre quise hacer un wéstern”, dijo Pratt. “Esta es una historia atemporal que se ha contado muchas veces, pero es una perspectiva nueva y relevante. Es un elenco diverso y eso refleja verdaderamente el mundo moderno”.
‘Los siete magníficos’, se espera que tenga un estreno sólido en las taquillas, con proyecciones de ganancias alrededor de los 30 millones de dólares. Pero le podría ir mejor que eso si toca las fibras sensibles de los espectadores conscientes de los problemas de diversidad que han hecho noticia últimamente.