(CNN) – Pamela Anderson probablemente no es una agente o una espía, vamos.
La exestrella de “Baywatch” quedó en el centro de algunas teorías de conspiración después de que le llevara a Julian Assange un almuerzo vegano este fin de semana.
Sí, eso realmente ocurrió.
Anderson visitó a Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, donde lleva viviendo por más de cuatro años. Está refugiado alló después de que fiscales suecos ordenaran su captura en 2010 por acusaciones de un abuso sexual a dos voluntarias de WikiLeaks en ese país.
La actriz incluso tuiteó una foto de ella con la comida, acompaña del texto: ”#freeassange #getalife” (liberen a Assange, consigan algo que hacer).
Anderson le dijo a la prensa británica que le preocupa la salud de Assange y “le llevó un buen almuerzo vegano y algunos bocados veganos”.
“Dijo que lo torturé llevándole comida vegana”, bromeó.
Pero como las redes sociales son lo que son, empezaron a circular conspiraciones de que su visita puede haber sido por razones nefastas, incluyendo una teoría de que ella lo quería envenenar y acabar con WikiLeaks.
Desde luego eso no ocurrió, pero lo que sí se ‘murió’ fue el internet de Assange.
En la mañana del lunes, WikiLeaks tuiteó que “la conexión a internet de Julian Assange ha sido intencionalmente cortada por un elemento estatal. Hemos activados los planes de contingencia apropiados”.
La gente inmediatamente se empezó a quejar en Twitter.
“Los estadounidenses deberían considerar un ataque contra Assange como un ataque a la libertad de expresión y un acto de guerra contra ellos #freeAssange,” tuiteó un usuario.
Y naturalmente el tema se concentró en Anderson, y algunos la llamaron una “honeypot” (un término usado en el mundo del espionaje para una mujer atractiva cuya tarea es seducir a un hombre para sacarle o robarle secretos).