YINCHUAN, China (CNN) – Al igual que muchas personas en el resto del mundo, yo no sabía de la existencia de Yinchuan antes de poner un pie en ella.
Sin embargo, los funcionarios chinos que me llevan a conocerla están muy deseosos de promover la capital de la provincia de Ningxia, en el norte de China, como una maravilla técnica.
Y yo debo de poner atención, porque Yinchuan tiene como fin servir como el prototipo de una “ciudad inteligente” para muchas áreas urbanas en toda China.
Pero ello también presenta algunos cuestionamientos en torno a privacidad informática.
Pagar con la cara
En Yinchuan, tu cara es tu tarjeta de crédito.
En los autobuses locales, los programas de reconocimiento facial han reemplazado las taquillas. De una manera similar a como puede desbloquearse un teléfono con la huella digital, las caras de los pasajeros están asociadas con sus cuentas bancarias, lo cual significa que el autobús no debe detenerse por los pasajeros que no tienen cambio.
Por si fuera poco, los basureros -que funcionan con energía solar y son compactadores de basura- para incrementar su capacidad de carga cinco veces están siendo puestos a prueba dentro del Proyecto de Comunidad Inteligente de la ciudad, una especie de “laboratorio viviente” que funciona como una especie de microciudad dentro de la urbe. Los basureros mandan una señal cuando están llenos, para que los recolectores de basura pasen a vaciarlos.
Las compras también son aquí, potencialmente, una cosa del pasado. Los pobladores locales pueden ordenar alimentos mediante una app y luego, en lugar de recibirlos en casa, pasar a recogerlos en armarios refrigerados en la zona central.
Saludos holográficos
En la alcaldía, hologramas, no personas, le dan la bienvenida a la gente. Una serie de códigos QR cubren las paredes, permitiéndole a la gente obtener respuestas rápidas a preguntas comunes y evitar hacer fila. Durante una reciente feria en Yinchuan, los buscadores de empleo escanearon los códigos para obtener información sobre trabajos ofrecidos.
Cada interacción que pudiera tener un ciudadano con el gobierno, desde obtener una licencia para un negocio hasta renovar un pasaporte, ocurre aquí. Muchos procesos que alguna vez requirieron encuentros cara a cara han sido trasladados de manera efectiva.
Ello también se aplica al cuidado a la salud.
Haodaifu Online es un portal en internet que enlaza a los doctores con los pacientes, proporcionándole a estos últimos terapia remota y prescripciones. Los servicios de ese tipo reducen las aglomeraciones en los hospitales y para cirugías.
China inteligente
Yinchuan es solamente uno de los casi 200 proyectos de ciudades inteligentes en China.
Conforme el gobierno central trata de llevar a 250 millones de sus ciudadanos de las zonas rurales a poblados y ciudades para 2050, intenta hacer que sus zonas urbanas sean más eficientes y estén equipadas con la tecnología necesaria para la llegada de tantos pobladores.
Para cimentar su estatus como líder entre las “ciudades inteligentes”, Yinchuan ha sido durante dos años la anfitriona de la conferencia Ciudad Inteligente en foco, que este año atrajo a 1.000 delegados de 66 países diferentes.
Una ciudad inteligente se define como un asentamiento urbano que integra el almacenamiento masivo de datos, la tecnología y la planeación urbana, señalando un futuro digno de la ciencia ficción.
“Lo que hace especial a China es que busca crear un patrón repetible en cuanto a cómo construir, crear y desplegar una ciudad inteligente”, dijo Carl Piva, vicepresidente de programas estratégicos de TM Forum, que organizó la conferencia.
“En Occidente, no tenemos ese sentido de ‘desplegar’ como ellos tienden a hacerlo”, dijo.
¿Por qué Yinchuan?
A primera vista, la ciudad podría no ser la opción más obvia para ser un líder entre las “ciudades inteligentes”. Su población de 1,5 millones palidece ante la de Beijing (13 millones) y Shanghai (24 millones).
¿No tendría más sentido el empezar a hacer inteligentes la ciudades ya desarrolladas, donde los ciudadanos podrían beneficiarse más y participar?
Piva dice que no.
“El problema es que esas ciudades ya son demasiado grandes”.
Un lienzo en blanco como Yinchuan puede adoptar nuevas tecnologías con mayor flexibilidad y luego “atraer a la gente que de otra forma se hubiera ido a Beijing o Shanghai”.
Las grandes ambiciones de la ciudad quedan claras en las decenas de brillantes, pero vacías, torres que se alzan sobre sus calles.
“Están vacías porque han sido planeadas para nuevos ciudadanos. Ellos piensan que pueden organizar primero la tecnología y luego traer algunos ciudadanos, para ello deberán tener la ciudad preparada”, dijo Igor Calzada, conferencista y asesor del Programa para el Futuro de las Ciudades de la Universidad de Oxford, quien también habló durante la conferencia.
A él no le convence ese enfoque.
“Ellos operan con esta idea de que todas las ciudades deben de ser construidas desde cero, que uno puede crear esta nueva ciudad y todo va a funcionar perfectamente desde el primer día. Las ciudades no funcionan de esa forma”, señaló Calzada a CNN.
“Lo que verán en cinco años es como debe de ser conectada la conducta de los ciudadanos y la tecnología, y eso no es tan fácil”.
Información: ¿Bondad o maldición?
Buena parte del potencial de Yinchuan procede de la información sobre cada ciudadano y la idea de que ello puede mejorar sus vidas es su filosofía central.
Tomen por ejemplo el sistema de salud de la ciudad.
Peter Sany, presidente de TM Forum, imagina un mundo donde los sensores pueden, por ejemplo, monitorear el nivel de insulina de un paciente diabético y enviar una alarma si entra en un choque diabético. O quizás un detector de movimiento puede determinar cuándo un paciente mayor sufre una caída y alertar a un equipo de emergencia.
“Miren la cuestión económica”, dijo Sany. “La población está envejeciendo y cuando envejeces te vuelves enfermizo. Estamos quedándonos sin dinero debido al sistema de salud, pero este tipo de tecnología reducirá esta carga sobre la sociedad”, dijo.
Aunque el sistema de salud de Yinchuan no se encuentra en esa etapa actualmente, esa es la dirección hacia la que se encamina.
“Las ciudades inteligentes presentan una solución a muchos de los problemas inevitables de la urbanización”, dijo Baichun. “Fue diseñada para la gente, trabajará para la gente y traerá beneficios para la gente”, agregó.
Pero Calzada está preocupado por cuanta información personal será usada por el gobierno chino.
“¿Cuánta información está siendo usada? ¿Para que será empleada? No lo sé, no tengo idea, y nadie parece interesado en profundizar en esas cuestiones”, dijo.
“Algunas ciudades parecen interesadas en considerar la transparencia de esa información, otras no. Yinchuan es muy nueva, pero nadie parece estar interesado en saber más acerca de cómo será controlada”, sentenció.