(CNN) – Crematorios, morgues y casas funerarias. Estos edificios usualmente lucen tan deprimentes como sus nombres. Fueron diseñados para ser discretas, y usualmente son cajas frías y deprimentes de concreto escondidas den la tierra de los vivientes.
Pero arquitectos alrededor del mundo están tomando en cuenta la muerte al diseñar estructuras simbólicas, que destilan belleza, paz e intriga.
“Crematorios y morgues, incluyendo la arquitectura moderna, siempre han sido temas difíciles para los arquitectos”, dice Nikolaus Hirsch, un diseñador aleman que recientemente trabajó en un museo sobre la muerte.
“Pero la arquitectura puede construir un puente entre la vida y la muerte, y hasta cierto punto, borrar los límites”, añade.
Desde el Museo de la Inmortalidad en México hasta una morgue en España, diseñadores tienen la misión de inyectar un poco más de vida a la arquitectura para muertos.
La inmortalidad a través del diseño
Fue precisamente la conexión entre la vida y la muerte lo que inspiró a Hirsch en la creación del ‘Museo de la Inmortalidad’ de México.
Encargado por Design Week Mexico y el Museo Tamaño para su exhibición de octubre 2016, el pabellón conceptual pretende llevar el diseño más allá de los objetos tangibles.
Hirsch, quien creó el museo junto a su colega Michel Müller de Studio MC, describe la edificación como un intento abstracto de darle inmortalidad a los humanos, como (lo hacen) los museos con los objetos.
“Está inspirado en una conversación de dos caras: la preservación de objetos en un museo y la preservación de humanos en un mausoleo”, dice.
El concepto está inspirado en Nikolai Fedorov, un filósofo ruso del siglo 19, y su noción de la “Tarea Común”, una filosofía que explora la resurrección de los muertos a través de la ciencia y la tecnología.
Y sí, la interpretación abstracta de Hirsch y Müller nos hace pensar en la búsqueda de vida en el espacio. El pabellón hexagonal de 7,9 metros de altura, parece una mezcla entre una nave espacial y una cripta. Fue construido usando 15 capas de cajas acrílicas, algunas transparentes, otras opacas.
Cada caja tiene el tamaño promedio de un humano: 1,80 metros de alto y 60 centímetros de ancho.
Su apariencia futurista es un guiño al Cosmódromo de Baikonur en Kazajistán, la mayor instalación de lanzamiento espacial operativa en el mundo. Y la forma curvilínea del museo está inspirada en los mausoleos geométricos del país.
El Museo de la Inmortalidad está actualmente en el Bosque de Chapultepec, a las afueras del Museo Tamaño, en la Ciudad de México. La instalación será exhibida hasta primavera de 2017.
Nuevas ideas en Nueva Delhi
México no es el único país en donde la arquitectura está repensando cómo vemos la muerte.
En Nueva Delhi, el arquitecto Sanchit Arora de 24 años de la firma Renesa Architecture Design Interiors Studio, propuso un nuevo enfoque a los tradicionalmente tristes crematorios.
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Tras una investigación, que incluyó su propio proceso de duelo, Arora encontró que los crematorios en su ciudad están a menudo mal gestionados, están deteriorados y situados en zonas industriales en ruinas.
Arora está presionando al gobierno de Nueva Delhi a crear una zona de crematorios más acogedoras en un parque al sur de Delhi, algo que cambiaría el proceso de duelo por completo.
“Cuando mi abuela murió, vimos la triste realidad de los crematorios en Nueva Delhi. Están sucios y no son cuidados, algo triste”, dice. “Contribuye a tu angustia psicológica en momentos ya de por si angustiantes”.
Como la cremación de los restos es parte de los funerales hindúes, Arora presentó un diseño sistemático de un espacio que ayuda a sobrellevar la tristeza a la par que lloras a los muertos.
“Lo que vimos durante la muerte de mi abuela, es que a la final, nada se centra en el cuerpo. Es sobre la gente que viene a llorarlo”, dice Arora.
“En la India se celebra cuando la gente muere a una edad avanzada. Pero no hay conexión entre el espacio y la celebración”.
Con una estructura de concreto expuesta, una cálida madera y arbustos a su alrededor, el diseño de Arora crea un ambiente minimalista y zen. También incluye rincones tranquilos y espacios acuáticos, todo conectado a un espacioso parque.
En la cultura hindú los funerales tienen varias partes. Comienza en la casa en donde se realiza un funeral, seguido de un baño del cuerpo para purificarlo de pecados.
Luego, el cuerpo es movido a un ataúd para ser cremado.
El diseño de Arora no solo presenta la cremación eléctrica como alternativa más amigable con el medio ambiente, sino que también optimiza cada paso del proceso funerario, ofreciendo una ruta lógica y organizada a través de las instalaciones, además de ofrecer intimidad durante el procesos.
“La muerte siempre será la muerte”, dice Arora. “Pero la traducción de esos espacios en arquitectura y diseños cambiará según la cultura”.
Un descanso pacífico en España
Al otro lado del mundo, a las afueras de Zaragoza, las casas funerarias (conocidos como tanatorios en España) parecen más que morgues, spas.
“Tratamos de encontrar el ama de los espacios”, dice Juan Carlos Salas, el diseñador del edificio.
Usando la técnica de arquitectura estereotómica de corte de piedras, Salas creó esta edificación con aire cavernoso, destinado a ofrecer una sensación de protección.
La estructura de 196 metros cuadrados incluye un techo diagonal de cara al sol, algo que inyecta luz natural a las habitaciones del edificio.
Salas también visualizó como la luz se mueve en el edificio, la forma del techo crea sombras que cambian durante el día y simbolizan el paso del tiempo.
El ambiente pacífico y remoto, evoca sentimientos íntimos que Salas espera sea de ayuda para los asistentes en esos momentos difíciles de sus vidas.
“La arquitectura no ayudará a los muertos, pero si ayuda a preservar su recuerdo”, dice. “La calidad y el simbolismo de edificaciones como los crematorios y morgues están mejorando cada día”.