Además del empleo, el crecimiento económico se ha mantenido estable, aunque tampoco es espectacular. La economía creció 2,9% en el tercer trimestre y algunos analistas dudan que mantenga ese ritmo ante el impulso que significaron las exportaciones en ese periodo.
“El aumento en las exportaciones no es sostenible ante el débil entorno global mientras que la demanda doméstica puede significar mayores importaciones”, señalan analistas de Wells Fargo. “El tema del modesto crecimiento económico continuará”.
El dólar ha ido ganando fuerza desde el año pasado, aunque en este año tuvo un desempeño más parecido a una montaña rusa.
El billete verde avanza frente a otras monedas ante la expectativa de que la Fed eleve la tasa de interés. La posibilidad de que el candidato republicano llegue a la Casa Blanca también afecta el desempeño de las monedas, lo que explica en parte el retroceso de 9,60% que ha tenido el peso mexicano frente al dólar.
Así se ve el desempeño del dólar a través del Bloomberg Dollar Index, que mide a la moneda frente a otras divisas como la libra esterlina y el peso mexicano.
La fortaleza del dólar no es una buena noticia para parte del sector industrial en Estados Unidos, en particular para las manufacturas. Al aumentar el dólar, sube también el precio de los productos que las compañías estadounidenses venden en otros países. Por ello, la actividad industrial estadounidense, ligada a la mexicana, ha tenido un desempeño débil.
Tampoco los mercados se salvan de la incertidumbre que ha generado la elección de Estados Unidos. En lo que va del año, el S&P 500, el índice de acciones que agrupa a las 500 empresas más importantes de Estados Unidos, acumula una ganancia de 2,30%. En los últimos días se ha visto presionado ante la posibilidad de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca.