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¿Una chaqueta que controla tu celular?
01:15 - Fuente: CNN

(CNN) – Todo lo que poseemos contiene rastros químicos de nosotros. Los investigadores sugieren que esta simple verdad puede utilizarse en las ciencias forenses en un nuevo estudio de “evidencia de concepto” financiado por el Instituto Nacional de Justicia y publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academies of Sciences.

Mediante el muestreo de moléculas que quedan en los teléfonos celulares, un equipo científico de la Universidad de California en San Diego produjo “retratos de estilo de vida” de los propietarios de teléfonos, prediciendo hechos como sus dietas, su champú o jabón preferido, su salud e incluso los lugares que visitaron recientemente.

Junto con la evidencia forense en casos criminales, este proceso se puede aplicar a muchas situaciones, dijo el investigador principal del estudio, Pieter Dorrestein, profesor en la Facultad de Medicina de UCSD y la Escuela de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas de Skaggs.

“Creo que se puede utilizar para evaluar las exposiciones toxicológicas, o como una forma potencial de monitorear - sin necesidad de usar una aguja - una dosis de medicación y el estado de la enfermedad”, escribió Dorrestein en un correo electrónico. “Creo que se puede utilizar para entender el impacto de los productos de higiene y cuidado personal y cómo hacerlos aún mejores para la salud de la piel”.

La nueva técnica podría incluso ser utilizada para probar cómo diferentes tipos de materiales afectan nuestra piel cuando se usan en la ropa, añadió.

“Es un gran primer paso”, dijo Kevin S. Sweder, director del Instituto de Ciencias Forenses y de Seguridad Nacional de la Universidad de Syracuse. Los autores han demostrado que es factible realizar este tipo de estudio, agregó, pero por ahora no es rentable para su uso en casos criminales o las otras aplicaciones del mundo real que los autores imaginan.

“Como señalan los autores, se necesita desarrollar una serie de cosas”, dijo Sweder, quien no participó en el estudio. Señaló que estos requisitos incluyen una base de datos verificable para comparar perfiles y más poder computacional.

El estudio hizo uso de la espectrometría de masas, una herramienta altamente sensible y poderosa bien conocida en la comunidad forense. Esencialmente convierte moléculas en partículas que tienen una carga eléctrica y luego utiliza campos magnéticos para clasificar, medir e identificar las moléculas como elementos básicos. Por lo general, esta técnica se utiliza para identificar vestigios de drogas ilícitas o explosivos.

Preguntándose si la técnica podría identificar las huellas químicas cotidianas, Dorrestein y sus colegas recurrieron a la ayuda de 39 voluntarios –y sus teléfonos celulares– tal vez el elemento personal que más tiempo permanece con nosotros y que más tocamos.

Los investigadores frotaron cuatro manchas en cada teléfono celular y ocho manchas en la mano de cada persona. Se recogieron un total de 588 muestras metabolómicas, y se detectaron muchos más productos químicos en la parte posterior de los teléfonos que en la parte delantera.

Luego, utilizando la espectrometría de masas, el equipo de investigación identificó tantos perfiles moleculares como fue posible. Esto se logró comparando las muestras con las referencias en la base de datos de Productos Naturales Globales, un repositorio de espectrometría de masas de desarrollado por Dorrestein y el coautor Nuno Bandeira, profesor asociado de UCSD.

Pistas sobre el estilo de vida
Los medicamentos detectados en los teléfonos incluyen cremas antiinflamatorias y antifúngicas, tratamientos para la pérdida del cabello, antidepresivos y colirios. Los alimentos incluían cafeína, cítricos, hierbas y especias. Incluso meses después de su aplicación en la piel, los ingredientes de protección solar y repelente de mosquitos podría ser detectado en los teléfonos.

Sobre la base de la evidencia molecular encontrada en los teléfonos celulares, los investigadores pudieron descifrar ciertos hábitos de cada participante: sus medicamentos, sus comidas preferidas y su uso de cosméticos de gama alta o de gama baja.

“Todas estas pequeñas pistas conducen a un esbozo de estilo de vida del individuo”, dijo Dorrestein.

Dado que las huellas dactilares de la escena del crimen no siempre arrojan una coincidencia en la base de datos policial, los investigadores se enfrentan a dificultades para reducir el número de sujetos, explicó. La nueva metodología explorada en este estudio puede producir “miles de pequeñas pistas”, lo que indudablemente ayudaría a los investigadores a crear un perfil del sospechoso.

Las muestras de cada teléfono y cada mano eran únicas para cada participante. Sin embargo, los investigadores no fueron capaces de encontrar qué teléfono pertenecía a cada propietario con precisión.